Los efectos negativos de las malezas sobre los cultivos consideran: competencia por factores de producción (luz, agua, nutrientes) y/o alelopatía (interacción de sustancias orgánicas secretadas por las plantas a nivel radicular). La competencia que ejercen las malezas en especies frutales sobre los factores de producción será mayor en plantaciones recién establecidas o huertos jóvenes.
Una óptima estrategia de control de malezas en cerezo debe contemplar, inicialmente, la prevención y erradicación, y el posterior manejo de las malezas, que debe considerar en todas las prácticas culturales (métodos manuales y mecánicos), métodos físicos, biológicos y químicos, destinadas a reducir la incidencia de ellas, minimizando los daños que las malezas puedan ocasionar en las explotaciones agrícolas.
El control químico ofrece un control de malezas efectivo, oportuno y, muchas veces, más económico al comparar con otros métodos de control. Por supuesto, los herbicidas son excelentes herramientas que deben usarse de forma apropiada, cuidando el medio ambiente y evitando eventuales problemas de fitotoxicidad que su mal uso podría acarrear (Control integrado de malezas en cerezos marzo 30, 2023, https://smartcherry.cl/noticias/control-integrado-de-malezas-en-cerezos/)
En los países industrializados los herbicidas se aplican sobre el 85-100% de todos los cultivos principales. Finney (1988) predijo que la necesidad de la intensificación de la agricultura, como consecuencia del alto nivel de crecimiento de la población, aumentará el uso de herbicidas. Usados juiciosamente, dentro de un sistema integrado de manejo de malezas, los herbicidas son de uso seguro para el agricultor y de riesgo mínimo para el medio ambiente (Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura https://www.fao.org/3/t1147s/t1147s0e.htm)
Los herbicidas se pueden aplicar al follaje o al suelo. Los que se aplican al follaje y afectan solamente la parte tratada se describen como herbicidas de contacto, mientras que aquellos que se trasladan del follaje tratado hacia un punto de acción en otro lugar de la planta se denominan herbicidas sistémicos. Los herbicidas de aplicación al suelo que generalmente afectan la germinación de las malezas tienen que persistir por algún tiempo para ser efectivos y se denominan herbicidas residuales. Algunos herbicidas residuales tienen acción de contacto y afectan las raíces y los tallos en la medida en que emergen de la semilla, mientras que otros entran en la raíz y las partes subterráneas de la planta y se translocan a su punto de acción.
Los tratamientos de preemergencia se realizan siempre antes de la emergencia de las malezas. Los tratamientos de post-emergencia se aplican después que el cultivo y (generalmente) las malezas han emergido.
Dos de los factores más importantes que determinan la efectividad de la aspersión son el rango o espectro de tamaño de las gotas y la cobertura del objetivo por el asperjado.
Las gotas pequeñas producen muy buena cobertura y se adhieren bien a superficies que son difíciles de mojar, como las hojas cerosas de gramíneas, pero están expuestas a la deriva (arrastre) y se evaporan con rapidez, especialmente a baja humedad relativa. Las gotas mayores tienden a rebotar y desprenderse de superficies “difíciles de mojar”, pero, en este caso la deriva y la evaporación son un problema menor. Para lograr una buena cobertura de estos objetivos diversos es mejor un amplio rango o espectro de tamaños de gotas y la correcta selección de las boquillas de aspersión generalmente cumple este requisito (Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura https://www.fao.org/3/t1147s/t1147s0e.htm).
Equipos de aplicación de herbicidas en fruticultura
Existen varios equipos utilizados en fruticultura para desarrollar las aplicaciones de herbicidas. Dentro de ellos podemos encontrar: “bombas” o mochilas de espalda, barras de aplicación con equipos hidroneumáticos (suspendidos o de arrastre), motos de aplicación con barras y bombas eléctricos, entre otros.
Boquillas para aplicación de herbicidas
Las funciones de la boquilla son las de dividir el líquido en gotas, formar el patrón de aspersión y controlar el flujo o caudal del líquido. Las boquillas más utilizadas para el control de malezas son de abanico. Dentro de las más comunes están: boquillas de abanico plano con un ancho de aplicación de 110° 0 90° (punteras) y boquillas “espejo” que pueden generar un ancho de aplicación desde 130 a 160°.
Dentro de ambos tipos de boquillas tenemos con inyección de aire (efecto antiderivada) y sin “inyección” de aire. Existen diversas marcas en el mercado y se recomienda invertir en aquellas que garanticen sus componentes de fabricación y sus cualidades técnicas, como por ejemplo el caudal indicado según presión de trabajo.
En general y para aplicaciones con barras se recomienda distanciar las boquillas entre 50 a 60 cms. en la barra de aplicación y la altura de aplicación recomendada es de 50 a 60 cm.
La calidad de la aspersión, o rango de tamaño de gotas, se hace más fina en la medida que el tamaño del orificio de la boquilla de abanico se reduce, y aumentan el ángulo de la boquilla y la presión de aplicación. Inversamente, la calidad de la aspersión se hace más gruesa en la medida que se aumenta el diámetro de orificio y se reducen el ángulo de la boquilla y la presión de aplicación.
La calidad de la aplicación, al igual que las aplicaciones foliares dependerá de 3 componentes descritos en la figura 1.
Figura 1. Responsabilidad de los factores en el control efectivo de una aplicación.
1.- Elegir un buen producto herbicida (ingrediente activo y formulación efectiva), con respaldo suficiente, un costo razonable para su objetivo, idealmente de bajo impacto medio ambiental y considerar siempre su rango de dosis.
2.- Usar oportunamente los productos agroquímicos dependiendo de los estados de desarrollo de nuestro cultivo y las malezas a tratar.
3.- Por último, usar equipos de aplicación que estén siempre en buen estado de mantención, limpios y óptimamente calibrados para desarrollar aplicaciones en un amplio rango de volúmenes de agua o “tasa de aplicación”.
Las aplicaciones de herbicidas podemos desarrollarlas a diferentes velocidades de avance y dependerá de varios factores, sin embargo, debemos siempre elegir la máxima velocidad posible de tránsito en huertos según la topografía y los equipos disponibles para ello. Los rangos de velocidad de aplicación (daremos solo como referencia) pueden ser amplios desde los 3,6 (bombas de espalda) hasta los 5,5 km/hora en equipos hidroneumáticos suspendidos con barras y motos con bombas eléctricas con barras.
¿Aplicamos al 100% de la superficie o una proporción de ésta?
Podemos realizar el control de malezas a toda la superficie de una hectárea o solo a una proporción de ésta (recomendación más frecuente), dejando una franja central de cubierta vegetal al centro de las hileras que en general es 50% de la superficie.
Cualquiera sea la elección de manejo de control de malezas y manejo de “cubiertas vegetales”, las dosis de los herbicidas se expresan en dosis / ha (kg o L).
Los volúmenes de agua recomendados para las aplicaciones son diversas y dependen del tipo de herbicida a utilizar. A modo de ejemplos algunas recomendaciones son entre 100 y hasta 300 L/ha.
Si consideramos una aplicación al 50% de la superficie (sobre hilera) y la recomendación del producto comercial son 2 L/ha con un volumen de aplicación de 100 L/ha; debemos utilizar en una ha “física” solo 1 L y con un volumen de 50 L de “mojamiento”.
Puede sonar de “sentido común” el ejemplo anterior, sin embargo, encontramos usos inadecuados o sobredosis de algunos herbicidas porque las dosis calculadas, compradas y aplicadas son las dosis “totales” por ha.
Siguiendo el ejemplo y considerando un huerto con distancia de plantación de 4 metros entre hilera, para aplicar al 100% de la superficie (recomendación de las etiquetas) con una barra con boquillas distanciadas a 50 cm entre ellas; debemos contar con 8 boquillas para lograr cubrir el ancho de las hileras.
La disposición de las boquillas debe considerar un “traslape” entre sus abanicos como se describe en el siguiente diagrama:
Si consideramos una velocidad de aplicación de 5,5 km/hora, el tiempo que disponemos para aplicar “dentro del cultivo (sin las vueltas) es de 27,27 minutos.
Las boquillas que podemos elegir para esta recomendación son: AVI 11001 Naranja a 4 bares de presión (caudal unitario de 0.46 L/minuto). Total, de boquillas: 8.
Para lograr cubrir tan solo el 50% de la superficie lo podemos lograr simplemente “eliminando” 4 de ellas (centrales) y dejando 2 a cada extremo de la barra herbicida.
Siempre será recomendable mantener una altura de aplicación de 50 a 60 cm (máximo) para lograr el ancho de estela y un depósito uniforme.
El control de malezas oportuno y eficaz siempre será parte del resultado de la rentabilidad del cultivo de cerezas y otros frutales. No descuidar.
Para poder desarrollar los planes de manejo de aplicaciones eficaces y eficientes debemos tener equipos previamente diagnosticados en todos sus componentes, reparados y reemplazados sus elementos críticos, realizar mantención anual y periódica, limpieza permanente y tener personal altamente capacitado para desarrollar las aplicaciones que se traducirán en el éxito de nuestro cultivo a la cosecha con el menor impacto al ambiente y las personas.