Luego de diversos acuerdos y conversaciones entre la Cámara de Cerezas de Mendoza, el gobierno provincial de Mendoza, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina (SENASA), el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la Asociación de Viveros de Chile (AGV), viveristas y productores, se concretó un proyecto que el vecino país ansiaba desde hace años: la importación de portainjertos de cerezos para que los productores de Mendoza puedan contar con un material vegetal sano y de calidad para iniciar sus proyectos de huertos comerciales.
La iniciativa nació al interior de la Cámara de Cerezas de Mendoza, que actuó como facilitador, primero, invitando a representantes de la AGV a Argentina y generando posteriormente la interacción entre profesionales del rubro cerecero de ambos países. Eso motivó al Gerente de la Cámara, Facundo Quirós, a iniciar la gestión con el SENASA, que ya había dado luz verde -en oportunidades anteriores- al ingreso de portainjertos de esta fruta.

“Decidimos iniciar el camino con dos empresas con amplia experiencia en el proceso de exportación e importación de material vegetal. Agromillora, en Chile y Vivero Productora en Mendoza. Ambos habían articulado en el pasado, uno proveyendo material vegetal que cumplía con los Requisitos Fitosanitarios de Importación (RFI) del SENASA y el segundo gestionando la importación y el cuarentenado en destino, articulación clave en este tipo de proyectos», afirmó Facundo Quirós.
“Otra institución clave en este proceso fue el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, con quien articulamos para dar forma a un protocolo de análisis de virosis de las plantas madres del material de injertación. Este ha sido literalemente un proceso de investigación y desarrollo, que pretendemos se transforme en un standard para que el sector tenga acceso a material vegetal de calidad”, añadió el Gerente de la Cámara de Cerezas de Mendoza, quien articuló con el gobierno provincial para que cofinanciara el proyecto.
Un proceso de integración que fortalece la competitividad de la fruticultura regional
Luego de un arduo trabajo de negociaciones de carácter normativo gestionado a través del SAG, junto con las entidades anteriormente mencionadas, se dio luz verde a esta iniciativa, donde el rol de la Asociación de Viveros de Chile (AGV) ha sido fundamental en la articulación y enlace para acercar a los viveros de nuestro país a los productores de Mendoza, así como también gestionar el trabajo con las autoridades de ambos países.

Otro momento clave en este proceso fue en un pabellón de viveros en el contexto del Seminario de Cerezas Tempranas de Mendoza, realizado en abril de este año, en el cual se generó una importante y decisiva reunión entre el Ministro de Producción de la provincia de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu; la Encargada de Comercio Exterior y Normativas de la AGV, Margarita Torres; y el propio Facundo Quirós, donde se discutieron relevantes temas comerciales y normativos claves para la futura vinculación y el intercambio comercial y tecnológico para ambos países.
«La Asociación de Viveros ha sido clave para fortalecer y concretar los vínculos comerciales entre viveros y productores, teniendo un rol estratégico como articulador técnico y comercial en esta misión de importación de portainjertos de cerezo desde Chile hacia Mendoza, marcando un hito en la cooperación binacional y en el fortalecimiento del vínculo entre el sector público y privado, donde también se ha facilitado el contacto directo entre los viveros de Chile, que cuentan con material vegetal de alta calidad y sanidad comprobada y los productores y viveristas de Mendoza interesados en mejorar la productividad y sanidad de sus proyectos”, expresó Margarita Torres.
Y añadió: “La AGV no sólo facilitó la exportación de portainjertos, sino que lideró un proceso de integración productiva, tecnológica e institucional, que fortalece la competitividad de la fruticultura regional y sienta un precedente para futuras colaboraciones entre Chile y Argentina en materia agrícola».

La obtención de una genética de calidad desde la mirada de los productores
Uno de los beneficiados con esta alianza fue Dino Cajas, productor chileno con residencia en Mendoza quien hace un par de años inició la producción de cerezas en un huerto en esa ciudad.
Al enterarse de la posibilidad de poder adquirir portainjertos desde Chile, de inmediato compró 5 mil unidades de Maxma14 para injertar con variedades de Santina y Lapins, iniciando una experiencia nueva para él en variedades, ya que su fuerte es Rainier, pero con la confianza de contar con un producto que además de inocuo, es de una calidad indiscutida.
“Como productor, mi mirada al adquirir material vegetal in vitro en Chile está enfocada en partir con una base sólida y de calidad. Creo que el éxito de un huerto comienza desde el origen del material, y por eso busco plantas con garantías sanitarias, uniformidad y un buen potencial productivo. El material in vitro me da esa confianza: son plantas limpias, con un desarrollo más parejo y con mejores condiciones para adaptarse al suelo y crecer con fuerza desde el primer día. Para mí, no se trata sólo de incorporar una tecnología nueva, sino de apostar por una producción más sustentable, más eficiente y que me permita mantener la calidad que exige hoy el mercado internacional”, manifestó el productor.
Esta postura es compartida por Nicolás Güizzo, productor de cerezas y Gerente Técnico de Güizzo Frutas Frescas, para quien esta adquisición es muy positiva desde distintos puntos de vista.

“Primero, por tener un material libre de virus, micropropagado, que asegura una buena partida de cualquier planta, independiente de la variedad que uno después le coloque. Y segundo, porque es muy bueno tener la posibilidad de elegir. Muchas veces lo que pasa con los viveros locales, es que no hay variedad de portainjertos, es muy acotado. Y en tercer lugar, destacó también la sinergia que hemos logrado trabajando en conjunto. Eso nos permite y nos va a dar la posibilidad de futuras introducciones de otros materiales, ya sea portainjertos o plantas terminadas”, expresó Nicolás.
Posicionar a Mendoza como zona temprana de la mano de material chileno de calidad y adaptable a la realidad local
Para Facundo Quirós, son muchos los beneficios que aporta esta alianza virtuosa entre ambos países, donde uno de los objetivos principales es crecer en superficie cultivada con variedades tempranas, produciendo una fruta de calidad desde la base, lo que genera trabajo y, de paso, una buena alternativa para invertir en esa zona que es muy apta para el fruto rojo.

“Hoy es el momento de crecer en superficie cultivada de la mano de un producto de alta rentabilidad, por su excelente calidad y precocidad. La articulación entre el sector público y privado, y con actores líderes en el ámbito cerecero, como lo son los proveedores de insumos y de servicios de Chile, ha sido la clave para que el sector sea eficiente y atractivo para invertir”, indicó el Gerente de la Cámara de Cerezas de Mendoza.
De esta forma, la iniciativa permite a la provincia trasandina sumar un importante ítem a su ya conocido esquema productivo de cerezas tempranas y de calidad, siguiendo el ejemplo de Chile, quien tiene una ventaja consolidada al tener acceso a material vegetal de vanguardia.