¿La temperatura es relevante en el proceso de fecundación? En temperaturas óptimas (entre 15° y 22 °C ) el crecimiento del tubo polínico tiene más velocidad, por lo tanto puede llegar en menor tiempo a fecundar los óvulos, considerando que los óvulos tienen un corto período de viabilidad.
La polinización y posterior fecundación son fundamentales para las diferentes especies frutales, entre ellas los cerezos. El término del proceso de polinización está marcado por el posicionamiento del polen en el estigma de la flor receptora, tras comienza la fecundación mediante la creación del tubo polínico en donde el polen llega hasta el estigma y el estilo antes de ingresar al ovario para finalizar dicho proceso.
“La polinización, en general, tiene dos vías: una anemófila, es decir por viento de forma natural y una entomófila que es mediante vectores en función de insectos; ésta última se da principalmente mediante abejas en el caso nuestro, mientras que en sur de Chile y de cultivos de cerezos bajo condiciones forzadas como invernaderos o macro túneles, también se complementa con el uso de abejorros (o Bombus sp.) que ayudan al movimiento de este polen. Si bien hay otras técnicas bastante más modernas que se están desarrollando con respecto a la polinización, como aplicación de polen vía electroestática, movimiento de polen con algún tipo de viento de forma artificial, igual se enmarca en estas dos grandes fases de movimiento que son vectores y viento en forma natural o artificial. Por lo tanto, ese es el proceso de polinización, considerando que tiene que existir el polen compatible con la flor receptora“, explicó Carlos Tapia, Asesor especialista en producción de cerezas y Director Técnico de Avium.
Es un error pensar que para variedades autofértiles no hay que colocar abejas; se debe hacer, pero en una proporción bastante menor que aquellas variedades que son autoincompatibles, lo significa que el polen de esa variedad no es compatible con la flor de la misma variedad, por lo tanto, hay que buscar una que sí lo sea genéticamente para ser polinizada y fecundada. Cabe recordar que el concepto de autofertilidad se define en que genéticamente el polen es compatible con la flor de la misma variedad, pero no necesariamente que no se debe polinizar con algún tipo de sistema.
“En estos casos los números que se manejan en Chile de forma estándar de colmenas de abejas para polinizar variedades autofértiles van entre 4 y 6 colmenas por hectárea y para variedades autoincompatibles, dependiendo de qué cantidad de polinizantes hay y algunos otros factores, podrían ser entre 10-12 colmenas por hectárea”, indicó señaló Carlos Tapia.
En el caso del cerezo, los estigmas son receptivos después de la apertura de la flor y están cubiertos por una secreción conspicua de aspecto viscoso donde “aterrizan” los granos de polen, es ahí que se hidratan y germinan produciéndose un tubo polínico para su posterior desarrollo. Dicho proceso ocurre durante el primer día después de la polinización propiamente tal.
Luego de distintos procesos, el tubo de polen entra en el estilo de la flor para moverse a través de él, hasta llegar al ovario. Los tubos de polen están compuestos de carbohidratos necesarios para su crecimiento a partir de las células del tejido transmisor que se encuentran en el estilo, los que están llenos de almidón (principal fuente de carbohidratos), agotándose una vez que crecen los tubos de polen. En el interior del estilo se produce una intensa competencia de tubos de polen, de los cuales, por lo general, dos o tres de ellos logran llegar al ovario; esto está condicionado por la compleja estructura al interior del estilo que deja menos espacio para el crecimiento de los tubos.
En el cerezo los tubos polínicos demoran aproximadamente tres días tras la polinización en llegar a la base del estilo, donde se encuentra el ovario, considerando que la temperatura ambiental juega un rol fundamental en la velocidad del desarrollo de los tubos polínicos. Para que se realice la fecundación y posterior cuajado, se requiere sólo de uno de los dos óvulos que se encuentran en el ovario.
En las flores del cerezo se distinguen distintos procesos complejos que se desarrollan al interior, entre el tubo polínico y ovario, y en que los tubos de polen son “detenidos” y no pueden lograr la fertilización del óvulo.
“El proceso de fecundación ocurre una vez que el polen se posicionó en el estigma del pistilo de la flor, y se produce mediante una germinación que el polen genera en un conducto, el llamado tubo polínico. Dicho tubo polínico de forma descendente tiene que llegar al ovario para fecundar los óvulos y una vez que el tubo polínico llega, se produce el proceso de fecundación y es independiente al proceso de polinización“, detalló Tapia.
¿La temperatura es relevante en el proceso de fecundación? Por supuesto, pues influye positivamente.
“El principal factor es la temperatura. En temperaturas óptimas (entre 15° y 22 °C ) el crecimiento del tubo polínico tiene más velocidad por lo tanto puede llegar en menor tiempo a fecundar los óvulos, considerando que los óvulos tienen un corto período de viabilidad. Para que sea la fecundación óptima, el tubo polínico tiene que estar fecundando en un menor tiempo a la viabilidad del óvulo, o sea, por ejemplo, si lo óvulos tienen una viabilidad de tres días el tubo polínico tiene que germinar y desarrollarse antes de los tres días, porque de lo contrario no van a llegar a fecundar los óvulos“, aclara el Director Técnico de Avium.
A este proceso se le conoce como fecundación y se define fisiológicamente como período efectivo de polinización (PEP).
“Una vez que se produce exitosamente la fecundación podríamos decir que comienza el proceso de cuajado de frutos, que es cuando se engloba el ovario del pistilo de la flor que llega a transformarse en fruto final, mediante todos los procesos fenológicos y fisiológicos de la planta” agregó Tapia.
Una vez fecundados los óvulos se da inicio al proceso denominado cuaja de frutos y a la espera de completar sus tres etapas de desarrollo: división celular, endurecimiento del carozo y elongación de células. Dichos procesos se desarrollan de forma independiente y son demandantes de distintas necesidades, tanto nutricionales como hormonales dentro de la planta, considerando que existen labores culturales capaces de potenciar cada uno de estos procesos, con el objetivo de lograr el máximo potencial productivo.
Bibliografía
– Carlos Tapia: comunicación personal.
– “Cherries, botany, production and uses”- Edited by: José Quero-García, Amy Lezonni, Joanna Pulawska and Gregory Lang.