El inicio de la actual temporada, que comenzó de manera más adelantada que la anterior, partió con sorpresas -como cosechas tempranas en el Valle de Colchagua-, nuevas variedades que buscan consolidarse y un mercado asiático que endurece su vara, premiando fruta perfecta y castigando con fuerza cualquier inconsistencia. El mensaje es claro: ésta será una temporada donde la calidad más que una ventaja, es la única vía para sostener la rentabilidad del negocio.
Para analizar los desafíos y proyecciones de esta campaña, Smartcherry conversó con destacados asesores, productores y representantes de exportadoras quienes profundizaron en el trabajo que se realizó a nivel de industria -para revertir los resultados que dejó la temporada 2024-2025- y lograr mejores retornos en un cultivo frutal que sigue en alza, pero donde el foco calidad, condición y buena curva de calibre siguen siendo indispensables.
Fruta de alta calidad que demanda una cosecha cuidadosamente manejada
Respecto del inicio de esta temporada desde la arista productiva, el asesor técnico especialista en cerezas, Ricardo Miño, afirmó que esta temporada se perfila más equilibrada que la anterior, pero con un potencial de calidad superior: “Los calibres en general vienen mejor, con fruta más firme y homogénea, especialmente en huertos donde se manejó bien la carga y se cuidaron los detalles de riego y nutrición. En términos de volumen, pienso que habrá una baja en la producción total respecto de lo estimado inicialmente, pero lo relevante es que el potencial de calidad es superior y eso debiera reflejarse en una mejor recepción comercial”.

Por su parte, el asesor especialista en producción de cerezas y Director Técnico de Avium, Carlos Tapia, afirmó que en cuanto a volumen las zonas de media estación y las tardías han presentado volúmenes bastante cercanos a los normales en términos de potencial productivo y si bien se ha visto un buen nivel de la fruta, hay que ser cuidadoso al tomar la decisión de cuándo y cómo cosechar para lograr un buen resultado.
“Las zonas se han comportado de forma distinta a la Sexta Región y la Región Metropolitana, tienen un poco menos de volumen por varias razones: limitadas horas de frío en algunas zonas, algunos de los daños de heladas de fin de agosto que pudieron haber afectado principalmente a la parte sur de la Región Metropolitana y la parte norte de la Sexta Región. Y en el caso quizás de la variedad que más mueve la aguja, que es Lapins, para la zona temprana de la Sexta y Séptima Región, se puede reconocer un menor potencial respecto del año pasado. No necesariamente es un potencial bajo, pero es un menor potencial quizás de las expectativas de la historia de Lapins y en comparación a la temporada anterior”, expresó Carlos Tapia.
Y añadió: “Vemos que la calidad y condición de la fruta está muy buena, así como también las curvas de calibre en general y eso va a permitir también llegar con un mejor producto al mercado. Sin embargo, tenemos que ser muy cuidadosos con el proceso de tomar la decisión de cuándo y cómo cosechar, porque definitivamente, ‘el pan se nos puede quemar en la puerta del horno’ y no es la idea. Todo este largo proceso para preparar una campaña tras otra no puede finalizar con una mala decisión o con un mal entendimiento lo que significa una buena recolección. Si tomamos en cuenta los puntos críticos de cómo cosechar en el mejor momento la variedad, creo que va a ser una campaña muy exitosa”.
En tanto, el también asesor especialista en producción de cerezas, Walter Masman, coincide con la idea de una cosecha en el momento óptimo de la fruta, a la vez que habla de un menor volumen comparado con la temporada anterior.

“Creo que hay una caída importantísima en Lapins. Hay que considerar, siempre en términos de contexto, que la Sexta junto con la Séptima son regiones con la mayor participación. La sexta hoy día tiene una participación de casi un 40% del volumen total. Y la séptima una participación del 42% del volumen total. Y además, debemos considerar que la participación del volumen total radica en tres variedades: Lapins, Santina y Regina. Y en Santina también veo volúmenes un poco menores al año pasado, en esa zona. Sin embargo, hay un volumen muy importante en lo temprano, particularmente en plantaciones muy potentes en estos últimos siete años de Santina. A eso sumar la participación de nuevas variedades, particularmente Sweet Aryana, Nimba y otras variedades como Black Rock. Ese es un volumen interesante que indudablemente va a generar un alto volumen”, manifestó Walter Masman.
A eso agregó que “en cuanto a calibres, en general veo una fruta temprana con algún grado de dificultad en azúcar, color y calibre, dado que viene una heterogeneidad bastante alta, particularmente en Santina, en las edades fenológicas de la fruta en el mismo árbol. Y eso indudablemente genera un aumento en el error significativo, en cosechar eventualmente cosas que no están óptimas en su cosecha. Posteriormente, lo que venga en Lapins viene muy bueno, dado el ajuste de carga natural de los árboles”.
Santina: El estándar que ordena la temporada
Para el productor y asesor de cerezas tempranas, Jorge Astudillo, el volumen en la Región de Coquimbo seguirá creciendo por la entrada en plena producción de plantaciones jóvenes.

“El recambio varietal en Ovalle se concentra principalmente en Nimba, Pacific Red y Sweet Aryana, que este año mostraron un excelente inicio gracias al fuerte receso invernal. Sin embargo, la primavera con lloviznas provocó partiduras en Nimba y presencia puntual de botritis y alternaria en fruta que ya había acumulado azúcar. Además, en varios casos se observó que excesos de carga retrasaron la madurez y redujeron calibres, un aprendizaje clave para el manejo futuro: regular carga es fundamental para resguardar calidad y precocidad”, indicó Astudillo.
“Cosechas desarrolladas antes de tiempo, buscando marcar una fecha temprana, entregaron frutas con bajo color y sobre todo con baja acumulación de azúcar, evidenciando problemas en la calidad sólo por una mala determinación comercial. Nimba y Brooks bajo invernadero se cosecharon desde el 15 de octubre, mientras que la mayoría de las variedades -incluyendo Brooks a cielo abierto- iniciaron cosechas alrededor del 25 de octubre. Santina y Rainier cerraron la ventana temprana a fines de octubre. Claramente este volumen de fruta hizo caer drásticamente los precios, sumados a la inconsistencia en la calidad de algunas de las variedades nuevas, hoy podemos hablar que el nicho del mercado de las cerezas ultra tempranas o primores se da durante un par de semanas (semana 41 y 42), demostrado en la caída de precios e interés por la fruta vividos desde el 25 de octubre en adelante”, añadió.
Para Carlos Tapia, las nuevas variedades, principalmente las tempranas pre-Santina, juegan un rol muy importante en el inicio de la campaña: “Sin duda marcan el precedente del inicio de cada temporada, pero siempre con un mercado expectante a lo que va a pasar con Santina, Eso se ha mantenido y probablemente se va a mantener. Por lo tanto, si bien las variedades tempranas tienen una característica importante desde el punto de vista de la oferta del calendario, siempre vamos a tender a compararlas con Santina, asumiendo también que con los avances tecnológicos y con los manejos técnicos adecuados, también hoy podemos reconocer que hay Santina muy temprano en el mercado. Hay que tener mucho cuidado también con algunas variedades que probablemente van a tener un nicho muy puntual en algunas semanas. Por ejemplo, Nimba, si bien la reconocemos como una buena variedad, desde el punto de vista del dulzor, presenta ciertas problemáticas en firmeza y vida de postcosecha. Por lo tanto, Nimba va a quedar posicionada en un momento muy particular de la temporada, en una zona o en una condición de que sea muy temprana y que no se empiece a encontrar con las otras variedades porque definitivamente va a pasar a un segundo plano. Todas las variedades tempranas tienen la responsabilidad de preparar el escenario para Santina y eso es muy fácil de entender y saber establecer también desde el punto de vista de la zonificación a la hora de trabajar con una variedad de este tipo”.
La calidad no se improvisa: Decisiones de cosecha siguen definiendo el resultado en China
A juicio de Walter Masman, si bien todas las temporadas son distintas, eso debe generar los correspondientes resguardos al momento de exportar una fruta firme y de calidad, especialmente en un mercado tan exigente como China.
“No se puede entender cómo cosechamos una variedad nueva, de bajo conocimiento, que llega al mercado con 11 grados Brix y blanda. Se debe mandar fruta buena, segregar bien, aquí es donde se marca la diferencia en este negocio. El que finalmente se queda y prospera, es porque hizo las cosas bien, porque entendió que las variedades tempranas necesitan de una zonificación, necesitan estar en zonas tempranas, y zonas tempranas que en la medida que aumenta significativamente un volumen, desrregulado, tiene que ir infiriendo o informándose de cuánto es lo que se comienza a proyectar. Lo temprano en Chile hoy día no tiene nada que ver con lo temprano de hace 4 o 5 años. La temporada partió antes y eso va a seguir así, por lo tanto hay que situarse en eso, donde la competencia va a ser mayor, y probablemente zonas tempranas antiguas hoy día ya no lo son. En eso hay que informarse muy bien”, sostuvo el asesor.
En tanto, para Jorge Astudillo el aprendizaje que dejó la temporada anterior obedece a la regulación de carga, que a su juicio es determinante para sostener calidad, firmeza y precocidad en la ventana temprana.
“Aunque la industria ha avanzado significativamente en parámetros de cosecha y manejo hídrico, los excesos de producción en algunos huertos generaron retrasos en madurez y calibres menores. La ventana temprana no permite estos desbalances. A la vez, algunas variedades tempranas evidenciaron firmezas insuficientes y grados Brix bajo 14, especialmente en sectores afectados por la baja acumulación térmica previa a cosecha. La lección es concreta: manejar carga y condiciones de crecimiento con máxima precisión es indispensable para garantizar una fruta consistente que soporte viajes largos a China”, planteó el asesor en cerezas tempranas.
Desde la perspectiva de un correcto manejo agronómico, Carlos Tapia expresó que “desde los manejos de huerto hemos puesto foco muy importante en temas calidad. De eso no hay duda y nunca hubo un mal entendimiento desde el punto de vista del productor. Yo creo que se establecieron manejos en pro de la calidad toda la temporada. Sin embargo, todo lo que uno pueda hacer en el año se puede ver opacado o anulado con una mala decisión de cosecha o tomando una decisión equivocada desde el punto de vista de los indicadores de cosecha de cada variedad. Eso es muy importante entenderlo, evaluarlo y tomar una decisión acorde para llegar con la fruta en su punto perfecto de cosecha y que no tengamos objeciones comerciales”, afirmó Director Técnico de Avium.
“Considerando lo que ha pasado en las últimas semanas de la recepción de la fruta en China, yo creo que eso fortalece a la industria definitivamente. Hoy día el mercado asiático está reconociendo la calidad, por sobre todo. O sea, reflejamos resultados comerciales en la última temporada para una misma variedad, para una semana, con resultados extraordinarios y a la vez, en paralelo, muy malos. Quizás es una característica que en la temporada anterior no pasaba, porque con poca fruta en el mercado, al menos lo que se presentaba en términos de resultados comerciales de los compradores allá, es que eran muy buenos o menos buenos, pero en ningún caso, al inicio de temporada, habíamos visto resultados extremadamente malos. Independiente del volumen que se presente, el cliente está reconociendo y está pagando muy bien la buena calidad y está castigando la fruta de mala calidad. Si bien eso puede ser muy doloroso para algunos, tanto productores como algunas exportadoras que probablemente tomaron malas decisiones, yo creo que es una excelente noticia para la industria y para aquellos productores que se preocupan de que los procesos de calidad se hayan mantenido”, agregó.

Para exportadoras como Frusan, el criterio siempre es cosechar la fruta una vez que cumpla los niveles óptimos de madurez. Según planteó el Gerente de Producción, Raúl González, “hoy día la madurez ya es bastante homogénea, obteniendo fruta con buenos niveles de azúcar, calibres y firmeza, salvo un par de variedades que han mostrado parámetros diferentes. Los volúmenes esperados como industria, en la parte temprana, han estado a la baja, respecto a los pronósticos invernales, por lo cual, se esperaría que estuviéramos similar o algo más bajos respecto a lo que produjo Chile el año anterior, pero aún queda mucho camino que recorrer y esperamos que las zonas medias y tardías de producción puedan ayudarnos a levantar el número estimado, con la calidad óptima para el mercado”.
Y añadió que “el criterio Frusan siempre ha sido el mismo, y no sólo en esta especie: es fundamental cosechar la fruta cuando cumpla los niveles óptimos de madurez (azúcar, firmeza, calibre, color de piel, color de pulpa, etc.), no hay que olvidar jamás que este fruto se debe comer, y comer bien”.

Más allá del análisis en torno a los primeros arribos, y la esperanza de que la buena calidad del fruto rojo siga siendo cada vez más homogénea, el desafío es mantener la consistencia en los arribos: “que la primera caja y la última muestren el mismo estándar. Si logramos eso, la experiencia de consumo será muy positiva y el mercado seguirá premiando la calidad chilena”, expresó Ricardo Miño.
El llamado es y sigue siendo el mismo: más que producir en grandes cantidades, se debe producir mejor.