En Chile, la plantación de cerezos se extiende desde Coquimbo hasta la Región de Aysén, concentrándose más del 80 por ciento de la producción entre las regiones de O’Higgins y Maule. En los últimos años, la superficie destinada al cultivo de cerezos se ha triplicado, impulsando la implementación de nuevas tecnologías e innovación para garantizar un producto de calidad, que cumpla con los exigentes estándares de los mercados de exportación, principalmente China.
Los eventos climáticos adversos, como heladas, fuertes vientos, lluvias o granizos, representan una amenaza constante para la agricultura, afectando especialmente la producción y calidad de las cerezas. La cobertura mediante carpas se ha convertido en una solución clave para enfrentar estos desafíos, contribuyendo significativamente al repunte económico de los productores. Estudios nacionales e internacionales destacan los beneficios de esta tecnología, incluyendo el aumento del tamaño de la fruta, la reducción de la partidura y la disminución de enfermedades en precosecha.
Fruteck, garantía y protección certificada
Uno de los sistemas de protección más comunes es el denominado “a dos aguas”, compuesto por dos paños de carpas unidos en la cumbrera por conectores ovales y una piola guía, en donde las dimensiones de las carpas se determinan según el marco de plantación.
Es debido a lo anterior que Fruteck, gracias a la calidad de sus productos y el trabajo colaborativo con proveedores europeos que garantizan la mejor calidad y durabilidad, han podido distribuir carpas que cuentan con filtro UV y certificaciones que aseguran su procedencia y eficacia en la protección del cultivo.
Cabe señalar que el sistema de cobertura mediante carpas se ha demostrado como un aliado indispensable para los productores de cerezas, minimizando riesgos y maximizando la producción, lo que asegura excelentes retornos económicos y también un futuro próspero para la agricultura chilena.