Por: Raúl Osorio, Director Peulla Asesorías y Servicios.
La polinización es el proceso fundamental para la reproducción y producción de cualquier cultivo. En el cerezo, si bien posee una floración muy breve, en pocos días ocurren los hitos más importantes para la formación de semillas y crecimiento inicial de los frutos, los cuales definirán el potencial productivo de un huerto en la temporada.
Una vez fecundado los óvulos se da inicio al proceso denominado cuaja de frutos y a la espera de completar sus tres etapas de desarrollo: división celular, endurecimiento del carozo y elongación de células. Estos tres procesos se desarrollan de forma independiente y son demandantes de distintas necesidades, tanto nutricionales como hormonales, dentro de la planta, considerando que existen labores culturales que potenciarán cada uno de estos procesos con el objetivo de lograr el máximo potencial productivo.
A su vez, entre las etapas de floración e inicio de cuaja se desarrolla una serie de aplicaciones orientadas a control de plagas y enfermedades claves en cerezos, además de correctores foliares o nutrición, reguladores de crecimiento, promotores de mecanismos de defensa de las plantas, entre otros. Todos ellos aplicados en mezcla o solos, dependiendo de las formulaciones disponibles y compatibilidades de mezcla de ellos.
Al igual que en los artículos precedentes, para los asesores, investigadores y productores es muy importante:
- Considerar una correcta aplicación de los productos, como también la calibración de las maquinarias con las que se realizan dichas aplicaciones.
- En cuanto a las máquinas, se estima que el 90% de ellas que son utilizadas en Chile para realizar aplicaciones de productos agrícolas, presentan algún problema de calibración, situación que debe ser resuelta con suma urgencia, pues la efectividad de los productos depende en un 50 % de su aplicación, junto con su correcta dosis.
- Una máquina calibrada, con presión y marcha adecuada, boquillas en buen estado, etc., permite que la aplicación de cualquier producto sea efectiva. (Carlos Tapia)
Ya hemos revisado en la publicación anterior que es vital que:
- Se realice la mantención preventiva de cada uno de los equipos disponibles (atomizadores y tractores).
- Contar con las pautas de calibración precisas y adecuadas a cada situación de huertos según topografía, edad de huerto y sistema de conducción.

Para desarrollar una calibración adecuada para ejecutar estas aplicaciones debemos considerar:
a) Volumen de agua a utilizar
b) Volumen de canopia a tratar (flores, tejido foliar en inicio de brotación y en madera)
c) Volumen de aire necesario para desplazar las aplicaciones
d) Velocidad de avance de las aplicaciones en terreno para lograr un buen cubrimiento o cantidad de depósito en el objetivo (flores, tejidos foliar y madera).
Volumen de agua: Siempre debemos considerar que nuestro objetivo es lograr una buena “cobertura de gotas” en los órganos de nuestro cultivo (flores, tejido foliar y madera), que a su vez dependerá de: “la estatura, tamaño o volumen de canopia” o “volumen de estructuras”.
Una forma de calcular el volumen de agua a utilizar es determinando el volumen del cultivo a través de TRV (Tree Row Volumen) o Volumen de árbol. TRV (m3 de árbol/ha) = [altura del árbol desde las primeras ramas (m) x ancho promedio del árbol (m) x 10.000 (m2/ha)] / Distancia entre hileras (m).
La dimensión de los árboles en esta etapa del cultivo (floración a cuaja) es muy similar en la mayoría de los huertos de cerezos y tendrá variaciones dependiendo de los sistemas de conducción.

Solo a modo de ejemplo consideraremos un huerto con las siguientes medidas:
Altura promedio de árbol desde la primera rama: 2,7 metros (3,2 metros total)
-Ancho promedio de árbol: 2,5 metros
-Distancia de plantación: 4,0 metros
-El TRV = (2,7 x 2,5 x 10.000) / 4,0
El resultado será TRV = 16.875 m 3 de objetivo.
Para obtener el volumen de agua a utilizar Byers et.al suponen un volumen de 0,0936 L / m 3 de canopia con follaje.
Para nuestro ejemplo, por lo tanto, necesitaríamos 16.875 x 0,0936= 1579,5 L de agua / ha.
Sin embargo, tan sólo necesitamos un 70 % de este volumen calculado para aplicaciones dirigidas a flores y tejido foliar inicial. Este cálculo también es citado por el Ing. Agr. Guillermo Lorca Beltrán, Profesor Mecanización Agrícola de la Facultad de Agronomía e Ing. Forestal, PUC de Chile glorcabeltran@hotmail.com, en su artículo «Exactitud sin apuro» de la revista MundoAgro, quien señala que se debe aplicar un índice de ajuste de densidad foliar.
Si aplicamos el factor 0,7 (extremadamente abierto) nos arroja un volumen de agua a aplicar de 1105,65 L de agua / ha.
Volumen de aire a desplazar en aplicaciones invernales: Otro factor muy importante a considerar es el volumen de aire necesario para desplazar nuestra aplicación hacia el objetivo.
Una forma de calcular el volumen de aire necesario también es determinando el volumen del cultivo a través de TRV (Tree Row Volumen) o Volumen de canopia de árbol. TRV (m3 de follaje/ha) = [altura del árbol (m) x ancho del árbol (m) x 10.000 (m2/ha)] / Distancia entre hileras (m).
Para el mismo ejemplo anterior, un huerto de 3,2 metros de altura promedio, con un ancho de “ramas” de 2,5 metros y una distancia de plantación de 4,0 metros.
El TRV = (3,2 x 2,5 x 10.000) / 4,0.
El resultado será TRV = 20.000 m 3 x 0.7 = 14.000 de objetivo (flores y tejido vegetal a inicio de brotación).
Este volumen calculado es el que debemos desplazar para llegar a nuestros objetivos.
Los equipos hidroneumáticos con asistencia de aire que son los más utilizados en nuestra fruticultura tiene distintas capacidades de desplazamiento de aire según su modelo y su tipo de grupo de aire.

Los distintos modelos existentes en el país generan cantidades que van desde los 25.000 a 90.000 m 3 de aire / hora. Para ajustar la cantidad de aire / ha (14.000 m 3 en el ejemplo) debemos considerar:
- La velocidad de avance de la aplicación
- Ajuste de la caja multiplicadora de los grupos de aire
- Ajuste de las aspas en posición o inclinación necesaria.
- Ajuste de las RPM de trabajo.
Para nuestro ejemplo consideraremos una velocidad de avance de 6,5 km/hora en un huerto de 4,0 metros de distancia entre hilera:

Elección de Boquillas: Siempre se debe mantener la limpieza de estos componentes y chequear el caudal que entregan por minuto, y comprobar que sea el indicado por el fabricante, no superando un 10 % de desgaste.


Para poder desarrollar los planes de manejo de aplicaciones eficaces y eficientes, debemos tener equipos previamente diagnosticados en todos sus componentes, reparados y reemplazados sus elementos críticos, realizar mantención anual y periódica, limpieza permanente y tener personal altamente capacitado para desarrollar las aplicaciones que se traducirán en el éxito de nuestro cultivo a la cosecha, con el menor impacto al ambiente y las personas.