Ignacia Fernández se refirió al trabajo que están haciendo, en colaboración con el sector privado, por mejorar los protocolos sanitarios y de tránsito para agilizar los embarques, siempre con el foco de identificar aquellas variables que permitan diferenciar e incrementar la rentabilidad de la cereza, especialmente en el mercado chino, pero comprometidos con todos los eslabones de la cadena productiva.
En la siguiente entrevista, la titular de Agricultura relata cómo están trabajando para mejorar la logística, habló de la opción de diversificar mercados como una prioridad estratégica y del impulso renovado que, como ministerio, le están dando tanto a esta campaña como a las otras temporadas de fruta chilena.
– ¿Cuáles son las expectativas en torno a la nueva temporada de cerezas y cómo están trabajando en conjunto con el sector privado y los gremios para lograr una campaña exitosa?
Lo que hemos logrado no es casualidad, sino fruto de un esfuerzo colectivo en el que productores, exportadores, gremios y el Estado hemos trabajado codo a codo. Nuestro desafío y expectativa para la temporada 2025–26 es claro: proyectar una campaña exitosa, asegurando las condiciones de acceso y sanidad que permitan que la fruta llegue en las mejores condiciones a los mercados internacionales.
Tras los resultados de la temporada 2024-25 y considerando que en 2025-26 entrará nueva superficie en producción, proyectamos una temporada con un incremento en el volumen de cosecha, lo cual dependerá de las condiciones climáticas que se presenten en los territorios relevantes. El positivo escenario productivo se explica porque una fracción importante de la superficie se encuentra en etapa de producción creciente (57%).
Un pilar central en este camino ha sido la Agenda de Competitividad Agroexportadora Sustentable, que articula la coordinación público-privada en toda la cadena. Esto no sólo significa trabajar con gremios, las mesas sectoriales y el Consejo Exportador Agroalimentario, sino también llegar a nivel predial, apoyando a productores y exportadoras en la adopción de buenas prácticas agrícolas, reforzando la calidad en origen, la trazabilidad y la fiscalización.
Como Ministerio, estamos comprometidos con cada eslabón de la cadena: acompañamos técnicamente a los productores, aseguramos la base sanitaria junto al SAG, abrimos y facilitamos mercados a través de nuestras agregadurías agrícolas y con el apoyo de SUBREI, y reforzamos la promoción internacional junto a ProChile.
El apoyo gubernamental lo hemos demostrado con fuerza: en la reciente gira a México, donde fortalecimos la cooperación regional, y también en Asia, junto al Presidente Gabriel Boric, donde consolidamos la presencia de Chile en mercados estratégicos. Esa combinación de diálogo, apoyo técnico y presencia internacional es lo que nos permitirá enfrentar con éxito esta nueva temporada.
– ¿Cómo estima que se lograrán buenos retornos para los productores chilenos, tomando en cuenta que la temporada 2024-25 generó un 51% más de producción de esta fruta?
Valoramos los esfuerzos que los diferentes gremios del sector han realizado el presente año, con miras a identificar todas aquellas variables que permitan diferenciar e incrementar la rentabilidad de la cereza, con especial foco en el mercado chino.
Asimismo, y para asegurar buenos retornos frente al aumento productivo, estamos actuando en varios frentes. Junto con Frutas de Chile y ProChile, reforzamos la promoción y diversificación de mercados, ampliando presencia en China y abriendo oportunidades en India, ASEAN y América Latina.
En paralelo, mejoramos la logística y calidad de la fruta, con nuevos protocolos sanitarios y pilotos de control de temperatura en tránsito que reducen mermas y agilizan embarques. A través de INIA y los programas de fomento, apoyamos a los productores en manejo de cosecha y postcosecha para asegurar fruta de mejor calibre. Y además, impulsamos inversiones en riego e infraestructura para fortalecer la resiliencia productiva.
El objetivo es claro: que el récord productivo se traduzca en mejores precios y estabilidad para los productores chilenos de cerezas.
– ¿Cuál es el escenario real de Chile para diversificar mercados?
La diversificación de mercados es hoy una prioridad estratégica para el Ministerio de Agricultura y para todo el sector agroexportador chileno. Sabemos que depender de pocos destinos aumenta los riesgos. Por ello estamos trabajando intensamente en abrir nuevas oportunidades y consolidar aquellas que ya tenemos.
En febrero de 2025 entró en vigor el Acuerdo Marco Avanzado con la Unión Europea (AMA), que trae mejoras sustantivas para el acceso de productos agrícolas en un mercado exigente y de alto valor para nuestra fruta fresca. En paralelo, avanzamos en negociaciones comerciales clave con economías como India y Filipinas, que representan enormes oportunidades de crecimiento y diversificación.
También hemos obtenido resultados concretos en los últimos meses: en julio firmamos el protocolo fitosanitario para limones frescos con Indonesia y fortalecimos la cooperación en agricultura sostenible en giras ministeriales a Marruecos y Turquía.
En agosto abrimos el mercado brasileño para la miel chilena, avanzamos en certificación electrónica con Guatemala, y recibimos la visita del Forum of Indian Food Importers (FIFI), reforzando la negociación del Acuerdo de Asociación Económica Integral (CEPA) con India. Y en septiembre, con la visita ministerial a México, reforzamos la relación con nuestro principal socio en Latinoamérica, concretando la apertura sanitaria para la exportación de naranjas a México.
En síntesis, el escenario para Chile es positivo y dinámico: contamos con una red amplia de acuerdos comerciales, una política activa de apertura de mercados y un compromiso público-privado que nos permite proyectar a la cereza chilena y a toda nuestra fruticultura más allá de los destinos tradicionales.
– ¿Cuáles son las claves de este trabajo en conjunto para hacer que esta especie frutal, gran embajadora de nuestro país ante el mundo, siga siendo un elemento potente de promoción a nivel internacional?
Las cerezas son hoy un verdadero emblema de la fruticultura chilena. En 2024, Chile se consolidó como el primer exportador mundial de cerezas frescas, alcanzando más de USD 3.000 millones en envíos y una participación del 55% en las exportaciones globales. Este liderazgo refleja la combinación de excelencia productiva, coordinación público-privada y apertura de mercados.
Estamos iniciando una nueva temporada frutícola y nuestro compromiso es asumirla con renovado impulso, asegurando las condiciones sanitarias y de acceso necesarias para proyectar con optimismo la campaña que comienza. Por eso, vamos a acelerar protocolos pendientes y reforzar la promoción internacional —incluidas las giras ministeriales—, que han demostrado ser claves para abrir mercados y consolidar acuerdos.
Sabemos que seguimos presentando desafíos, y como Ministerio nuestro compromiso es apoyar al sector en todos los niveles: desde la promoción internacional, hasta el trabajo técnico-sanitario y las gestiones para abrir y facilitar mercados.
Hoy nos encontramos negociando mejoras concretas para el sector exportador de cerezas frescas: en China, con la reducción del radio de cuarentena y la implementación de inspecciones en línea de frío; en India, con la autorización de tratamiento de frío en tránsito; y en Vietnam, con la esperada apertura aérea de nuestras cerezas.
Estas negociaciones en curso son muestras concretas del compromiso del Ministerio de Agricultura y sus servicios por seguir construyendo un camino sólido para esta fruta.
Al mismo tiempo, la diversificación de mercados es clave: debemos consolidar a nuestros principales socios, como China, pero también abrir nuevos destinos en Asia y otros continentes, de modo de dar mayor resiliencia y competitividad a este fruto.
Todo ello lo hacemos en el marco de la Agenda de Competitividad Agroexportadora Sustentable, que articula el trabajo de gremios, productores, exportadores y servicios públicos para acompañar a la cadena en cada eslabón, desde el predio hasta la exportación.
Como Ministerio apoyamos firmemente al sector, acompañando en la solución de cuellos de botella y proyectando la cereza chilena como lo que es: un fruto de excelencia, con trazabilidad y sostenibilidad, que seguirá siendo una potente embajadora de Chile en el mundo.