Durante las últimas dos décadas, Chile ha experimentado un importante crecimiento en la superficie de cerezas cultivadas en el país. Según www.freshplaza.es, el crecimiento de esta fruta se ha multiplicado en 19, durante los últimos 20 años.
Asimismo, el medio hispano consigna cifras oficiales de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), que en el año 2000 se contabilizaron 3.241 hectáreas de cerezo, mientras que en el año 2022, este número ascendió a 61.559 ha. plantadas. Dicha cifra, según el equipo técnico de Avium, más bien sería cercana a las 70 mil hectáreas.
Este crecimiento se debe en gran medida al aumento en la demanda mundial de cerezas chilenas, especialmente en Asia y Estados Unidos, ya que es valorada por su sabor dulce, firmeza y calidad, lo que la convierte en un producto altamente apetecido en el mercado internacional.
Además, el tipo de clima mediterráneo y las condiciones geográficas son ideales para el cultivo de cerezas, especialmente en las regiones de O’Higgins, Maule, Ñuble y Bío Bío, que es donde se concentra la mayor superficie cultivada en el país.
Cabe mencionar que estas condiciones climáticas, con inviernos fríos y veranos secos y cálidos, sumado a suelos ricos en nutrientes y una adecuada irrigación, permiten obtener una producción de cerezas de alta calidad, por cierto de la mano de una correcta asesoría técnica.