El potencial productivo del cultivo del cerezo se establece muy pronto comenzada una temporada de cosecha, esto ya que existen procesos fisiológicos que define la siguiente temporada como son la inducción y la diferenciación floral, considerados entre aproximadamente los 70 y los 140 días después de plena flor (DDPF).
En la etapa de floración puede existir diferencias de apertura floral en condiciones normales de alrededor de una semana, tiempo que es suficiente para determinar la fecundación y una posterior cuaja de frutos. Este período de tiempo es fundamental para entender todos los procesos de fructificación del cultivo del cerezo ya que la expansión en distintas latitudes resulta un cultivo muy errático y que generalmente se atribuye a factores ambientales.
La vida fugaz de la flor del cerezo contrasta con el largo período de desarrollo floral antes de la floración. Este proceso extenso de desarrollo previo de la floración se lleva a cabo durante aproximadamente ocho meses desde el verano del año anterior hasta la floración de la primavera siguiente; esto se debe en parte al hecho de que el desarrollo de las flores se detiene en invierno, hay un tiempo inactivo de las flores, y el crecimiento se reanuda después del período de dormancia.
La dormancia es primordial para la floración y el potencial productivo de un huerto. Cuánto más horas de frío “absorba” la planta va a tener un mejor despertar y un mejor desarrollo fisiológico y fenológico al inicio de la temporada.
La diferenciación de la yema floral se produce en una etapa de tiempo hacia fines del verano e inicio de otoño (aproximadamente entre 110 y 140 DDPF) dependiendo la zona climática en donde se esté cultivando. Luego de la dormancia, la diferenciación la expansión y el desarrollo final de la flor ocurre cuando las temperaturas vuelven a aumentar en primavera y comienza el desarrollo fenológico del cultivo.
En cuanto a la latencia de las yemas de flor, estos se dejan de desarrollarse y entran a una etapa inactiva denominada endodormancia (fase central de la dormancia) en donde hay una adaptabilidad a bajas temperaturas invernales. Posteriormente una vez que se cumplen los requisitos y las transiciones de endodormancia y ecodormancia no es una respuesta inmediata para activar su desarrollo y que necesita un período de temperaturas cálidas para reactivar dicho proceso luego de los requisitos de horas frío para cada cultivar en cerezos.
“La primera fase de la dormancia que es una fase de aclimatación se llama ecodormancia considerando más o menos que el mes de mayo o las primeras tres semanas de mayo podría corresponder a este proceso de aclimatación. La segunda fase de la dormancia y desde el punto de vista fisiológico, la más importante se llama endodormancia y que términos de fecha se podría extender entre la última semana de mayo y la tercera o cuarta semana de junio. La endodormancia es muy importante, ya que corresponde a lo que podríamos decir “el sueño profundo” de la planta donde se tienen que acumular una cantidad de horas de frío y que son horas de frío de muy buena calidad. Se habla en estudios chilenos que si en la endodormancia se superan las 200-250 quizás 270 horas de frío en el modelo clásico 7,2°C es un muy buen indicador de dormancia o de acumulación independiente del número final de acumulación” señaló Carlos Tapia, director técnico Avium.
Este proceso final de dormancia puede ser interrumpido artificialmente mediante la utilización de agentes exógenos como rompedores de dormancia químicos, entre ellos cianamida hidrogenada y algunos alternativos como Erger®, Siberio®, Fiore® y Syncron®; considerando la particularidad de uso y el objetivo buscado dependiendo de cada situación.
“La última parte de la dormancia se llama paradormancia y se podría entender como el mes de julio que es otro mes de aclimatación y que en términos teóricos y técnicos decir que la época de dormancia termina teóricamente el 31 de julio, sin embargo, el término de la dormancia podría ser artificial desde el punto de vista de manejo desde el momento que nosotros mismos decidimos aplicar productos quebradores de esta dormancia como cianamida hidrogenada y otros productos que van en el mismo nicho de acción. Es muy importante el seguimiento de lo que es la evolución del frío en esta época de dormancia principalmente en la endodormancia.” agregó Tapia.
Finalmente recalcó el experto; “una buena acumulación de frío es un índice de fertilidad en la planta, es un indicador para que la planta empiece con mucha fuerza y con mucha energía la temporada siguiente, es un indicador de muy buenas floraciones, floraciones homogéneas, flores con vigor, flores dispuestas tanto a promover polen como a recibir ese polen, por lo tanto es el primer antecedente técnico que debiéramos tener como antecedente o como parámetro para poder chequear algunos indicadores de potencial productivo.”
Referencias bibliográficas
- – Carlos Tapia- Comunicación personal.
- – Cherries, botany, production and uses- Edited by: José Quero-García, Amy Lezonni, Joanna Pulawska and Gregory Lang.
- – DNA methylation and small interference RNAs participate in the regulation of MADS-box genes involved in dormancy in sweet cherry (Prunus avium L.) – Karin Rothkegel Evelyn Sánchez Christian Montes Macarena Greve Sebastián Tapia Soraya Bravo Humberto Prieto Andréa Miyasaka Almeida.