Todas las labores realizadas durante una temporada en el huerto finalizan con la cosecha, posteriormente, determinar la calidad del producto obtenido es clave para saber si se cuenta con la fruta que requieren los consumidores, además de dar lineamientos para poder organizar el proceso de la fruta.
En las centrales de proceso, previo al hidroenfriado, la fruta es recepcionada por el equipo de control de calidad, quien obtiene una muestra lo más representativa posible del lote, la cual somete a una exhaustiva evaluación.
El muestreo de fruta tiene como objetivo determinar la calidad y condición de ésta, información utilizada para gestionar procesos, dar información de los parámetros al productor y en muchos casos poder segregar la materia prima y definir cómo y a donde embalar.
La gran mayoría de las exportadoras destinan el 100% de sus exportaciones de cerezas al mercado chino, por lo que trabajan con distintas etiquetas y formatos, aquella fruta segregada como Premium va en la etiqueta “TOP” de la exportadora y generalmente también se embala en formatos más pequeños, entendiendo que esta fruta optará a los mayores precios de venta; por lo que, al momento de segregar un lote, no se pueden cometer errores.
La representatividad de la información siempre descansa en realizar un buen muestreo, que no solo implica cantidad de frutos a analizar sino que también en la forma en que se realiza el muestreo, como regla general entre más fruta y de la mayor cantidad de bines es mejor, esto permite abarcar la gran diversidad logrando obtener fruta lo más representativa. Pero este objetivo se debe equilibrar con un trabajo rápido y hasta hace pocos años con recepciones 100% manuales para caracterizar todos los parámetros nos obligaba a tomar muestras entre 100 y 200 frutos como máximo.
¿Cómo se evaluaba una muestra?
Para calibre la muestra completa se pasaba fruto a fruto por anillos calibradores y se separaban en los diferentes niveles de calibre, con el color se realizaba algo similar comparando el color de la fruta con tablillas de color, ambos sistemas al ser manuales eran lentos y tediosos, además en el color la subjetividad producto de la luz en el ambiente puede influir en la percepción visual, esto hacía que la evaluación no fuera precisa.
Para firmeza y sólidos solubles, se tomaba de la muestra anterior una submuestra, para firmeza se elegía de los colores mayoritarios de 15 a 20 frutos, evaluando con Durofel, de la forma en que se realizaba estas mediciones se presenta 2 inconvenientes, el primero la muestra es muy pequeña para un parámetro tan importante, segundo el sistema tienen el riesgo de que si el evaluador no es experimentado puede alterar la medición.
Para el caso de contenido de azúcar también se toma por color una muestra de 5 a 10 frutos midiendo en forma individual o compuesta, en general nuestra fruta presenta brix sobre 16 aun en colores rojos, pero en años de bajos niveles talvez esta forma de muestreo es insuficiente.
Por último para clasificar defectos, un evaluador revisa visualmente la fruta separando los diferentes daños presentes.
Actualmente, dado los grandes volúmenes de fruta que se recepcionan día a día, la industria, de la mano con universidades, instituciones de investigación y empresas internacionales ha ido desarrollando tecnologías de punta que permiten realizar un análisis de la fruta, aumentando los tamaños de las muestras y reduciendo la subjetividad al momento de la evaluación.
¿Qué tenemos en la actualidad?
Aunque continúan algunas empresas con el sistema descrito anteriormente, ya parte de la industria ha integrado otras herramientas para los análisis.
Una de estas herramientas desarrolladas es el equipo “CHERRY ROLLER TRACKER (PT&I CHILE)”, mediante el cual este servicio, de evaluación de la calidad en recepción, clasifica: color, calibre y firmeza.
Cherry Roller Tracker (Figura 1), forma parte de la segunda generación de máquinas de la empresa PT&I, diseñada para caracterizar la madurez de cerezas a la recepción en las centrales de embalajes. La máquina consta de un módulo de trabajo con una vía de roller (Figura 2), que contiene sensores no destructivos para cuantificar los parámetros de firmeza (Figura 3), color y calibre fruto a fruto “1 a 1” permitiendo asociar cada uno de éstos a los fines comerciales de las empresas. De esta manera se puede establecer en qué color está la fruta blanda o en qué calibre hay mayor proporción de fruta blanda, optimizando la segregación de los lotes de cerezas.
La información es manejada con un software de manera que se encuentre disponible para los usuarios en las diferentes modalidades digitales y en el menor tiempo posible. La máquina consta de un cuerpo de trabajo de acero inoxidable (AISI 304), de un sensor de impacto para el análisis de firmeza, de cámaras NIR y de color 3.0 para determinación de calibre-color. El procesamiento de datos se puede visualizar en un monitor integrado en la máquina.
Los principales requisitos para su instalación es contar con una superficie plana (loza o pavimento) y protegida de los rayos solares como de zonas húmedas.
Este equipo puede procesar grandes volúmenes de fruta, ya que la alimentación es similar a una vía de proceso, entrega la información de color y calibre en función al porcentaje de fruta en cada nivel preestablecido (Tabla de color Universidad Católica). Para la firmeza la información es entregada de la misma forma, dando la proporción por rangos de firmeza, asignados como blando, sensitivo, firme y muy firme, contando además con una equivalencia, permitiendo presentar estas mediciones como promedio en unidades Durofel.
Figura 1: Equipo Cherry Roller Tracker
Figura 2: Módulo de trabajo Cherry Roller Tracker con una vía de roller
Figura 3: Sensor no destructivo para determinar firmeza de manera individual
Otra tecnología ya presente en nuestros packings de cerezas es el equipo FirmPro ® (Figura 4). Esta es una tecnología de medición de firmeza, calibre y color para cerezas y utilizada también en arándanos, uvas y cualquier otro fruto pequeño, fabricada en Chile por la empresa HappyVolt.
Su precisión le permite ser utilizado para hacer investigación dentro de universidades y su velocidad para ser utilizado en la industria del agro por exportadoras (en recepción fruta) y por productores (para toma de decisiones).
Captura imágenes de alta resolución y las procesa para el cálculo del color promedio de cada fruto individual. Además, cada imagen es almacenada como “contra muestra digital”.
FirmPro® fue diseñado pensando en una solución completa, que incluye todo lo necesario para utilizar el equipo desde el momento en que este se recibe, liberando al usuario de complicaciones técnicas innecesarias. La salida de datos es en una planilla de Excel, pero también puede ser conectado con otros sistemas computacionales pre-existentes del cliente.
Para utilizar el equipo la fruta se dispone en una placa (Figura 5) y en forma secuencial un sensor se desplaza por la placa presionando cada fruta; de esta forma mide firmeza y calibre, al finalizar estas se captura una fotografía para clasificar color, los datos son entregados como proporción por niveles de color y la firmeza se entrega en promedio como g/mm y se puede utilizar también la proporción entre frutos blandos, sensitivos, firmes y muy firmes. Actualmente se utiliza colocando como mínimo 100 frutos por lote para medir los 3 parámetros.
Figura 4: Equipos FirmPro®
Figura 5: Placa utilizada para colocar frutos de forma individual
Para medir contenido de azúcar utilizamos habitualmente refractómetros digitales y/u ópticos y seguimos trabajando con submuestras de 10 a 15 frutos por color. Han existido también propuestas de análisis con equipos no destructivos a través de tecnología NIR (Near Infra Red) pero aún no son usadas comercialmente.
Para la clasificación y detección de defectos en frutas al igual que en las líneas de selección la idea es trabajar con el procesamiento digital de imágenes.
Desde ya hace algunas temporadas Clarifruit introdujo en Chile, inicialmente en cítricos y uva de mesa, el desarrollo de una plataforma de control de calidad y análisis automático de datos. Esta herramienta consiste en un software que tiene una aplicación móvil en la que se toman fotografías de la fruta con la cámara de un teléfono celular de última generación y que son analizadas mediante un algoritmo utilizando métodos de aprendizaje basados en técnicas de inteligencia artificial. El algoritmo se encarga de comparar todas las mediciones con las muestras registradas y previamente inspeccionadas y que se encuentran en una base de datos. Mediante esta tecnología se pueden medir datos como calibre, color y próximamente defectos. La información de sólidos solubles, acidez y firmeza (medidos con los métodos tradicionales y alojada en una base de datos) puede integrarse o exportarse de forma inalámbrica a esta plataforma.
Figuras 6 y 7: procesamiento digital de imágenes fotográficas de Clarifruit
Considerando el volumen creciente de cerezas y lo acotado de la temporada, debemos promover el desarrollo de tecnologías que aumenten la productividad y faciliten la inspección de la fruta en las distintas etapas de la cadena de suministro y que permitan generar información objetiva y certera que nos ayuden a tomar mejores decisiones a nivel de segregación, manejo de postcosecha y manejo comercial. De esta manera podremos ofrecer un producto homogéneo y consistente en el tiempo disminuyendo a su vez las pérdidas por problemas de calidad.
