Altas temperaturas, suelos cada vez más exigentes y la necesidad de producir cerezas con mayor calibre y calidad son retos que marcan la realidad de los productores. ¿Cómo responder a estas demandas reduciendo el uso de químicos y manteniendo la rentabilidad?
La respuesta está en los bioestimulantes a base de algas marinas, una alternativa natural y eficaz para optimizar la fisiología del cerezo en etapas críticas. Las algas concentran compuestos únicos —hormonas naturales, antioxidantes y micronutrientes— que permiten:
- Favorecer el desarrollo radicular y la fotosíntesis
- Mejorar el cuajado y la retención de frutos
- Aumentar la tolerancia al estrés por calor o déficit hídrico
Pensando en estas necesidades, ADAMA CHILE desarrolló dos soluciones diseñadas para tu cultivo:
- ExelMax combina Ascophyllum nodosum (32,5%) y Macrocystis pyrifera (4%), aportando carbono orgánico (8,0%), potasio (2,8%), manitol (0,67%), fucoidano (9,79%) y alginato (1,38%). Esta composición está diseñada para potenciar floración, estimular la germinación del polen y la formación de los diferentes órganos de ella afectando también la retención de los frutos y mejorar la calidad de los frutos previo a cosecha.
- ExelGrow contiene Ascophyllum nodosum fermentado (35%), con mayores niveles de carbono orgánico (11%), potasio (4,0%) y alginato (35%), junto con fucoidano (6,06%) y manitol (0,41%). Esta formulación está orientada a potenciar la división celular y por ende el calibre, al desarrollo vegetativo, la recuperación postestrés y actuando también sobre la tolerancia al estrés térmico y salino.
Aplicando ExelMax en fases reproductivas y ExelGrow en etapas vegetativas, cubres todo el ciclo productivo del cerezo, logrando árboles más vigorosos y frutos con mejor calibre, color y vida postcosecha.
En un contexto de cambio climático, las algas fermentadas no son solo un insumo: son una estrategia para asegurar rendimiento, calidad y sostenibilidad.