La aplicación de cobres es esencial en huertos de cerezos en formación y producción, con el objetivo de prevenir ciertas enfermedades, siendo una de las principales el cáncer bacterial. Al respecto conversamos con el Cofundador y gerente general de Laboratorios Diagnofruit, Héctor García.
- ¿Cuándo y por qué aplicar cobres en los huertos de cerezos?
«Podríamos hablar de tres periodos, invierno, otoño (caída de hojas) e inicio de primavera. La idea es mantener poblaciones bajas de Pseudomonas, esencialmente, en momentos críticos de infección. Los momentos críticos se dan por la fenología de la planta con una íntima relación al clima. De forma fácil, épocas secas y calurosas, o al contrario muy frías, las poblaciones se mantienen en niveles muy bajos. Luego, época de primavera, donde las temperaturas son templadas, eventualmente hay heladas, pero luego se recuperan las condiciones y además hay tejidos sésiles como las flores, es el momento de mayor riesgo debido a aumentos poblacionales importantes que podrían terminar desencadenando un proceso infeccioso. El otoño, aumenta humedad con temperaturas templadas y tenemos la presencia de heridas por la caída de hojas, es otro momento crítico para cuidar».
- ¿Cuál es la relevancia de los cobres en el programa fitosanitario?
«Las propiedades fungicidas y bactericidas del cobre son muy conocidas y reconocidas, probablemente su uso en la agricultura moderna se consolidó cuando en Europa se “pintaba” la uva con caldo bordelés para que no fuera consumida antes que fuera realizada la vendimia, en esa instancia se dieron cuenta que detenía importantes enfermedades fúngicas y comenzó su uso a nivel mundial. Hoy se han generado tecnologías que consideran nanopartículas de cobre como fuente poderosa de control de patógenos. De esta forma, es una herramienta fundamental para mantener el estatus fitosanitario de cultivos como carozos y nogales, pero que obviamente debe ser utilizado de forma racional».
- ¿Se debe aplicar cobres sin importar la zona geográfica donde esté el huerto? ¿Es decir, se indican las mismas aplicaciones para Ovalle, zona central o Chile Chico?
«Sin conocer en profundidad la zona norte de Chile en relación a cerezos (aprovecho la oportunidad para que me inviten), creo que es un biocida que no podemos dejar de lado en ninguna zona, el cambio climático y las nuevas variedades nos dejan dudas y riesgos, por lo que debemos dejar la menor cantidad de incertidumbres asociadas a la protección del cultivo, considerando, además, que este tipo de productos actúa de forma preventiva, no hay mucho espacio para la especulación. Dependiendo de la zona, mientras más sureña más riesgo, podríamos acortar ventanas de aplicación o sumar otras estrategias debido esta posibilidad de infecciones más altas».
- ¿Cuáles son las principales recomendaciones a la hora de aplicar cobres?
«Lo ideal, para mí, pero sé que para el productor no es fácil, es siempre aplicar el cobre solo en el estanque, debido a que lo que buscamos es una liberación de Cu+2, sin interferencias. Algunos sulfatos de cobre pentahidratados requieren uso de correctores de pH, para aumentar la liberación de cobre iónico, por lo que al utilizar este tipo de productos siempre leer recomendaciones de uso. Personalmente, mi preferencia, es algo que estamos estudiando en campo también, es dejar hidróxido de cobre u óxidos cuproso para esta época, invierno, y flanquear este periodo, o sea caída de hojas (otoño) y luego inicio de primavera con formulados en base a sulfato de cobre, con esto disminuimos la cantidad de cobre total aplicado, manteniendo una protección constante del huerto».
- Tras las inundaciones, ¿las aplicaciones de cobres contempladas en el programa fitosanitario se deben modificar, aumentar?
«En huertos siniestrados podríamos aumentar el número de aplicaciones circunstancialmente. Si logramos entrar al huerto a aplicar, y hemos limpiado las plantas, una aplicación de sulfato de cobre podría ir a dar un golpe a las poblaciones existentes de Pseudomonas y algunos hongos, de alguna forma la idea es disminuir el riesgo de infección en heridas producidas por el material de arrastres de ríos y canales desbordados. Luego de eso, continuaría con mi plan habitual de cobres de invierno. Ahora, de acuerdo con el estatus del huerto, podríamos sumar fungicidas de síntesis y/o control biológico, si hay amenaza de hongos de madera o derivado de suelos pesados inundados la aparición de Phytophtora, pero este análisis debe realizarse caso a caso, para esto debemos revisar plantas, registrar comportamiento de heridas, hacer un diagnóstico y concluir el manejo apropiado».