La etapa de postcosecha de las cerezas es crucial para mantener la calidad de la fruta y garantizar su conservación durante el almacenamiento y transporte. Para ello existen una serie de importantes labores que se realizan desde que la fruta es cosechada y hasta que ésta llega a destinos tan lejanos como China, el principal comprador de la cereza chilena.
- Manejo delicado durante la cosecha: La cosecha de cerezas debe realizarse con cuidado para evitar dañar la fruta. Se deben coger con pedicelo, evitando sacar hojas, romper ramas y procurando el mayor cuidado, ya que las cerezas son frutas delicadas.
- Enfriamiento rápido: Después de la cosecha, es esencial reducir rápidamente la temperatura de las cerezas para mantener su frescura y prolongar su vida útil. Se utilizan sistemas de enfriamiento como cámaras frigoríficas o hidroenfriamiento para reducir la temperatura lo antes posible.
- Clasificación y selección: Las cerezas se clasifican según su tamaño, color, firmeza y ausencia de defectos. Este proceso permite separar las cerezas de mayor calidad para su comercialización fresca. A su vez, las cerezas pasan por un estanque que contiene fungicidas, lo cual es crucial para evitar par asegurar la llegada a destino de la fruta en óptimas condiciones.
- Embalaje adecuado: Las cerezas se empaquetan en envases diseñados específicamente para proteger la fruta durante el transporte. Los envases suelen ser perforados para permitir la ventilación y evitar la acumulación de humedad. Existen modernos embalajes que proporcionan incluso atmósferas controladas para evitar el deterioro de la fruta.
- Control de temperatura y humedad: Durante el almacenamiento y transporte, se controla cuidadosamente la temperatura y la humedad para preservar la frescura de las cerezas. Las condiciones óptimas suelen ser temperaturas cercanas a 0°C y humedad relativa alta para evitar la deshidratación.
- Transporte rápido y cuidadoso: Las cerezas son transportadas en camiones refrigerados para mantener la cadena de frío. Se minimiza el tiempo de transporte para preservar la calidad de la fruta.
- Almacenamiento adecuado: Si se almacenan, las cerezas se mantienen en condiciones refrigeradas para conservar su frescura. Se emplean técnicas de almacenamiento en frío controlado para prolongar su vida útil.
- Inspección de calidad: Antes de la distribución y venta, las cerezas se someten a inspecciones de calidad para asegurar que cumplan con los estándares requeridos.
La correcta gestión en la etapa de postcosecha es fundamental para mantener la calidad y frescura de las cerezas, preservando su sabor, apariencia y valor nutricional hasta llegar a los consumidores finales.