En dos artículos previos abordamos el cambio climático como fenómeno y cómo éste está afectando a la producción de cerezas, además de los desafíos que implica seguir produciendo esta especie frutal en medio de inundaciones, primaveras inestables y olas de calor, como la que se espera genere “El Niño” a fines de primavera y durante la temporada estival. En esta ocasión, en el tercer y último artículo del especial cambio climático, abordaremos las posibles soluciones o alternativas que contribuyan a seguir con este cultivo, pese a las inclemencias climáticas.
La tecnología se presenta, tal como lo señala el titular del artículo, en el salvavidas de la producción de cerezas frente al cambio climático; y es que esta especie frutal es una de las más delicadas. Requiere que ciertos procesos ligados al clima se presenten para poder alcanzar el potencial productivo esperado; claro, existen manejos agronómicos que se pueden realizar para “ayudar” al huerto en ciertos procesos, pero incluso, por ejemplo, la aplicación de rompedores de dormancia, requieren de cierto cumplimiento de horas frío (al menos el 70 por ciento de HF requeridas).
El escenario durante la presente temporada ha sido complejo: intensas precipitaciones e inundaciones en invierno, baja acumulación de horas frío durante la dormancia y una primavera inestable son algunos de los fenómenos generados por el cambio climático. Todos ellos presentan situaciones complejas a la hora de producir cerezas, a lo cual se podrían sumar precipitaciones tarde en la temporada, con fruta ya en los árboles, lo que literalmente podría ser la “cereza de la torta”.
“Afortunadamente cada vez tenemos más elementos tecnológicos, herramientas que le llamamos, para poder mitigar, por ejemplo, el estrés climático; sabemos que el estrés climático cada vez va ser más agresivo; si ustedes observan el mapa de vulnerabilidad de cambio climático Chile es un país en el que va a cambiar el clima muy rápidamente, entonces tenemos que estar preparados. Lo preocupante no es que el clima cambie, sino cómo nosotros podemos adaptarnos al cambio climático”, señala Prometeo Sánchez, Profesor Investigador del Colegio de Postgraduados de Ciencias Agrarias de México.

El cambio climático es una realidad y frente a ello es necesario que los productores de cerezas se adecuen poco a poco a esta nueva realidad; lo anterior está quedando en evidencia durante la presente temporada, donde debido a las inundaciones y la sobresaturación de los suelos se ha debido retrasar el inicio de la temporada de riego, por ejemplo; a su vez, la aplicación de los programas nutricionales, de fertilizantes y fitosanitarios también ha debido sufrir ajustes, pues, como han señalado muchos especialistas “esta es una temporada en que hay que estar monitoreando constantemente los huertos para realizar ciertos ajustes”.
“A mi me preocupa que muchos productores siguen haciendo lo mismo con climas diferentes, cuando tenemos años «Niño» o años «Niña» las condiciones climáticas son diferentes, entonces no podemos seguir regando, fertilizando, manejando plagas como siempre; el clima es determinante para la absorción de agua, de nutrientes, para la dinámica control de plagas, entonces tenemos que aprender a adaptarnos al clima, nosotros podemos de manera sustentable hacer un manejo de la planta de manera que podamos mitigar ese estrés. Existen muchos productos en el mercado (…), o herramientas tecnológicas que llamamos, que podemos utilizar en función del tipo de estrés”, advirtió Prometeo Sánchez.
Una preocupación en el huerto

Desde hace ya varios años la escasez hídrica y las altas temperaturas y radiación en verano han sido parte de las preocupaciones de los productores de cerezas; si bien cada temporada es diferente y tiene sus propios desafíos, la actual campaña ha puesto a prueba la producción de cerezas.
“Nosotros hemos tenido problemas en la diferenciación de la floración por un tema de las horas frío y estamos esperando que nos den el agua para poder empezar a regar, sobre todo en las zonas más tempranas; por el tema de las inundaciones, de hecho en los campos del sur tenemos hartos problemas, sobre todo en la zona del Maule, de hecho creo que después del 20 de octubre en adelante puede que recién empecemos a tener agua” comentó Cristian Valdés, Ingeniero de Agrícola Innova Holding Gold Anda.

Dicho conglomerado posee huertos de cerezas, packings y a la vez exporta esta especie frutal; tienen cerezos desde Putaendo hasta San Clemente, de variedades Lapins, Regina, Santina y Kordia. A juicio de Valdés, la tecnología es fundamental para enfrentar el cambio climático en la agricultura.
“La tecnología viene de la mano con la producción de cerezas, de partida desde las aplicaciones, los manejos y en general la producción completa; nosotros también estamos haciendo proyectos con cerezos bajo techo, automatizados, regando en forma directa con tecnología y es una herramienta fundamental para producir, no solamente volumen, sino que una excelente calidad de fruta, porque la cereza con el tiempo no se va a basar en volumen sino que va ser solamente buena calidad de fruta, buenos calibres y buenos colores”, cerró Cristián Valdés.
Westfalia Fruit Chile, por su parte, posee cerezos en la zona central de Chile y en Río Bueno, en la zona sur; Tomás González, Jefe de Operaciones de Maquinarias de la empresa, nos relató las principales preocupaciones que ha generado la presente temporada respecto del cambio climático y las extremas condiciones que ha dejado el fenómeno de “El Niño”.
“La verdad es que a todos nos tiene con los pelos de punta; (tenemos que) manejar en la zona centro el tema del agua, el estrés hídrico que estamos teniendo hoy en día y además con las lluvias, el cambio climático, estamos teniendo floraciones mucho más avanzadas, irregulares, también problemas de hongos, va ser muy fuerte esta temporada y, la verdad, hay que tener un buen manejo y estamos expectantes a lo que pueda pasar”, manifestó Tomás González.

Cuentan en la zona central con variedades Lapins, Santina y Royal Dawn, mientras que en el sur el fuerte es Regina, donde el uso de la tecnología es esencial para producir.
“Si tenemos cerezas en la zona sur hay que tener sí o sí cobertores, todos con techos y también mejorar el tema de poda también, sabemos que es una variedad que sale más tarde, entonces tratamos de enfocarnos en la calidad, llegar con buena cereza al destino”, explicó González.
Ante la consulta respecto de la utilidad de la tecnología para la producción de cerezas acompañada del cambio climático, el Jefe de Operaciones de Maquinarias fue enfático en señalar que: “De todas formas, la tecnología hoy en día con estas imágenes multiespectrales podemos ver cómo se está comportando la planta, el tema de los estomas, si están abiertos o están cerrados, el tema del riego y las condiciones que tenemos mínimas y altas, y ahora con lo que tenemos de las floraciones un poco irregulares, posibles heladas, quizás también.
El rol de la tecnología
A medida que han ido apareciendo los problemas en la agricultura ligados al cambio climático, representados principalmente en Chile por estaciones menos marcadas y una megasequía de 14 años que hoy cuesta recordar, debido a las intensas precipitaciones dejadas por los ríos atmosféricos del invierno, han aparecido diversas soluciones tecnológicas.

“Actualmente vemos situaciones climáticas adversas como lluvias torrenciales y altas temperaturas de manera más recurrente producto del cambio climático, esto sumado a prolongada sequía que afecta al país, genera cierto grado de incertidumbre respecto de la disponibilidad del recurso hídrico para mantener un óptimo rendimiento en los cultivos de cerezos; tecnología de riego eficiente pueden ayudar a optimizar el uso de agua disponible, pero para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento de la producción de cerezos en el país, es necesario encontrar nuevas fuentes de agua. El uso de aguas subterráneas es una buena alternativa en distintos sectores, los estudios hidrogeológicos y la tecnología geofísica nos permiten detectar acuíferos subterráneos y determinar su capacidad de entrar una fuente de agua sostenible en el tiempo”, comentó Daniel Cabrera, Director Ejecutivo de Aquadetect Chile.

Sin duda, la tecnología será el principal aliado para la producción de cerezas frente al cambio climático; hoy más que nunca es necesario echar mano a todas aquellas innovaciones que permitan tener la más clara radiografía del cultivo, requerimientos hídricos, clima, cobertores, nuevos manejos agronómicos, etc.
“Respecto al tema de cómo enfrentar el cambio climático en la industria del cerezo, sobre todo referido a riego, creo que es bien importante pensar cómo nos vamos adaptando en un punto de vista desde latitudes, cómo han ido cambiando las zonas climáticas en términos de producción, como se han buscado zonas más extremas como es el caso del norte, en Ovalle, cómo los huertos de cerezas han crecido muy al sur y cómo hoy cubren un rango de áreas agroclimáticas muy diferentes; lo principal es lograr entender que existen esas diferencias y medir, medir, medir, medir. Hoy tenemos herramientas que nos permiten medir temperatura en invierno, nuestras horas frío, nuestros grados día, saber cuándo tenemos heladas, de cuánta duración y gravedad son, tenemos herramientas para control de heladas, para la falta de horas frío como cianamida y otros manejos, tenemos carpas de sombreos, tenemos muchos manejos que van en todo ámbito relacionados en cómo adaptarse, pero también en cómo lograr mejores rendimientos, adelantar fechas, lograr entrar en nuevas áreas, etc.”, indicó Sebastián Divin, Customer Success Representative de Ceres Imaging en Chile.

La tecnología hará la diferencia y será la principal vía para evaluar y definir una serie de aspectos en los huertos de cerezos. Mediante ella será posible saber qué y cómo hacerlo, y también evaluar el resultado de aquellos manejos, herramienta que complementará de manera positiva las asesorías en terreno.
“Ceres y la imagen aérea puede prestar un rol fundamental en el sentido de evaluar el resultado de todas estas diferentes técnicas, de todos estos desarrollos de cultivos y también un poco entender cómo podemos seguir perfeccionando el riego de los cerezos, en el cerezo hay un gran desafío, sobre todo en el caso cuando tenemos variedades mezcladas dentro de un mismo cuartel de riego, tenemos a veces hasta 4 variedades distintas, hasta patrones distintos en un cuartel de riego que tienen diferentes requerimientos hídricos y eso lo podemos ver muy gráficamente en nuestras imágenes de estrés hídrico; entonces es muy importante entender, quizás hay cuarteles, variedades, etc., que podemos estar regando de forma distinta, que podemos regar con menos agua, que podemos adaptarnos a un escenario donde hay menor disponibilidad de agua, donde queremos ser muy precisos y donde, además, queremos disminuir la huella hídrica. Estos cultivos, además de estar desafiando constantemente a la naturaleza, para entrar en esa batalla tenemos que ser muy precisos, tenemos que ser muy finos y aprovechar toda la tecnología que tenemos en nuestras manos para poder evaluar los resultados”, agregó Divin.

Para Carlos Tapia, asesor especialista en producción de cerezos, Director Técnico de Avium, la tecnología es fundamental, sin embargo existe otro factor esencial a la hora de enfrentar el cambio climático: “Yo creo que la tecnología acompañada de la historia, nosotros vivimos una temporada por año y tenemos poca experiencia, Chile tiene 10-12 años de experiencia, de buenas experiencias, hacia atrás estábamos en constante aprendizaje y hemos aprendido bien, pero esa historia es conectar episodios pasados, es conectar analítica, es entender los inviernos, la primavera, las variedades, la tecnología nos va a ayudar, pero también es historia”, concluyó el reconocido asesor.
Avium lleva 13 años realizando investigación en torno al cultivo del cerezo, contando actualmente con una valiosa historia de los diferentes escenarios, técnicas, manejos agronómicos, riego, acumulación de grados días, horas frío, fenología, entre otros aspectos de esta especie frutal, lo que hoy están combinando con diversas herramientas tecnológicas; sin duda esto será fundamental para enfrentar el cambio climático que llegó para quedarse.