Aunque China es el mercado por excelencia para la cereza, la industria trasandina lleva un par de años construyendo un plan de variación de exportaciones que tiene, también, a Estados Unidos y Europa como los principales receptores de las 7.000 toneladas anuales que producen de este fruto.
En Argentina poco a poco comienza a tomar forma la temporada de cerezas con las primeras puntas verdes en algunos huertos de Lujan de Cuyo, en Mendoza; los trasandinos ven con buenos ojos lo que se avecina y, a diferencia de los productores chilenos, se toman con más calma este proceso, lo que claramente tiene relación con el tamaño de su industria cerecera. Mientras Argentina exporta 7 mil toneladas al año, Chile 356 mil, de las cuales cerca del 90 por ciento tiene como destino China.
Si bien al otro lado de la cordillera existe cierta presión por el “adelantado” Año Nuevo Chino, la industria hace años optó por diversificar los mercados, teniendo a Estados Unidos y el gigante asiático como principales compradores, pero manteniendo a Europa muy cerca en el tercer lugar.
“La última temporada de exportaciones, el principal mercado fue EE.UU., no China. El fuerte del envío a Asia es la fruta primicia, sobre todo de las provincias de Río Negro y Neuquén. Después, todo lo de Patagonia sur se destina a otros mercados”, destacó Aníbal Caminiti, Gerente de la Cámara Argentina de Productores de Cereza Integrados (CAPCI) en conversación con Smartcherry. “Nosotros tenemos destinado un 35% de las exportaciones a Norteamérica, un 35% a China, un 22% a Europa y un 6 o 7% al mercado de Medio Oriente”, agregó.
La cartera y el modelo de trabajo es propio de la industria argentina. De hecho, en los últimos años han comenzado a abrir nuevos mercados. “Para sobrellevar y, previendo lo que podía llegar a ocurrir con los chinos (Año Nuevo adelantado, además de problemas logísticos), hemos incrementado nuestra participación en otros mercados: en Singapur aumentamos nuestra cobertura en un 40% en la última temporada, mientras que en Emiratos Árabes un 42%. Nuestra lógica es trabajar China, pero sin descuidar otros mercados”, confesó Caminiti.
“Creo que el mercado chino sigue siendo muy importante, llegando con buena fruta y de calidad”, agregó Alejandro Zimmermann, Presidente de la CAPCI, mientras analizaba las proyecciones para esta temporada.
Año Nuevo Chino “adelantado”
Si bien la industria argentina tiene y busca nuevos destinos de exportación, un evento que marca al mundo de la cereza es el Año Nuevo Chino, incluso para los trasandinos que exportan sólo un 35 por ciento de su producción al gigante asiático. “Esta temporada es un tema, estamos tratando de salir antes. De momento, el invierno nos ayudó. Si hubiésemos tenido un invierno cálido, no íbamos a llegar antes. Estamos trabajando con todo lo que es logística aérea, ya que el espacio en dicho medio no es el mismo que hasta hace 3 años atrás antes de la pandemia. Hay que trabajar y organizarse en conjunto un poco más para llegar a los destinos lo antes posible, intentando hacer también algunos envíos marítimos”, manifestó Zimmermann.
Desde el otro lado de la cordillera, esperan que esta temporada cambie respecto de la anterior, en la que el invierno cálido les jugó una mala pasada con la fruta temprana, la que constituye casi el 70% de la producción. Este año, la situación es similar a la chilena. “Ya se ven yemas muy marcadas y en muy buen estado. Esperamos que con el invierno que tuvimos, las aplicaciones de dormancia y las horas frío aconsejadas, poder salir más temprano. El tema es salir antes, pero con fruta de calidad, y así cumplir con los mercados que ya todos sabemos”, concluyó el Presidente de la Asociación de Productores.