Por:
Emilio Martínez Ing. Agrónomo. Avium
Carlos J. Tapia T. Director Técnico Avium y Cofundador de SmartCherry.
Editado por Daniela Balagué. Periodista. Encargada Comunicaciones Avium

Daños que principalmente se dan por el frío, que podrían haberse producido a inicios de la entrada en dormancia de la planta, por mala lignificación o mala formación de brácteas.
La cantidad de yemas florales que tiene un dardo se representa en función de la cantidad de hojas que pudo tener ese dardo la temporada anterior, debido a que todas las yemas florales son axilares de hojas. Esa hoja estaba presente en el dardo proveniente de la yema vegetativa que se expresó la pasada temporada, a su vez esa yema vegetativa traía esa cantidad de hojas predeterminada del verano ante pasado en época de diferenciación de yemas.
Acompañando lo anterior, la cantidad de primordios florales que tiene cada una de las yemas florales viene predeterminada del proceso de inducción de flores de la pasada temporada, la cual se produce en el mes de diciembre y de la diferenciación de éstas de la temporada pasada durante el mes de enero. Este dardo se conforma de dos partes, primero por una yema vegetativa y como segundo por una indeterminada cantidad de yemas florales, que a su vez poseen una cantidad de primordios florales, los cuales se encuentran sujetos a los acontecimientos que pudieron ocurrir en temporadas anteriores.
Esto entrega información muy valiosa. Primero en términos de sanidad, el porcentaje de primordios dañados que podría haber en cada uno de los centros frutales. Dañados principalmente por frío, que se podría haber producido a inicios de la entrada en dormancia por mala lignificación de los centros florales o mala formación de brácteas.
Las heladas de finales de abril o principios de mayo, donde la planta está generando el proceso de lignificación y de cubrimiento de brácteas de todas las estructuras florales, puede ser el factor determinante o más importante que soporta o presenta estos daños, por lo tanto, se ha ido reconociendo con datos recuperados de los análisis de yemas realizados por Avium las últimas 6 temporadas, donde el 90% de los daños ya está expresado al 1 de julio de cada temporada.
En los últimos años se ha observado que el estado fenológico del cerezo más sensible por efectos de heladas es en yema hinchada. Si bien la literatura señala que las temperaturas críticas de daños en cerezos son antes de yema hinchada, en la práctica se puede observar lo contrario. (Foto 1)
Foto 1: Daño helada en estado avanzado de yema hinchada

“Si se reconoce un porcentaje de daño en las yemas voy a ser un poco más conservador con la utilización de rompedores de dormancia, incluso podría no aplicar. Si hay un daño importante en primordios de flor voy a ser más conservador en cómo voy a presentar la primera etapa de la regulación de carga que es la poda, y además voy a tomar precauciones en términos de en función del potencial de floración si tengo que tomar un camino para asegurar un poco estas flores o asegurar la cuaja o asegurar la retención de frutos mediante la utilización de algún regulador de crecimiento que me permita obtener o asegurar la mayor cantidad de fruta posible” indicó Carlos Tapia, director Avium.
Los rangos que indican en términos de potencial de floración es que cuando se encuentran menos de 15 flores por centro frutal se considera que es un bajo potencial de floración. Cuando hay un rango entre 15-20 flores sanas por cada centro frutal se reconoce como un rango medio-normal de floración. Cuando el análisis de yema presenta entre 20-25 flores sanas por centro frutal se reconoce que se está frente a un potencial de floración alto y cuando hay más de 25 flores por centro frutal es un excesivo potencial de floración.
Sin duda en el cálculo del potencial productivo de un huerto, además de las consideraciones descritas en cuanto al número de flores sanas por centro frutal, también está asociada al porcentaje de cuaja de cada variedad, y que en si misma al evaluar este factor se pueden tener distintas cifras, además al sumar combinación variedad/portainjerto, zonas climáticas, condición fitosanitaria y homogeneidad del huerto, entre variados factores que se deben tener en consideración para un asertivo potencial a la hora de aplicar los manejos a base a estos números.
“En estos dos últimos rangos alto y excesivo, nos tenemos que probablemente preocupar ante una buena condición primaveral, temperaturas y condiciones para la polinización y la fecundación, quizá de una eventual cuaja alta y quizás analizar desde el punto de vista técnico qué opciones de regulación de carga tengo dentro de la temporada como son aclareo de flores o raleo de flores, y raleo de frutos idealmente terminando estos 30 días después de plena flor, por lo tanto, el análisis de yema también nos entrega esa información y también nos da directrices de cómo poder actuar Al menos considerando también el potencial de floración con respecto a las condiciones que se dan para llegar a un potencial productivo claramente hay diferencias de potencial en términos variedades”. agregó Tapia.