Por: Héctor García O., Co-Fundador y Gerente Gral. Laboratorios Diagnofruit Ltda, Miembro SOCHIFIT y AMICH. hgarcia@diagnofruit.cl
Sin duda la temporada 2020-21 ha estado marcada por los virus, SARS-CoV-2 nos ha tenido viviendo una verdadera pesadilla de la que aún no despertamos. Una FakeNews aparecida en China, que señalaba una contaminación de cerezas con partículas de coronavirus, generó una reacción extremadamente negativa sobre las ventas, varios días sin movimiento y no solo de fruta chilena, la que solo pudo ser revertida luego de una estrategia público-privada. A la fecha no tenemos claridad sobre el inicio de esta falsa noticia, quizás pudo estar inspirada en el trabajo de vigilancia del estado Chino sobre presencia de virus vegetales o fitovirus en nuestras cerezas lo que provocó una confusión; por este motivo debemos atender con máxima importancia estos fitopatógenos, ya que no solo son posibles generadores de pérdidas directas en nuestros huertos, sino también, pueden ser generadores de barreras para arancelarias en nuestros mercados de destino.
¿Qué sabemos de virus en cerezos en Chile?
La investigación sobre virus en plantas de frutos de carozo en Chile comenzó hace varias décadas y probablemente la detección de Plum pox virus (PPV), en 1992, ha sido a la fecha el hallazgo más relevante, ya que éste es considerado el virus de mayor impacto sobre la producción en Prunus, además de ser considerado un patógeno cuarentenario en importantes mercados, por ejemplo China; sin embargo, como detallaremos más adelante, este fitovirus no ha sido detectado en cerezos en nuestro país.
Con el crecimiento exponencial de plantaciones de cerezos en nuestro país, se ha vuelto relevante la investigación en esta especie y la generación de proyectos de diversa índole para, por ejemplo, la obtención de plantas libres de Virus, lo que ha permitido generar información de base sobre el estatus fitosanitario en la especie.
En octubre de 2011, luego de una colecta de hojas sintomáticas de cerezo desde las regiones de O’Higgins y Del Maule fue posible detectar por primera vez Cherry necrotic rusty mottle virus (CNRMV) en Chile en 6 de 21 muestras, reporte que también fue el primero para Sudamérica según investigadores del Laboratorio de Fitovirología de la Universidad de Chile.
Las hojas presentaban manchas necróticas angulares marrones, cuyo centro muchas veces se desprendía, lo que puede ser confundido con ataques de tiro de munición o Pseudomonas. Al mismo tiempo se realizaron análisis para otro virus común de cerezos, Cherry green ring mottle virus (CGRMV) donde 10 de las 21 muestras fueron positivas y en 5 de éstas la infección fue mixta.
Años más tarde, en la primavera de 2016, una nueva prospección fue realizada a 19 plantas, aunque en dicha oportunidad se ejecutaron análisis genómicos más profundos, que permiten una exploración de todo el material genético viral presente y luego cotejar con bases de datos, permitiendo identificar la más amplia gama de fitovirus presentes en las muestras (Análisis HTS).
De esta forma 1 muestra fue ratificada positiva para Plum bark necrosis stem pitting-associated virus (PBNSPaV) y 14 para Cherry virus A (CVA) mostrando una prevalencia del 74% de este último patógeno. Ambas detecciones constituyen el primer reporte en Chile y Sudamérica de PBNSPaV y CVA en cerezos.
Casi al mismo tiempo, en prospecciones realizadas entre 2015 y 2016, un importante patógeno fue detectado en Chile, probablemente al nivel importancia de PPV, correspondiendo al virus que genera Little cherry disease (LChD). Sin embargo, LChD, posee dos variantes descritas a la fecha, Little cherry virus 1 (LChV-1) y Little cherry virus 2 (LChV-2), siendo la variante 2 la relacionada a pérdida de productividad y calidad de la fruta; LChV-1 solo generaría síntomas en algunas variedades susceptibles y en otras provocaría síntomas menores o simplemente no causaría síntomas.
Para suerte de nuestra industria, la detección en Chile fue positiva solo para LChV-1, lo que obviamente no nos debe dejar de preocupar, ya que su propagación mundial se debe a material vegetal contaminado, considerando que a la fecha no se conoce vector, lo que nos debe poner alertas ante nuevas introducciones.
Cambio Climático, Multi-infección y Manejos Productivos
En muchos casos, a pesar de que existen virus infectando las plantas, estos no generan sintomatología identificable que podamos asociar a su interacción con el vegetal. Esto puede deberse tanto a la especie viral como a las variedades o portainjertos tolerantes, las cuales pueden soslayar de manera eficiente los efectos perjudiciales de muchos de los virus mencionados.
Pero el estado de equilibrio descrito se rompe cada vez con mayor facilidad, fundamentalmente, según nuestra visión, por tres factores: Cambio Climático, infecciones de varios virus en una misma planta y rendimientos en su techo productivo.
En los últimos 3 veranos, las olas de calor se han multiplicado de forma exponencial, incluso las podemos observar en primavera. El estrés provocado en las plantas, si bien es difícil cuantificar de una temporada a otra (presencia de frutos dobles puede ser una buena evidencia), provocaría mayor susceptibilidad y aparición de síntomas asociados a virus en la primavera siguiente; hemos observado en sectores de huertos donde los manejos son precarios síntomas como manchas en frutos en color pajizo, asociados a virus como Prunus necrotic ringspot virus (PNRSV) o los descritos CNRMV y CGRMV (Foto 1). La facilidad de que se presenten estos síntomas también se asocia a la entrada en plena producción de nuestras plantas, rendimientos que también los últimos años han sido altos, situación que se ha dado cada vez de forma más rápida y sostenida en Chile, debido al alto grado técnico alcanzado por nuestra industria.

Como ya se describió, la presencia de varios virus en una misma planta es una situación bastante común y lo hemos podido evidenciar en el proyecto liderado por Diagnofruit sobre Muerte de Plantas de Cerezos, donde exploramos, con la colaboración de Dr. Alan Zamorano, fitopatólogo de la Universidad de Chile, diversos agentes etiológicos que generan enfermedades graves para nuestras plantaciones. Los primeros resultados arrojan que un 30% de las plantas analizadas poseen más de 1 virus (Gráfico 1). Este hecho también podría ser un precursor de sintomatologías más agresivas, un reciente reporte en Japón describe la presencia de al menos 6 virus en plantas, entre los cuales destacan LChV-1, LChV-2, CNRMV, CGRMV, CVA lo que claramente bajo un escenario de estrés se transforma en una bomba de tiempo.

Cerezos y PPV, distintas razas y una distribución acotada
Plum pox virus es el agente causal de la Enfermedad de Sharka, la más grave virosis que afecta Prunus. Su diseminación en campo ocurre a través de áfidos en forma no persistente, esto significa que, con solo una picada de prueba en una planta infectada, el áfido es capaz de transmitir el virus a una segunda planta sana.
Oficialmente, existen al menos 9 variantes de PPV, descritas como razas (D, M, Rec, T, An, EA, W, C, y CR). De las más comunes, la Raza M es la que genera sintomatología más severa y la Raza D, las formas más leves de enfermedad; para buena suerte de nuestra industria, a la fecha solo se presenta la Raza D en Chile (enfermedad bajo control oficial desde 1994 de acuerdo con la Resolución 796 del Servicio Agrícola y Ganadero y todas sus modificaciones, Resoluciones 534 y 4906) y para suerte del productor de cerezas la raza D no afectaría a esta especie.
De las 9 razas de PPV, 3 se asocian a enfermedad en cerezos, las denominadas PPV-C (Cherry), PPV-CR (Cherry Russian) y PPV-CV (Cherry Volga); la última raza fue recientemente propuesta lo que generaría un total de 10 variantes. Las razas CR y CV solo han sido detectadas en Rusia. PPV-C fue identificado inicialmente en países de la ex Unión Soviética, como Moldavia, Bielorrusia y Rusia; para luego ser detectado en Rumania, Hungría, Croacia y Alemania. La mayor parte de estas detecciones se realizaron en árboles individuales dentro de los huertos, por lo tanto, aún se desconoce la importancia epidemiológica del virus en cerezos.
Para concluir, que una FakeNews genere tal impacto sobre la venta en un mercado y que esta se detenga de un día para otro, nos debe mantener alerta sobre cualquier otro tipo de situaciones similares. Por lo tanto, la vigilancia de virus en vegetales, que sería el inicio de la confusión en China, es vital para mantener un comercio que permita la sustentabilidad de nuestra industria y continuar siendo una potencia agroalimentaria evidencia de esto es la ausencia de PPV y LChV-2 en nuestros cerezos. El SAG es el ente oficial en Chile de vigilancia, sin embargo, el mundo privado debe hacer todo lo posible para mantener un ecosistema libre de plagas y enfermedades, siguiendo las normativas establecidas, impulsando nuevas directrices y apoyando la investigación local desde la ciencia básica hasta la aplicada.