Chile es el principal productor mundial de cerezas y su mercado está experimentando un crecimiento exponencial. Sólo las exportaciones a China en 2023 alcanzaron más de 400 mil toneladas.
Unas cifras realmente saludables que han convertido a la cereza en «uno de los productos agroexportadores más importantes del país». Sin embargo, también se trata de un cultivo que en algunas zonas específicas se ha mostrado muy sensible a la salinidad y a las fluctuaciones en la disponibilidad de agua, especialmente en la región Metropolitana.
Frente a estas amenazas interrelacionadas, los productores chilenos quieren asegurarse de que pueden satisfacer la demanda en los próximos años y mantener la calidad que espera el mercado. Veamos cómo la tecnología de tratamiento del agua puede ayudarles a conseguirlo.
Soluciones tecnológicas a la salinidad
Como muchos cultivos, los cerezos son vulnerables al exceso de sales. Por lo general, pueden soportar niveles de la conductividad eléctrica (CE) de hasta 2 dS/m, pero más allá de esta cifra se convierte en un reto. El riego excesivo de los cultivos con agua de alta CE complica aún más las cosas y conduce a una peligrosa acumulación de sales en el suelo.
La gestión de la salinidad es, por tanto, clave, pero hasta ahora no ha habido una forma sostenible de hacerlo que sea rentable y eficiente desde el punto de vista hídrico. Existen tecnologías de tratamiento del agua que ofrecen precisamente esto, con una solución probada para reducir los niveles de salinidad sin dejar de poder regar con la misma agua de alta CE.
Presente en Chile desde 2019, AQUA4D es una de las tecnologías que ofrece este servicio y desde esa fecha, poseen casos exitosos en cultivos como cítricos, nogales y, más prominentemente, paltas – con resultados impresionantes supervisados por académicos de INACAP. En estos casos, su tecnología de riego de precisión redujo los niveles de salinidad al tiempo que aumentó la eficiencia hídrica. Uno de esos casos fue el de paltos en Santo Domingo, donde las comparaciones entre árboles tratados y no tratados mostraron una reducción del cloro y el sodio del 21% y el 50%, respectivamente.
Mientras tanto, el productor de frutos secos Geonuts pudo superar importantes problemas de fitotoxicidad en cuestión de meses. Gracias al tratamiento del agua, pudieron reducir en un tercio los niveles de cloruro en sus suelos y mantener una conductividad eléctrica (CE) de 1,05 dS/m en la zona radicular. Gracias a su efecto sobre la disolución de minerales, esta tecnología ha permitido seguir regando con agua de 2,67 dS/m procedente del río Maipo, un nivel que normalmente sería perjudicial para la producción de frutos secos.
«Elegimos la tecnología AQUA4D® con el propósito de realizar una gestión más sostenible de nuestro huerto para tomar el control de nuestros principales problemas: las sales y la escasez de agua», afirma Héctor Cortés, Director de Agricultura de Geonuts. «En las próximas campañas, esperamos recuperar el potencial productivo del huerto en este difícil escenario».
El potencial para los productores de cerezas sería enorme, ya que ayudaría a mejorar la salinidad y la eficiencia hídrica al mismo tiempo, a la vez que regeneraría los suelos sin necesidad de un lavado intensivo ni del uso de ácidos o productos químicos.
Mejorar la disponibilidad de agua
Los cerezos experimentan simultáneamente la formación del fruto, la aparición de las hojas y el crecimiento de los brotes, todo lo cual implica una gran demanda de agua. Como esta tecnología permite una mejor retención de la humedad en el suelo -independientemente del tipo de suelo o sustrato-, esto permite a los cultivadores mantener los suelos húmedos en condiciones de sequía o cuando se enfrentan a una disponibilidad fluctuante.
Mantener la salud de los árboles y reducir los riesgos de productividad
Tanto el exceso como la escasez de agua pueden tener efectos perjudiciales para status fitosanitario de los cerezos, afirma el agrónomo Enrique Rebaza: «Las situaciones de estrés hídrico favorecen la enfermedad del cancro bacteriano y de enfermedades fungosas que afecta a los huertos en Chile. Por el contrario, un exceso de humedad en el tronco o cuello del cerezo puede facilitar los daños del hongo phytophtora.» “Una mejor infiltración del agua con AQUA4D® permite evitar estas condiciones y reducir la incidencia de estas enfermedades, y mantener las cosas en un término medio”, agrega.
Por supuesto, todo esto repercute en la calidad y la cantidad de la producción. En los cerezos, el crecimiento del fruto coincide con un rápido crecimiento vegetativo, por lo que lo ideal es mantener un potencial hídrico elevado durante el periodo en que el fruto está en el árbol, garantizando así un tamaño máximo del fruto con una mayor demanda en el mercado. El riego de precisión puede mantener un alto potencial hídrico de los cultivos, incluso en presencia de sales o escasez de agua.
Con más agua y nutrientes a disposición de las plantas, éstas pueden desarrollar todo su potencial incluso en situaciones de restricciones hídricas. Un estudio realizado en Holanda con mediciones en tiempo real demostró que las plantas regadas con esta tecnología de origen suizo soportaban mejor el estrés, crecían más vegetativamente y necesitaban utilizar menos sus reservas internas. «Este excedente de energía se destina a los frutos en lugar de al crecimiento, lo que se traduce en mayores rendimientos», afirma Olivier Begerem, de 2Grow, que participó en el estudio.
«El tratamiento del agua puede ayudar a los productores de cerezas a resolver algunos de los problemas más delicados de sus cultivos», opina Enrique Rebaza. «El agua es escasa en muchas zonas y, sin embargo, un riego normal aportaría más sodio. En estos escenarios habituales, AQUA4D puede permitir eliminar el sodio del suelo manteniendo una buena hidráulica del suelo y, por tanto, un equilibrio aire-agua adecuado, con repercusiones finalmente positivas en la nutrición de los árboles», puntualiza.