Conversamos con Carlos Tapia, Asesor especialista en producción de cerezas, Fundador y Director Técnico de Avium, y con Héctor García, Cofundador y Gerente General de Laboratorios Diagnofruit, quienes entregaron sus recomendaciones.
Sin duda las recientes precipitaciones y posteriores inundaciones que afectaron a la zona central de Chile dejaron en evidencia lo susceptibles a los embates de la naturaleza que pueden ser ciertos sectores; ciudades enteras quedaron bajo el agua y, a su vez, numerosos huertos de diferentes especies terminaron convertidos en verdaderos ríos.
El agua, tan escasa desde hace más de una década en la zona central, se convertía en protagonista de una compleja situación: huertos de cerezos inundados y una serie de preguntas que afloraban a medida que el agua avanzaba y avanzaba.
¿Qué hacer tras la inundación? ¿Es posible salvar a un huerto de cerezos que estuvo bajo 1,5 metros de agua, en algunos sectores, o que quedó con sus raíces expuestas?
“Primero que nada el apoyo a los productores que están en esta situación súper complicada, el registro que tenemos en algunos casos es bien dantesco y bien lamentable; nosotros como equipo hemos redactado un documento súper sencillo, de 5-6 puntos, que son la base para enfrentar esta situación. El primer punto, hacer aseo en el huerto, hay basura, residuos vegetales, arrastre de los ríos; hay líneas de riego que probablemente se van a tener que hacer o realizar mantenciones importantes, eso es lo primero”, señaló Carlos Tapia.
Las inundaciones generaron dos escenarios a nivel de suelo en los huertos; el primero de ellos, plantas que quedaron con sus raíces expuestas, producto del arrastre del agua, y el segundo, huertos embancados, con suelos con varios centímetros más altos que previo al evento climático.
“En el primer caso hay que volver a cubrir esas raíces, hay que apolcar para que esas raíces no se deshidraten, no se expongan y no mueran, y la planta siga viva. En la otra situación, donde quedó un nuevo suelo sobre el antiguo, probablemente bastante más arriba que el nivel original, mi recomendación para eso es oxigenar los cuellos, abrir una taza ornamental, pero no tiene mucho sentido remover todo ese suelo que se arrastró ahí, es prácticamente imposible”, agregó Tapia.
Problemas fitosanitarios
Una de las grandes preocupaciones de esta época del año son los problemas fitosanitarios en los huertos, tema que cobró aún más relevancia post inundaciones. Héctor García, Cofundador y Gerente General de Laboratorios Diagnofruit, coincide con Tapia en la necesidad de limpiar el huerto, como una de las primeras labores a realizar tras el evento climático.
“Hemos estado mirando la situación, hoy hay que tratar de limpiar los huertos, es una tarea no fácil, cara probablemente, porque hay algunos que quedaron como árbol de pascua, quedaron llenos de residuos y eso impide que cualquier aplicación que quieras hacer llegue a las heridas; hoy, probablemente lo más riesgoso es que los restos que circulaban por el agua hayan generado heridas en la madera, incluso hemos visto que se llevó yemas el agua, entonces está lleno de heridas, por ahí pueden entrar hongos de madera principalmente, si hay peak de temperatura las bacterias van a hacer su caldo de cultivo, pero tampoco saco mucho en ir a aplicar, entonces hay que hacer ese trabajo primero, evaluar, limpiar”, explicó García.
¿Debe modificarse el programa fitosanitario debido a las inundaciones? Carlos Tapia, asesor especialista en producción de cerezos, responde a esta interrogante: “Con respecto al programa fitosanitario debiéramos en situaciones especiales de complejidad incorporar quizás algún fungicida biológico a las aplicaciones de invierno, aparte de las aplicaciones cúpricas que se hacen normalmente; y lo último, tenemos que hacer nuevos análisis de suelo en ese tipo de huertos, el suelo es otro, cambió completamente, entonces tenemos, entonces tenemos que ver cuál es nuestro suelo y cómo vamos a rearmar los programas de suelo que teníamos preestablecidos”.
Dichos análisis deben realizarse de aquí a agosto, con el fin de reformular, en caso que sea necesario, los programas de suelo que debieran partir las primeras semanas de octubre.
Con respecto a las aplicaciones que requieren los huertos de cerezos post inundaciones, Héctor García, también entregó recomendaciones: “Hoy estamos recomendando partir con cobres y hacer algunas aplicaciones con fungicidas de amplio espectro, que sirvan para bajar la carga de inóculo total; después tenemos que seguir mirando, puede aparecer phytophtora en algunos casos, estos hongos son de suelo y si hay mucha agua dando vuelta encuentran su momento, si bien no son hongos de invierno, pero hoy no sabemos el clima, pues hay días que son bien templados; hay que estar atentos, monitoreando, viendo los cuellos. Si no se puede entrar con el tractor hay que hacer aspersiones con bombas de espalda y lo que es phytophtora es un poco más complejo, lo vamos a seguir mirando, porque llegar al control ahí necesita otras cosas, pero por lo pronto, cubrir heridas sobre todo, mirar si se doblaron las plantas, hay que ir a observar y hacer aplicaciones directas eventualmente, puede ser pintura también, ayudar a cicatrizar para que no penetren estos hongos, bacterias, eso es lo más urgente”, concluyó Héctor García.
Ambos especialistas recomiendan hacer un análisis completo del huerto, considerando que cada caso es diferente; confeccionar una lista de prioridades y resolver cada una de ellas, teniendo presente su nivel de urgencia, de cara a la próxima temporada de cerezas