Clima con respecto a la variedad, suelo con respecto al portainjerto y sistema de conducción dependiendo de qué vigor o qué características de vigor posea la combinación.
El negocio de las cerezas es un rubro que está en auge en nuestro país, con aproximadamente 32 mil hectáreas de plantaciones productivas al 2019 de un total aproximado de 50 mil hectáreas plantadas y se considera una de las tres especies frutales más importantes de Chile. Tan solo en la temporada 2018/2019 según información recolectada por el Anuario del Mercado de Cerezas realizado por iQonsulting se exportaron 180.576 toneladas de cerezas.
Cada año aparecen nuevos productores e inversionistas que optan por entrar a este negocio. Pero ¿qué factores son importantes definir antes de incursionar en la realización de un modelo de huerto de cerezos?
Como primer paso se debe determinar la mejor variedad de acuerdo con el clima donde se establecerá el huerto. Dado que los requerimientos de frío en sectores más cálidos, por ejemplo, y de cosecha temprana son una buena alternativa comercial si se cosecha antes del 25 de noviembre.
En un área más fría convendrá enfocarse en variedades que permitan cosecharse más tardíamente, desde los últimos 10 días de diciembre y en zonas intermedias, buscar variedades que puedan ser competitivas frente al gran volumen de fruta de la época.
“Es importante reconocer el sitio en términos climáticos con respecto principalmente acumulación de horas de frío en el período de dormancia comprendido entre los meses de mayo, junio y julio y por otro lado la acumulación de grados días a partir del mes de agosto con respecto a qué tan acelerada sea esa zona para acumular temperatura lo que regiría si es una zona temprana o una zona un poco más tardía” señaló Carlos Tapia, director Avium .
Con respecto a la elección de variedades,el experto agregó “la elección de variedades se ajusta a la climatología de la zona. En zonas más calurosas se puede privilegiar variedades tempranas de sitio corto para aprovechar la cosecha temprana en forma de primor y en zonas más tardías o medias privilegiar variedades de media estación o tardías para aprovechar la zona. Sin embargo, esto no determina que se puedan implementar variedades más tardías en zonas tempranas y variedades más tempranas en zonas tardías, ya que eso no necesariamente está regido por la climatología en términos de acumulación térmica, sino que con respecto a que muchas veces está el objetivo de alargar la ventana de cosecha. Por ejemplo, implementar Santina en una zona fría ya no parece una locura porque Santina, si bien es una variedad que tenemos catalogada como variedad temprana, es la más temprana de las variedades que conocemos, pero también es una variedad que se adapta a media estación o estaciones tardías, lo que nos permite en una zona de cosecha más tarde comenzar con una Santina como una especie de marcha blanca. Por otro lado, por ejemplo, Sweetheart es una variedad de cosecha tardía no tendría un contrasentido colocarla en una zona temprana porque es una variedad que requiere poca acumulación de frío y podría alargar la cosecha o la ventana de cosecha inmediatamente después de Lapins. Entonces no necesariamente es que se puedan implementar variedades tardías en la zona que no les corresponde, sino que es de un beneficio de alargar o adelantar las ventanas de cosecha”.
Una vez seleccionada la variedad a plantar, es importante elegir el portainjerto que la acompañará. Éste debe ser adecuado tanto para el tipo de suelo como para la combinación variedad/portainjerto. Se recomienda evitar utilizar una variedad de baja cuaja (o fertilidad) sobre un portainjerto vigoroso y para variedades más cuajadoras, se recomienda utilizar portainjertos de menor vigor, considerando además que el portainjerto cuando tiene menos vigor entrega un potencial de calibre más reducido.
“El portainjerto se rige directamente a la condición suelo. Los diferentes portainjertos presentan características distintas de adaptación en los distintos tipos de suelo. Por un lado, por ejemplo, suelos muy retenedores de agua y arcillosos el portainjerto Colt es que más se le acomoda. En suelos más livianos la serie MaxMa 14 o MaxMa 60 podría ser una alternativa y en el caso de ser suelos franco a franco arcillosos la serie Gisela® condicionante a Gisela® 5, 6 o 12 también podría ser una alternativa. Sin embargo, el portainjerto Colt para mi gusto es que se adapta en cualquier sitio y cualquier condición de suelo” indicó Tapia.
Posteriormente se debe decidir por el sistema de conducción, el cual estará determinado por dos factores principales, uno la forma de trabajo que más le acomode al productor y la otra relacionada con la combinación variedad/portainjerto. Cuanto más débil sea la combinación, mayor enfoque hacia eje central, considerando no abusar de diluir un vigor predeterminado según las características propias del sitio a plantar. Cuanto más vigoroso, mayor tendencia a sistemas de dilución de vigor, como los sistemas de conducción Y-Trellis o KGB, entre otros.
“Teniendo el portainjerto y la variedad es que uno debiera presentar la propuesta de sistema de conducción. Cuánto más vigoroso sea el portainjerto, la combinación utilizada más tendría necesidad de diluir el vigor en algún sistema de conducción que permita distribuir la fuerza de la planta, principalmente hablando de un multieje, de una Y-trellis o un KGB. Cuánto menos vigor tenga el portainjerto en el caso de Gisela en el extremo, no tiene mucho sentido diluir el vigor porque probablemente la condición de la planta siempre va a quedar justa o al debe de la recuperación vegetativa del huerto, por lo tanto, ahí se presentan tres líneas de cómo proceder en la elección de estos materiales y a la elección del sistema de conducción con respecto a los nuevos proyectos” enfatizó el especialista.
Referencias bibliográficas
-Carlos Tapia: Comunicación personal.
-Anuario del Mercado de Cerezas de IQconsulting 2018/2019.