Cada temporada los productores de cerezas trabajan incansablemente para lograr el mismo objetivo: alcanzar el mayor potencial productivo de sus huertos, con fruta de excelente calidad, buen color, calibre, buenos niveles de azúcar, etc.
Sin embargo, para llegar a esa meta, los manejos agronómicos no siempre son los mismos, pues cada año presenta un escenario diferente; por ejemplo, durante la temporada 2022-23 muchos productores y nuestro equipo técnico de Avium detectaron una mayor presencia de pasma o aborto de frutos, lo que estuvo relacionado con el flujo de carbohidratos que tiene la fruta para lograr retenerse en la planta.
Fue un invierno con una buena cantidad de horas frío y en muchos casos se usaron rompedores de dormancia de manera bastante anticipada, con el fin de salir antes y alcanzar a llegar a destino antes del Año Nuevo Chino. Cuando se tiene suficiente horas frío o muy buena calidad de frío, de manera natural los árboles despiertan temprano; ejemplo de ello fueron las floraciones en Santina del 12-14 de septiembre, lo que en condiciones normales y en zonas cálidas inclusive, ocurre entre el 20-25 de septiembre. Es decir, durante el año pasado se presentaron floraciones diez días antes de lo normal.
Dicho panorama parecía un regalo en medio de una de las ventanas comerciales más estrechas de la historia de la exportación de cerezas en Chile; los frutos cuajaron bien, pero la primavera se presentó más fría, con temperaturas bajas para la época y los estados fenológicos se fueron acercando a las fechas de años anteriores, y la idea inicial de un año temprano quedó en el olvido. A su vez, no se presentaron las condiciones, en términos de grados día, para generar azúcares vía metabolismo de la fotosíntesis y a la planta se le empezó a acabar la “bencina”. De alguna u otra forma, por falta de carbohidratos y competencia de éstos, la fruta se cayó.
¿Pero, por qué se hace mención a este episodio ocurrido durante el pasado año si el tema a tratar es la poda y regulación de carga? Pues simplemente porque la pasma que vivieron muchos productores en sus huertos es una muestra fehaciente de los diferentes escenarios que puede presentar cada temporada, donde los factores climáticos juegan un papel fundamental. Así entonces, es necesario tener presente que se deben evaluar los manejos agronómicos que se realizarán en el huerto y no repetir, casi como una receta, uno o más de ellos.
Volviendo al objetivo de todo productor, la poda se presenta como una labor fundamental para la mantención, renovación y óptimo manejo de un huerto de cerezas; además, es una estrategia que utilizada de manera correcta permite lograr el potencial productivo de un huerto; claro, depende de la época en que se realice y bajo qué condiciones y objetivos.
La regulación de carga es fundamental para la obtención de fruta de buen tamaño, siendo este tipo de podas las que permiten unificar calibre y distribuir el azúcar en la fruta. Además, sin lugar a dudas la poda es el mejor regulador de carga en cerezos, el más eficiente y barato.
¿Por qué podar o regular carga?
Controlar la carga frutal del cerezo tiene como objetivo renovar sus estructuras reproductivas, labor fundamental para evitar un exceso de fruta y así un debilitamiento paulatino de los árboles, que conlleva a una disminución de la calidad de la fruta.
Ahora bien, antes de realizar la poda y definir su intensidad, junto con el número de dardos frutales que se deben dejar en el árbol, es importante tener en cuenta la combinación variedad/portainjerto, la calidad de los dardos que tenga el árbol, cómo fue la carga frutal de la temporada anterior, condiciones climáticas y la acumulación de frío del período.
Otro factor importante a tener en cuenta es el análisis de fertilidad de yemas, que permite un cálculo y manejo del potencial productivo, siendo una de las herramientas más objetivas para conocer el estado de carga de un huerto en una determinada temporada. Se ha hecho esencial incorporar técnicas que potencien el tamaño y firmeza de los frutos, lo que se logra, principalmente, mediante la regulación de carga temprana.
Existen varios tipos de regulación de carga, entre ellos la principal es la poda, pero también es relevante el raleo de estructuras reproductivas como dardos, yemas, flores y frutos; mientras más temprano se realice durante la temporada, más exitoso será desde el punto de vista de la calidad y condición de fruto. Este último es el segundo método más adecuado de regulación de carga.
Así entonces, el análisis de fertilidad de yema es una herramienta que permite evidenciar de mejor forma el estado reproductivo del huerto en un determinado momento de la temporada; es un factor fundamental para decidir sobre el tipo y la intensidad de las técnicas de regulación de carga que se ejecutarán; los resultados de dicho análisis, además, arrojarán datos evidentes que reforzarán la idea planteada al inicio: todas las temporadas son diferentes.
Es tiempo de poda
Nunca está de más recordar los conceptos de poda y regulación de carga. Por ello a continuación se presenta un pequeño resumen con definiciones de nuestro equipo técnico de Avium, como también los procedimientos más recurrentes en los manejos de las diferentes estructuras.
1. Poda de renovación
Dicha labor tiene como objetivo principal renovar la estructura “permanente” de la planta; es decir aquellas ramas que generan exceso de sombra y que ya no son protagonistas en la producción, pues carecen de centros frutales. Cabe señalar que en muchas ocasiones estas estructuras son jóvenes, “chupones” con exceso de vigor que una futura rama productiva no aprovechará.
Es relevante considerar que se debe “eliminar” este tipo de material con un “taco” de base, con el fin de alojar desde ahí las futuras renovaciones y evitar la pérdida de estructuras primarias de la planta.
2. Despunte de rama
Esta labor considera intervenir la madera de un año en invierno, o menos de un año en el caso que se realice en verde en primavera/verano; su objetivo es promover el desarrollo vegetativo justo detrás de la sección de corte. Dicho tipo de poda permite dar un “segundo aire” en el desarrollo de la nueva sección vegetativa, con lo que se evita el endardamiento prematuro.
Si bien hay quienes postulan que esta intervención de ramillas de un año promueve el “endardamiento”, es necesario aclarar que dicho concepto es errado y que incluso es exactamente lo contrario.
3. Recorte o rebaje de ramas.
Consiste en intervenir ramas en secciones de dos años o más, y busca un ajuste de carga temprana, con el fin de poder prescindir del exceso de centros frutales. Dicha intervención debe llevarse a cabo justo tras un anillo de cambio de año o en una sección que se genere auto soporte de ramas.
El concepto de auto soporte de ramas se refiere a que la fruta que contenga esa sección de ramas sea soportada por su estructura, asegurando el desarrollo vegetativo y generando un resultado más regular en términos de equilibrio en tamaño de frutos y composición de azúcares y nutrientes.
4. Raleo o extinción de yema
Conocido también como “raleo chino”, esta estrategia es por lejos la más efectiva, comparado con el raleo de flores y frutos ya cuajados. Su objetivo es reducir la carga frutal y, de paso, asegurar el equilibrio vegetativo de la planta. Además, este tipo de raleo es el modelo más seguro para recuperar plantas estresadas y en un círculo vicioso de debilidad permanente.
Para llevar a cabo esta estrategia es fundamental contar con los resultados del análisis de fertilidad de yemas, pues es una herramienta objetiva que permitirá definir la intensidad del raleo de éstas. Lo anterior también está asociado a la fertilidad de la variedad, portainjerto, sistema de conducción y además del vigor o debilidad de la combinación.
5.Raleo o extinción de dardos
En cerezos la extinción de dardos pasa a ser un error garrafal al momento de definir las estrategia de raleo o regulación de carga; si bien en otras especies frutales dicha práctica es común y exitosa, en esta especie en particular la eliminación de un dardo es la pérdida irreversible de un punto de fructificación.
¿Por qué? Ocurre que en los cerezos el dardo propiamente tal es la estructura frutal renovable año tras año, ya que contiene al menos, y comúnmente, una yema vegetativa que se encarga de generar hojas, y en sus axilas alojar nuevas yemas florales todas las temporadas. Por ello se debe considerar que la única extinción de dardos que se podría justificar, es la de una sección de anillo de cambio de año, con el fin de realizar un recorte o rebaje en esta zona.
Repasadas las estrategias de regulación de carga sólo resta reiterar la relevancia de tener claros los diferentes panoramas que presenta una y otra temporada, incluso en un mismo huerto o planta; ante ello los análisis de fertilidad de yemas son imprescindibles, pues con dichos resultados objetivos es posible tomar decisiones concretas y acertadas. Es importante, además, tener la información de cuaja proyectada de acuerdo a la combinación variedad/portainjerto y la información histórica de cada huerto, pues esto determina en gran medida las distintas labores que se realizarán (poda, raleos, etc.).
Por otra parte, se debe tener en cuenta que para llevar a cabo cualquier tipo de poda o estrategia de regulación de carga, es necesario contar con un huerto en óptimas condiciones desde el punto de vista fitosanitario, con sus programas al día, lo que permitirá el éxito de los manejos agronómicos antes descritos.
No olvidar además, que todo lo que se realice en el huerto debe llevarse a cabo con la mayor cantidad de información posible y siempre acorde a los objetivos productivos que se persiguen… Es momento de preguntarse hoy lo que se busca para la siguiente temporada.