La fruticultura chilena es una historia de éxito construida en base al esfuerzo de miles de personas, al trabajo técnico del Estado y a la confianza que el mundo ha depositado en la calidad de nuestros productos.
A través del trabajo público-privado, se ha podido cuidar el sector rural, la competitividad de nuestras exportaciones y la reputación de Chile como país serio y confiable. Por eso, frente a la amenaza de la mosca de la fruta, Chile dice NO.
La sanidad vegetal es un interés nacional desde hace varias décadas. En nuestro país, la fruticultura representa el 37% del PIB silvoagropecuario y genera cientos de miles de empleos en regiones.
Chile es líder mundial en la exportación de cerezas y líder del hemisferio sur en la producción y exportación de uvas de mesa, arándanos y nueces, con envíos que superaron los US$ 9.460 millones la última temporada. Este liderazgo sólo es posible gracias a un estándar fitosanitario ejemplar que debemos proteger con decisión, rigor técnico y coordinación.
Nuestro Gobierno ha desplegado un Plan de Acción Integral para combatir la mosca de la fruta, con control, coordinación y transparencia. No hay espacio para la improvisación. Este plan combina refuerzo en la detección temprana, control fronterizo y erradicación, junto a una fuerte coordinación entre los ministerios de Agricultura, Interior, Seguridad Pública, Aduanas, Carabineros, la PDI y la DGAC. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) cumple su histórico rol en la vanguardia, incorporando nuevas capacidades de anticipación de riesgos y vigilancia estratégica.
Vamos a fortalecer la inteligencia sanitaria, con la creación del Departamento de Inteligencia Fito y Zoosanitaria, el uso ampliado de la Técnica del Insecto Estéril, más trampas, biopesticidas y nuevas tecnologías. Para los productores, especialmente los más pequeños, se ha establecido un seguro colectivo sin costo y medidas de acompañamiento técnico a través de INDAP.
Avanza también en el Congreso la iniciativa que tipifica como delito la internación de plagas vegetales o enfermedades animales con penas de cárcel para los infractores y que refleja el compromiso transversal que Ejecutivo y Legislativo hemos asumido con la protección fitozoosanitaria de nuestro país.
Este esfuerzo también se extiende al plano internacional. Hemos fortalecido la diplomacia sanitaria, cooperando con países vecinos y reforzando protocolos con los mercados de destino, porque cada fruta que exportamos lleva el sello de confianza de Chile.
Pero ningún plan será suficiente sin el compromiso de las personas. Ingresar fruta sin declarar o mover productos entre zonas bajo control está prohibido y puede implicar multas, decomisos o incluso sumarios. Declarar o entregar los productos agrícolas en los puntos SAG no solo evita sanciones: protege el trabajo de miles de familias y la reputación del país.
Cada viajero, turista o transportista tiene un rol en esta misión. Una fruta sin declarar puede costar millones y empleos. Por eso el llamado es claro: declara o entrégala. La protección fitosanitaria de Chile es tarea de todos, y mantener al país libre de la mosca de la fruta es proteger el futuro de nuestra agricultura y del desarrollo rural.
Ignacia Fernández
Ministra de Agricultura