Mientras el año pasado disfrutamos de un verano más cálido, impulsado por el fenómeno de El Niño, es momento de dirigir nuestra atención hacia el futuro inmediato de la agricultura.
Transición climática: de «El Niño» a «La Niña»
Se espera que la transición de «El Niño» a «La Niña» entre marzo y mayo de 2024 afecte los campos frutícolas con menos lluvias y más heladas. Aunque se prevé que «La Niña» sea débil, su coincidencia con la primavera podría perjudicar la floración y fructificación. La anticipación y una gestión estratégica del agua son clave ante este cambio climático.
La predicción precisa del clima es crucial para la gestión agrícola. A pesar de la disminución de certeza a largo plazo, es posible realizar proyecciones útiles hasta tres meses adelante.
¿Cómo se vienen las heladas?
Las heladas emergen como uno de los mayores desafíos, afectando cultivos esenciales. Estos eventos no solo comprometen la temporada actual, sino que también pueden influir en la salud y productividad futura de estas plantas.
- Cerezos: Particularmente vulnerables a las heladas desde agosto, afectando la floración y, por ende, la cosecha.
- Cítricos: Sus frutos y flores pueden sufrir daños significativos durante el invierno, impactando las futuras producciones.
- Paltos: Sensibles a las bajas temperaturas, con potencial para afectar negativamente el rendimiento y el crecimiento futuro.
- Viñedos: Las heladas pueden destruir brotes jóvenes y comprometer la calidad de la cosecha de vino.
Por suerte no estás solo
El 2024 presenta desafíos y oportunidades para la industria frutícola, enfatizando la importancia de la anticipación, adaptación y tecnologías avanzadas frente a la incertidumbre climática para lograr una agricultura sostenible y resiliente. Como equipo estamos aquí para ayudarte con los retos que presenta el clima durante esta temporada, así que no dudes en escribirnos si necesitas asesoría.