Aunque esta temporada hemos enfrentado precios más bajos de lo esperado, es fundamental no perder de vista la importancia de seguir invirtiendo en la calidad de la fruta. La calidad siempre debe ser nuestra prioridad, y es importante que no dejemos de prepararnos para lo que viene. La inversión no puede reducirse.
Durante este tiempo hemos sido testigos de muchas mejoras en todo el proceso productivo: desde la cosecha, el acopio y el transporte, hasta la recepción, las cámaras de materia prima y la industria en general. Con más de 15 años de experiencia en este sector, sabemos que la fórmula es clara: no se trata de inventar algo nuevo, sino de ser minuciosos y consistentes en lo que hacemos.
Un mensaje de resiliencia y mejora continua
Es importante no dejarnos desanimar. Los compradores chinos, que siguen siendo nuestro principal mercado, siempre están buscando lo mejor en cuanto a calidad. Para satisfacer sus exigencias, debemos comprometernos con la mejora continua, evaluando constantemente cómo podemos perfeccionar cada etapa del proceso.
China valora muchos aspectos específicos de la cereza, desde las variedades más tempranas hasta características como el calibre, el color y los pedicelos verdes, entre otros atributos. Para ellos, cada detalle cuenta.
Por eso, los invito a compartir experiencias, conocimientos y tecnologías. En Chile somos una sola voz como productores de cerezas, y China es nuestro principal comprador. Juntos, podemos mejorar la calidad de nuestra fruta y, por ende, nuestra competitividad en el mercado.
Pensar en lo que necesita la cereza, no lo que necesitamos nosotros
Debemos siempre trabajar para hacer las cosas mejor, no por nosotros, sino por lo que la cereza realmente necesita. Si logramos mejorar nuestros procesos pensando en su bienestar, eso se reflejará directamente en la calidad y la condición de la fruta que llega a destino, asegurando que nuestros productos sigan siendo valorados y demandados por los mercados más exigentes.