Tras revisar 20 contenedores -de los 1.353 que llevaba la nave con destino a China- y ser analizados en un laboratorio, el resultado corroboró que la fruta en su interior no puede ser comercializada en el mercado.
Según informó Frutas de Chile, Miguel Canala-Echeverría, gerente general de la entidad, se encuentra en el país asiático monitoreando la situación y manteniendo reuniones con representantes de la aduana china, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile y la embajada chilena en el puerto de Nansha.
“El próximo lunes 24 de febrero sostendremos una nueva reunión, en terreno, con los encargados de la inspección para evaluar el avance del proceso. Toda esta información ya fue traspasada a los socios del Comité de Cerezas de Frutas de Chile para que estén al tanto de los avances en el proceso”, señaló la entidad.
Cabe recordar que el problema se originó en la demora que sufrió el Maersk Saltoro, que experimentó retrasos significativos en su travesía por el Océano Pacífico debido a condiciones climáticas adversas y a complicaciones operativas, generando una extensión en los tiempos de transporte y una afectación importante en la calidad de la fruta.
El caso es especialmente sensible ya que China representa el principal destino de exportación para la cereza chilena, un mercado altamente competitivo y con exigentes normas sanitarias.
Tras el hallazgo de los primeros 20 contenedores en mal estado, se ha decidido ampliar las inspecciones al resto de la carga. Las autoridades chinas han implementado un estricto control de calidad y continúan examinando la mercadería para determinar cuánta de la fruta es apta para la comercialización.
Si bien aún es incierto, se augura que el impacto económico de esta situación podría ser significativo, ya que el valor de la carga comprometida es millonario y el rechazo de la mercadería podría derivar en importantes pérdidas para los exportadores chilenos.
Las empresas exportadoras y las autoridades chilenas se encuentran en estado de alerta, esperando la resolución del caso y evaluando posibles medidas para mitigar el impacto de la crisis. Mientras tanto, el sector productivo sigue de cerca las inspecciones en China y el destino de los contenedores que aún no han sido revisados por las autoridades del país asiático.