La generosidad de los papás puede perdurar en nosotros. A propósito de la última clase en la
Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile.
La “Mamá Cleme” estaba cortando unas ramas de su planta favorita, una peonia; yo era pequeño y con preocupación le pregunté porque hacía eso; ella con mucho cariño y paciencia me explicó de manera muy fácil que lo hacía para que la nueva planta creciera con más y hermosas flores nuevamente. Eso me impactó mucho y decidí guardarlo como aprendizaje para poner en práctica en el futuro, sin saber hasta entonces, que mi vida profesional estaría ligada al agro y que constantemente vería cómo las podas, las mismas que hacía “Mamá” Cleme”, eran un relevante manejo agronómico de los huertos. ¡Cuánta sabiduría!
La “Mamá Tere”, por su parte, no cesaba de trabajar y tenía sólo algunos minutos de su vida para compartir. Era en esos escasos momentos que aprendí que la intensidad, la eficiencia y la eficacia con la que ocupo el tiempo es fundamental para realizar todo en la vida, sobre todo amar. Hoy uso a menudo la eficiencia y eficacia para desarrollar las recomendaciones en todo aspecto en el área agrícola.
“El Papá” preparaba la mejor leche con café y los mejores huevos revueltos para el desayuno. Los mejores días de pesca, recorrer serpenteantes lugares del río y comer los más deliciosos sandwich de queso “amarillo”.
¿Por qué les hablo de ellos? Bueno, ninguno está físicamente hoy en la tierra, pero todos coincidentemente pensaban que yo podría dedicar mi vida a algo importante. Y no se equivocaron, porque ser parte de quienes contribuyen con un grano de arena a la producción de alimentos es algo maravilloso.
Hoy quiero compartir algunos datos que pueden ser útiles y que “no están en los libros”, tal como la receta del “papá”, los consejos de “Mamá Tere” o las enseñanzas de “Mamá Cleme”. Aquí les dejo algunos de ellos:
-Tiempo “promedio” para asistir un árbol de cerezas en aplicaciones foliares: 1,5 seg/árbol.
-Velocidades de avance: dependiendo de las cualidades del campo, la distancia de plantación,
condiciones climáticas y plaga o enfermedad objetivo de control: entre 5,5 y 6,5 km/hora.
–El mejor equipo para aplicaciones: Todo aquel que esté con todos sus componentes en buen
estado y con mantenciones periódicas.
–Aplicaciones con Drones: No están actualizadas las etiquetas de productos usados en
producción frutícola para esta forma de aplicación aérea. El gran desafío para la industria y
los futuros técnicos.
–Las mejores Boquillas: aquellas que tengan garantía de fabricación. Reemplazar cuando se
desgasten (medir su caudal).
-Volumen de agua recomendado para aplicaciones: dependerá de los estados de desarrollo y
no de “solo bajar los volúmenes de aplicación”. Podemos realizar aplicaciones invernales desde 500 a 800 L/ha; en floración y cuaja desde 750 a 1000 L/ha; crecimiento de fruto a cosecha: desde 1000 a 1200 L/ha. Postcosecha: 1000 L/ha. Para los casos excepcionales (control de escama, arañitas) podemos usar desde 1500 a 2000 L/ha.
–Recurso humano: siempre mantener capacitados a los operadores y encargados de aplicaciones; aún no tenemos equipos autónomos en nuestra fruticultura. Este también es un gran desafío para el futuro.
-Dosis por concentración o mínimo por hectárea: la gran pregunta y cuya respuesta deberíamos encontrar en la industria química que desarrolla sus recomendaciones de aplicación (respetar siempre las etiquetas).
Peulla, junto al equipo de Smartcherry, les desea que tengan una extraordinaria temporada de producción y cosecha. Por último, quiero aprovechar esta columna para agradecer eternamente a mis padres por su infinito amor.
