Durante la postcosecha se producen una serie de importantes procesos en las plantas de cerezos, tales como la inducción y diferenciación floral, acumulación de reservas carbonadas y nitrogenadas, recuperación del sistema de raíces, entre otros. Por ello es fundamental que los manejos que se realicen durante esta etapa estén orientados a optimizar el huerto para la próxima temporada.
Una de las grandes amenazas de la postcosecha son las altas temperaturas y escasez hídrica que pueden generar, entre otras consecuencias, el cierre estomático prematuro de las hojas en árboles frutales, lo que incide directamente en el intercambio gaseoso y la capacidad de movilizar asimilados.
AM Ecological te invita a conocer sobre WALLSUN 33®, una solución que protege de manera efectiva los cultivos de los daños ocasionados tanto por la radiación solar, como aquellos generados por estrés térmico, que van a afectar el normal metabolismo de las plantas.
El estrés térmico en los cultivos es un problema real y extendido en la agricultura que ha ido aumentando año tras año producto del cambio climático y el incremento de la temperatura terrestre, lo que ha tenido gran impacto en la producción, la calidad y la condición final de frutales y cultivos. Tradicionalmente esta problemática se ha enfrentado con el uso de los llamados protectores solares, productos que por su capacidad de reflejar la luz del sol, reducen el impacto negativo de los rayos UV sobre la piel de hojas, frutos y brotes; estos protectores solares están formulados básicamente con suspensiones en base a caolinas y/o silicatos, los que, una vez aplicados, tienen la capacidad de reflejar los rayos de sol gracias a la formación de una gruesa película blanquecina sobre la superficie de los órganos tratados. La eficacia de estos tratamientos es variable y dependerá de la calidad y granulometría de los productos aplicados, de la efectividad de la aplicación y del período de protección logrado con los productos, y si bien es posible observar resultados en términos de disminución del daño por golpe de sol, otros efectos adversos del estrés térmico (como por ejemplo, el cierre estomático), no pueden ser evitados efectivamente, produciéndose igualmente daño en los cultivos. Adicionalmente existen otras consecuencias indeseables, como por ejemplo la dificultad en retirar los restos de productos desde las frutas tratadas, la formación de manchas e incluso el incremento en la incidencia del ataque de ciertas plagas como lo son las arañitas fitófagas.
El estrés térmico es un proceso complejo, que afecta la productividad del cultivo y su nivel de eficiencia en el uso de los recursos, siendo el agua uno de los más afectados; la regulación hídrica de la planta, fundamental para la integridad y funcionalidad de la misma, se expone cada vez que las altas temperaturas y la radiación solar obligan al vegetal a trabajar al máximo de su capacidad, pues la tasa de absorción de agua desde el suelo responde directamente al calor y a la luz, entre otros factores; esta es impulsada hacia las raíces por el diferencial de potencial hídrico que se genera principalmente en las hojas debido a la transpiración, proceso mediante el cual las plantas liberan agua a la atmósfera. Este mecanismo asegura que la planta se mantenga hidratada y en buenas condiciones, y la regulación de este dependerá de la disponibilidad de agua en el suelo, de la condición de las raíces, el control de la apertura estomática, la condición de la piel y cutícula de hojas, y el estado nutricional como factores más importantes. En la mitigación de los efectos adversos que pueden ocasionar los episodios de estrés térmico, el rol del agua y el equilibrio hídrico es clave ya que si la planta no es capaz de mantener la transpiración activa no podrá tampoco absorber agua desde el suelo, lo que tendrá efectos adversos sobre la capacidad de disipar el calor o movilizar nutrientes.
Considerando la importancia de mantener el equilibrio hídrico como base de cualquier estrategia para mitigar los daños producto del estrés térmico, AM Ecological pone a disposición WALLSUN 33®, herramienta que protege de manera efectiva a los cultivos de los daños ocasionados tanto por la radiación solar (protección externa), como aquellos derivados de la pérdida excesiva de agua e interrupción de la corriente transpiratoria (protección interna), ya que el efecto primario de WALLSUN 33® sobre las plantas es la regulación de la apertura estomática.
WALLSUN 33® es el único producto de su categoría formulado en base a elementos nutricionales fundamentales para las plantas (calcio y magnesio), lo que permite el uso con una finalidad doble propósito: prevención estrés térmico + nutrición foliar; esta característica única de WALLSUN 33® representa un beneficio indiscutible para los agricultores, permitiéndoles ahorrar en la cantidad de aplicaciones por temporada y optimizar el uso de sus equipos. WALLSUN 33® está recomendado para uso en cerezos en pre y postcosecha, además de plantas nuevas.
Para recomendaciones de uso específicas de WALLSUN 33®, consulte con nuestro departamento técnico o nuestros agentes zonales.
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