En la zona sur de Chile, el problema fitosanitario de mayor importancia en las plantaciones de Cerezos es el cáncer bacteriano, el que es una enfermedad severa, ocasionada por la bacteria Pseudomona syringae pv. syringae van Hall, y cuyos focos se encuentran en áreas donde predominan las primaveras frías y húmedas, asociadas a vientos fuertes y humedad permanente.
En la madera, el daño ocurre en forma de cancros sobre troncos, ramas y ramillas, los cuales externamente son hendiduras de una coloración diferente a la común de una corteza sana, la cual, al ser removida permite visualizar a nivel del floema manchas acuosas y estrías pálidas color café rojizo, conduciendo algunas veces a la muerte del árbol entero, especialmente de plantas jóvenes, y también a la reducción significativa de la producción en plantas adultas.
También, es posible distinguir otros síntomas como decoloración y ablandamiento, exudación gomosa color ámbar, la que puede comprometer la corteza, parénquima y haces vasculares. En el caso de las hojas, se hacen visibles manchas necróticas de diferente tamaño, rodeadas de un halo clorótico; y también puede ocurrir amarillamiento, escaldadura y defoliación.
¿Cómo es el ciclo de la bacteria y el daño que produce en el Cerezo?
La epidemiología en Cerezo se caracteriza por una fase epifítica sobre los tejidos u otros hospedantes cultivados y en algunas malezas, observándose manchas foliares durante el año, alternada con la fase del cancro, que predomina en invierno, siendo esta última la que puede llegar a causar la muerte de las plantas.
La multiplicación bacterial en tejidos de la corteza ocurre a fines de otoño o a inicios de primavera, sin un importante desarrollo de cancros antes del periodo primaveral. A comienzos del verano, los cancros invernales, resultantes de la infección ocurrida en el otoño anterior, disminuyen gradualmente su actividad y crecimiento. Las bacterias que permanecen en yemas o cercanas a cicatrices, cancros o tejido necrosado, se multiplicarán cuando las condiciones de temperatura y humedad sean favorables. La infección por esta bacteria puede también producirse en forma significativa a través de estructuras funcionales de la planta como lenticelas y estomas.
El atizonamiento de flores y muerte regresiva de brotes, ocurre durante la primavera, donde las flores infectadas presentan un aspecto húmedo de color pardo, se marchitan y quedan colgando de la ramilla. Desde las flores, la bacteria puede extenderse hacia el brote, provocando una muerte regresiva típica. En el caso de la fruta infectada, ésta presenta pardeamiento y pudrición blanda del pedicelo y la drupa.
La patogénesis, que se refiere al desarrollo de la enfermedad, se potencia en localidades donde predominan primaveras frías y húmedas, vientos fuertes y humedad frecuente como llovizna y rocío; condiciones que pueden producirse con frecuencia en muchos lugares de la zona sur del país. Por lo tanto, es muy importante si se decide establecer una nueva plantación de cerezos, considerar en detalle las condiciones de sitio específico, y que pueden favorecer el ataque de P. syringae.
Próxima noticia: Parte II de Conociendo más sobre el Cáncer bacterial del Cerezo, con enfoque en su control.
Agradecimientos: Dr. Jaime Guerrero, Fitopatólogo, Universidad de la Frontera e investigador del Proyecto Aspectos de Sostenibilidad y uso eficiente en Cerezos.
Para más información acerca del Programa PTEC66647 Centro Fruticultura Sur contactar a Claudia Jorquera claudiajorquera@uchile.cl o Alejandra Vinagre maria.vinagre@uchile.cl