Por: Claudio Farias, Market Developer Curicó-Talca Corteva Agriscience; Constanza Lozano, KAM VII Región – Corteva Agriscience.
Llegar a la temporada de cosecha con un huerto libre de malezas, es lo que todo fruticultor desearía, sin embargo, muchas veces esto se escapa de la realidad. Durante la temporada, se priorizan otras labores como control de plagas y enfermedades, fertilizaciones, podas, raleos, preparación para la cosecha, etc., y finalmente el programa de control de malezas se reduce a aplicaciones más bien reactivas o “a calendario” en el caso de los herbicidas residuales.

Es por ello que una planificación temprana en control de malezas, con aplicaciones en el momento oportuno es clave para optimizar los recursos, minimizando el número de aplicaciones y aumentando la eficiencia de cada una de ellas. ¿Por qué hacerlo? Porque permite mantener el huerto limpio hasta la cosecha, disminuyendo la presión de malezas en el mediano-largo plazo, a un costo razonable, con el mínimo de intervenciones posibles y bajo un esquema de manejo integrado (diferentes MOA).
Dentro de esta planificación, sin duda, es clave la aplicación de herbicidas residuales (suelo-activos), pero es importante realizar una aplicación eficiente y eficaz, por lo que en este artículo se abordarán algunas consideraciones importantes del control de malezas en invierno.
Consideraciones para el control de malezas en el invierno
Cuando se habla de un programa de control de malezas, buscamos disminuir su presión en el huerto, por lo que resulta fundamental el control de aquellas especies provenientes de semillas, previo a su emergencia.
Estas malezas anuales germinan principalmente en invierno y primavera, por lo que es esencial su control durante los meses de otoño-invierno. Para ello se recomienda el uso de herbicidas residuales (suelo – activos), los cuales previenen la emergencia de estas malezas, al actuar sobre sus primeros estadíos.
Al ser una aplicación pre emergente es importante considerar algunos aspectos tales como:
- Banco de semillas
- Elección del herbicida
- Dosis
- Incorporación
- Aplicación
- Degradación y lixiviación
Respecto al banco de semillas, si realizáramos con un microscopio un perfil de suelo desde la superficie hasta 50-80 cm, se podría observar que a lo largo de este hay un gran banco de semillas en las distintas profundidades, de distintas edades, la mayoría de ellas dormantes, sin embargo en los primeros 3-5 cm de suelo está el denominado “Banco de semillas activo” (Alister, Kogan, 2018) que son aquellas semillas que irán germinando y emergiendo año a año y por lo tanto son el foco del control con suelo activos.

La incorporación de los herbicidas suelo activo es clave en los días posteriores a su aplicación, para ello es fundamental la presencia de precipitaciones mínimas de 5 mm (ideal contar con 10 mm de agua caída post aplicación). Esto permite que el herbicida se distribuya en el perfil del suelo, permitiendo llegar a este banco de semillas activo.
Independiente de la forma de aplicación (moto, tractor con barra, bomba de espalda, etc), lo importante es lograr un adecuado cubrimiento del suelo, considerando aspectos como: dosificación, boquillas, manejo antideriva, velocidad de aplicación, etc.
En cuanto al herbicida suelo activo, la elección del producto a usar es clave al momento de realizar las aplicaciones durante este periodo. La decisión debe considerar factores como: etiqueta (utilizar únicamente herbicidas con etiqueta para el frutal), espectro de acción (qué malezas controla), movimiento del herbicida en el suelo (que tanto se mueve más allá de los primeros centímetros), adsorción a los coloides del suelo (duración del control), restricciones de uso indicadas por el fabricante (algunos herbicidas tienen restricciones durante los primeros años post plantación, información que se encuentra en las etiquetas).
Para una buena elección es necesario entender algunos conceptos relacionados a características físico químicas de los herbicidas tales como:
- Vida Media (DT50): mide la persistencia de un herbicida en el suelo. Este valor indica el número de días en que la dosis aplicada se reduce a la mitad. Por ejemplo, si un herbicida tiene DT50= 40 días y se aplicaron 3 L/ha, al pasar 40 días en el suelo habrá 1.5 litros. Este valor no se relaciona directamente con el período de control de malezas en el suelo por parte del herbicida, ya que por ejemplo, el ingrediente activo Pendimetalin posee un DT50 de 182 días (IUPAC, 2024), y su período de control no supera los 60 días.
- Constante de Adsorción (Koc): indica la retención del ingrediente activo en la materia orgánica y arcillas del suelo. Mientras más alto sea su valor, mayor será la retención.
- Solubilidad: representa la cantidad de una sustancia capaz de disolverse en un solvente. Como ejemplo práctico para herbicidas residuales, mientras mayor sea su valor, más soluble será y necesitará menos agua para activarse en el suelo.
- Índice de GUS (Groundwater Ubiquity Score ): es una herramienta que permite clasificar los herbicidas en función del riesgo de lixiviación hacia el agua subterránea. Integra la vida media y koc de una sustancia activa, mientras más bajo sea el valor, menor es el riesgo de lixiviación.
Para terminar de definir una aplicación de herbicidas suelo-activos es importante, además de los conceptos anteriores, integrar información de los suelos, específicamente los valores de materia orgánica, arcillas y capacidad de intercambio catiónico que deben cumplirse para realizar una aplicación de herbicida residual. Estos valores son los siguientes: Materia orgánica 1.5%, CIC 10 meq/100 g de suelo y 10% de arcillas. Esta información debe estar disponible en cada huerto y se puede obtener a través de un análisis de suelo que contenga todos estos parámetros.
A continuación un cuadro informativo con los principales herbicidas suelo activos disponibles en el mercado y sus valores de DT50, Koc, Kfoc, GUS y Solubilidad:

¿Aplicar un herbicida residual aumenta costos de producción?
El costo del programa de control de malezas sin dudas es un factor clave a la hora de decidir qué hacer. El valor de los herbicidas suelo activo muchas veces parece ser excesivo y condiciona la decisión de uso. Sin embargo, el análisis debe ir más allá del costo kg/L de una aplicación, y debe considerarse el valor de un programa anual de control de malezas, incluyendo costos de aplicación, número de intervenciones en la temporada, además del costo de manejo de Resistencia.
A continuación, un análisis de costo de distintos programas “tipo” en el control de malezas. El programa A considera el uso de 2 aplicaciones de herbicidas residuales en otoño e invierno, además de 2 desmanches de malezas perennes en primavera-verano, este programa se define bajo una presión normal de malezas en el huerto. El programa B, considera el uso de 1 herbicida residual a salida de invierno y 2 desmanches de malezas perennes en primavera-verano, este programa se establece para un huerto limpio con una estrategia de más de una temporada de uso de residuales como estrategia de control de malezas. El programa C, considera sólo estrategia de post emergencia durante todo el año, buscando controlar un amplio espectro de malezas.



*Cuadros realizados por los autores, con datos de costos aportados por cadena de distribución en base a precios de lista de herbicidas analizados.
GRANITE, un nuevo estándar para el control de malezas
Corteva Agriscience enriqueció su portafolio con un nuevo estándar en control de malezas, Granite® (Oxifluorfen + Penoxsulam). Un herbicida preemergente (suelo activo) de largo periodo residual sobre un amplio espectro de especies de hoja ancha (dicotiledóneas) y de hoja angosta (monocotiledóneas) y con efecto post emergente de malezas en primeros estados de desarrollo (acción de contacto y sistémico por xilema y floema). El momento de aplicación de Granite® es durante el receso invernal y previo al desarrollo activo de raíces del huerto frutal.
El máximo potencial de Granite® se logrará al aplicarlo en un suelo limpio de malezas, sin terrones y humedad. Sin embargo, en huertos con presencia de malezas emergidas, se recomienda mezclar con otro herbicida post emergente, ya sea sistémico y/o de contacto. Granite® requiere ser incorporado a la solución del suelo ya sea por lluvia o riego en los días siguientes a la aplicación y, para que se mantenga activamente controlando malezas en el huerto idealmente sucesivas lluvias o riegos para mantener una concentración necesaria en la solución del suelo para continuar efecto de control. Se recomienda aplicar con máquinas diseñadas especialmente para herbicidas, con un volumen de agua entre 100 – 300 L / Há, según volumen de follaje de la canopia de la vegetación herbácea, idealmente con boquilla tipo abanico logrando adecuada cobertura de las malezas.
Para más información del producto pueden contactarse con su representante zonal de Corteva Agriscience o en https://www.corteva.cl.