La agricultura es el mayor consumidor de agua, utilizando un 73% de este recurso para regar 902.158 hectáreas en Chile, según el último Censo Nacional Agropecuario y Forestal. Ante este escenario, es crucial implementar sistemas de riego tecnificados y eficientes para maximizar la productividad y reducir el desperdicio de agua.
Problemas comunes en los sistemas de riego
Andrés Boisier, Gerente Técnico en Rivulis Chile, empresa especialista en el desarrollo de soluciones sostenibles para riego, señala que el análisis de la eficiencia en estos sistemas se puede dividir en dos: la operación del equipo, para que obtenga la mayor uniformidad de distribución del agua en el campo al menor costo energético, y la eficiencia de riego, que estará determinada por la tecnología a utilizar. En relación con esto último destaca que una de mejores alternativas es el riego por goteo que alcanza «hasta un 90% a 95% de eficiencia, quedando como agua no disponible para las plantas solo el 10% de lo aplicado».
Luego advierte que la operación de un equipo de regadío enfrenta diversos problemas con que se debe lidiar o manejar de la mejor forma posible para ser eficientes, para lo cual la adecuada gestión del agua es clave.
«El agua disponible para el riego está en constante cambio: puede cambiar entre meses, entre semanas, días, e incluso puede presentar condiciones diferentes dentro del mismo día dependiendo de cómo se maneje, almacene o de su origen. Esto trae otros problemas como el taponamiento parcial o total de los emisores (goteros o micro aspersores) y golpea directamente en la uniformidad de riego. Si entendemos que uniformidad de riego es la forma en que distribuimos de forma equitativa el agua dentro de todas las plantas en el campo y si asociamos además el fertilizante al agua (fertirriego), tendremos variabilidad de crecimiento y desarrollo de las plantas, por lo tanto, variabilidad en la producción y en su calidad», señala Boisier.
Para prevenir y solucionar estos problemas, se recomienda:
1. Implementar un plan de mantenimiento preventivo que incluya acciones como el lavado de sistema, aplicaciones de controladores de algas y de pH del agua.
2. Revisar y mantener todos los componentes del sistema de riego, como la caseta de riego, tablero eléctrico, manómetros, fuente impulsora de agua, batería de filtros, equipos inyectores y control de presión.
3. Utilizar tecnologías de filtración adecuadas, como anillas, gravas o mallas, según el tipo de agua disponible y las condiciones previamente mencionadas.
4. Definir el tipo de gotero o micro aspersor a utilizar según el tipo de agua a utilizar y las condiciones previamente mencionadas.
Consejos adicionales
• Asegurar y proteger la captación de agua para evitar el aumento en la concentración de sólidos en suspensión y materia orgánica en el recurso hídrico.
• Resguardar los reservorios de agua utilizando membranas de HDPE o PVC como revestimiento y mallas u otro medio para generar sombra y reducir la radiación ultravioleta.
• Definir el punto de succión del agua desde el reservorio para evitar la introducción de sedimentos o algas en el sistema de riego.
Siguiendo estos consejos y recomendaciones, los agricultores pueden optimizar el uso del agua en sus cultivos y reducir el desperdicio de este valioso recurso.