El asesor, Ignacio Correa, ingeniero agrónomo de la Universidad de Concepción, fue quien abordó este tema crucial y proporcionó valiosas recomendaciones.
¿Cuál es la importancia real de una correcta calibración de maquinaria en la aplicación de productos agrícolas?
La importancia la podemos mirar desde varios puntos de vista:
Eficacia agronómica: Una correcta calibración de equipos atomizadores asegura que los productos cumplan su función y se logre un buen control de plagas, enfermedades, control de malezas, aplicaciones nutricionales o bioestimulación. La calibración garantiza que todos los sectores del árbol reciban un patrón de cubrimiento uniforme para lograr el objetivo de la aplicación.
Eficiencia en el uso de insumos: logrando una dosificación exacta para evitar pérdidas de productos agrícolas de alto valor y reducir costos operativos en las aplicaciones.
Protección del medio ambiente: se evita puntos de goteo innecesarios que puedan provocar escorrentía o lixiviación, contaminando suelos, aguas superficiales y subterráneas. Así también, minimiza el impacto negativo en insectos benéficos, flora y fauna del entorno.
Durabilidad de los equipos atomizadores: calibrar no solo es medir el volumen correcto de agua a aplicar por hectárea, sino que también se refiere a la mantención de los elementos de los atomizadores como bombas, filtros, mangueras, boquillas, etc.
Seguridad para el aplicador: al tener los equipos bien calibrados se reduce el riesgo de exposición de la persona a cargo de realizar las aplicaciones.
¿Qué errores comunes detectan en campo respecto a la calibración, y cómo
impactan directamente en la eficiencia del producto aplicado?
Podemos ver errores desde el punto de vista de la maquinaria:
Filtros tapados o rotos, en mal estado, que permiten el paso de sustancias que pueden provocar el tapado de boquillas y reducir la uniformidad de la aplicación.
Boquillas con desgastes que superan el 10% diferencia de su caudal de fabricación con respecto al caudal instantáneo actual. Esto provoca desuniformidades en la aplicación y en la cantidad de ingrediente activo que se posiciona en el cultivo o frutal a tratar.
Manómetros del equipo atomizador en mal estado. El manómetro es el indicador de presión que determina el caudal de la boquilla por donde sale la solución con los productos fitosanitarios que se están aplicando.También podemos detectar errores desde el punto de vista operativo:
Marchas o velocidades de avance excesivamente rápidas que afectan directamente la uniformidad de la aplicación y en la cantidad de ingrediente activo que se posiciona en el cultivo o frutal a tratar.
Presiones de trabajo que están por sobre los 12 bares, atomizando la gota a puntos donde fácilmente son derivadas y no llegan al lugar del impacto correcto dejando sectores del árbol sin productos agroquímicos.
Aplicaciones en condiciones de temperatura y velocidad de viento incorrectas. Se entiende que muchas veces por la superficie de los predios es difícil tener las condiciones óptimas climáticas para las aplicaciones por lo que tener un equipo bien calibrado es aún más importante bajo estas condiciones.
¿Qué recomendaciones puede entregar Aminochem a sus clientes para asegurar una calibración óptima de maquinaria y maximizar la eficacia del uso de sus productos?
La principal recomendación es realizar mantenimientos constantes a los atomizadores. Estas mantenciones van desde los elementos que componen la máquina como comando, manómetros, bombas, filtros, mangueras, grupo de aire, boquillas, portaboquillas, estanque, etc. En general componentes como boquillas, filtros y manómetros deben ser revisados antes y después de cada aplicación.
También es importante entender la arquitectura del huerto frutal. Es decir, tipo de formación y estado fenológico del cultivo o frutal (nivel de follaje). No es lo mismo aplicar un frutal con follaje o sin él. Dicho esto, hay que entender que la calibración de equipos debe realizarse al menos en 3 etapas fenológicas del cultivo o frutal:
– Sin hojas o follaje
– Nivel de follaje medio
– Nivel de follaje a máxima expresión
No basta sólo con calibrar la máquina, sino que una vez calibrada se debe realizar inspección en terreno de la calidad de aplicación con el volumen calibrado y aplicado, otro punto no menor es la irregularidad o no del camino por donde pasa la maquinaria.
Para esto existen herramientas como el papel hidrosensible o marcadores de gotas, que nos permitirán a diferentes alturas y posiciones saber cómo llega nuestra solución.
