- Estrategias agrícolas que optimizan el uso del agua podrían generar un crecimiento acelerado en las exportaciones
Bolivia atraviesa uno de los momentos económicos más complejos en décadas, marcado por la caída de divisas, la desaceleración de sectores clave como hidrocarburos y una creciente presión inflacionaria. En este escenario, expertos coinciden en que la modernización del agro y la expansión de la agroexportación representan una de las vías más rápidas para reactivar la economía nacional.
Según proyecciones de la Cámara Agropecuaria del Oriente, Bolivia podría duplicar su producción agrícola de 19,9 millones de toneladas en 2024 to 39,6 millones en 2034. Este crecimiento sería posible gracias al mayor acceso a tecnología y a mejoras en los procesos productivos, sin necesidad de ampliar la superficie cultivada.
Asimismo, las exportaciones agropecuarias podrían pasar de US$ 3.257 millones en 2022 a más de US$ 13.400 millones en 2034, casi cuadruplicándose en una década. De concretarse este crecimiento, el agro podría generar en ocho años el doble de divisas que el gas en su mejor momento, consolidándose como el sector con mayor potencial para impulsar la economía boliviana.
Estas cifras serán posibles gracias a estrategias agrícolas que optimizan el uso del agua, mejoran el rendimiento por hectárea y aseguran una producción más eficiente y sostenible.

¿Qué propuesta agrícola podría contribuir a impulsar la economía boliviana?
Ante este panorama, una solución tecnológica comienza a ganar protagonismo: el riego subterráneo de alta precisión. G&E Agro, con la asesoría especializada de la empresa israelí, Rivulis, ha implementado en su predio un sistema integral que combina riego subterráneo, fertilización directa a la raíz, sensores en las plantas, monitoreo satelital, uso de drones e inteligencia artificial.
“El objetivo es claro: demostrar que es posible producir de manera eficiente, sostenible y rentable, impulsando la agroexportación como motor económico y llevando a Bolivia hacia estándares internacionales de productividad”, afirma Jorge Calderón Zuleta, Presidente Ejecutivo de G&E Agro.
En Bolivia, donde históricamente el bajo costo de la tierra y las subvenciones hicieron más rentable expandir la frontera agrícola que adoptar tecnología para incrementar los rendimientos, esta propuesta apunta precisamente a cambiar el modelo tradicional por otro moderno y sostenible.
“Este sistema permite reducir entre 30% y 60% el uso de agua frente a métodos tradicionales, ayudando al agricultor boliviano a optimizar sus recursos ante las dificultades climáticas”, comenta Calderón.
Asesoría especializada de riego
Ante la creciente necesidad de impulsar una agricultura más eficiente y sostenible, Rivulis fortalece su labor de asesoría especializada en riego para compañías como G&E Agro. La compañía viene acompañando este proceso de transición para asegurar mejoras inmediatas en productividad y uso del agua.
“Nuestro rol es acompañar a empresas para que esta transición sea eficiente, sostenible y de impacto inmediato en la economía,” comenta Katherine Yong, Gerente Regional de Marketing en Rivulis West Saca.
