Por: Héctor García O., Cofundador y Gerente Gral. Laboratorios Diagnofruit Ltda, Miembro SOCHIFIT y AMICH. hgarcia@diagnofruit.cl.
Varios años con primaveras cálidas y secas nos acostumbraron a observar poco impacto de enfermedades típicas de inicio de temporada, como el tizón de flores de cerezos causado por bacterias; sin embargo, en 2022 la situación es distinta, lluvias intermitentes, alzas de temperaturas, pero al mismo tiempo heladas, y mañanas húmedas marcan una temporada a la “antigua”, que nos debe hacer mirar y actuar con cautela para asegurar una cosecha y postcosecha sin problemas, de alta calidad y una producción sustentable.
Los primeros indicadores
En función de las especies vegetales que trabajamos en nuestro laboratorio, el kiwi lo utilizamos como un marcador de lo que sucede con las bacterias en campo. Distintas especies de Pseudomonas, P. syringae pv. syringae (Pss), P. syringae pv. actinidiae (Psa) o P. viridiflava se han descrito como agente causal de diversas variantes de la enfermedad denominada de forma general como: Cáncer o Cancro Bacterial del kiwi. En particular, Psa, genera una sintomatología que se puede observar desde el invierno, en particular se caracteriza por un color rojizo que brota desde cancros y zonas de corte (Foto 1).
En la presente temporada dicha sintomatología la comenzamos a registrar de forma temprana, muy asociada a lloros, la carga de agua en suelos es alta, lo que impulsa estos flujos de forma muy notoria. Mas tarde, con la brotación en pleno desarrollo, cargadores atizonados ya nos aseguraban presencia segura de Pseudomonas. Entonces, de forma preliminar, consideramos al menos que la actual temporada se comporta de forma benéfica para estos fitopatógenos; cabeconsiderar además que muchos programas fitosanitarios son más livianos debido a los años de malos retorno en ciertas especies.
Primeros casos de tizón en cerezos
Como se describió, la actual primavera ha comenzado con la inestabilidad climática clásica con que se presenta en la zona central, mañanas húmedas, lluvias intermitentes, días parciales o completamente despejados con altas temperaturas y entre medio algunas zonas con heladas; todas o partes de estas características se habían perdido en años anteriores, más bien nos acercamos a olas de calor recurrentes, incluso presentes en pleno invierno y esto acompañado de escasez casi absoluta de lluvias.
Comienza el despertar de los cerezos y el nuevo tejido queda expuesto a infecciones por bacterias que coexisten en nuestros huertos (luego veremos porque a veces nos enferman y otras no), flores y secundariamente hojas acompañantes pueden ser presa fácil de Pseudomonas. De esta forma en ensayos que llevamos en zonas frías, precordillera, Los Niches, Lontué, Chimbarongo, comenzamos a observar la aparición de flores atizonadas desde la última semana de septiembre acompañadas de una alta carga de Pseudomonas (Foto 2).
Las poblaciones de Pseudomonas, que por las bajas temperaturas no generan grandes poblaciones en invierno, hoy se han comunicado (luego explicaré esta frase) y comienzan el avance sobre los tejidos primarios de nuestros cerezos. Las bacterias suelen penetrar a la flor por el estigma, heridas de crecimiento o de insectos, y se inicia con un proceso de necrosis en virtud de que puedan establecerse de forma exitosa, avanzando hacia el pedúnculo y muchas veces avanzar por el ramillete completo (Foto 3) llevando a cabo una infección sistémica.
¿Por qué una población de Pseudomonas se transforma en virulenta?
Recientes estudios, que buscaban describir los mecanismos de ciertos elicitores para encender las defensas de kiwis contra Psa, han podido evidenciar un componente que poseen este grupo de bacterias y que de alguna forma marcan los límites del comportamiento virulento en su huésped. Las bacterias (también, recientemente este mecanismo se ha descrito en hongos del grupo Fusarium) establecen canales de comunicación química que de alguna forma utilizan como una suerte de censo, el llamado Quorum sensing; en palabras aún más simples, ellas se “huelen”, es decir mientras más Pseudomonas hay en un tejido, más aroma a éstas existe en el ambiente y de esta forma son capaces de reconocer diversos niveles permitiéndoles elaborar un censo poblacional.
Entonces, ¿qué hace que una población endófita que vive tranquilamente dentro de su huésped se transforme en virulenta y termine generando el temido Cáncer Bacterial? Para responder entramos a la descripción anterior; ellas censan y se cuantifican, cuando llegan a un número elevado de colonias se vuelven crueles y atacan a nuestro frutal; llevándolo al plano de una batalla, esperan a que el ejército esté completo. Las plantas por su parte, trabajan en mantener estas poblaciones a raya, que no superen el numero letal y se ha descubierto que esto lo realizan a través de la activación de la vía del salicílico, lo que de alguna forma buscamos exacerbar al aplicar activos como ácido salicílico o acibenzolar.
Manejos recomendados para control y prevención
Obviamente, lo primero es monitorear los huertos, detectar sintomatología, si hay dudas consultar a fitopatólogos o enviar a análisis en laboratorio; de esta forma, flores y yemas atizonadas, manchas necróticas en hojas y cancros deben ser registrados. Como dato útil a la hora de monitorear y muestrear, cultivares como Bing o Sweetheart se consideran dentro de los más sensibles, Regina de los más resistentes, por lo que los monitoreos deben apuntar a los cultivares menos tolerantes como sistema de alerta. Hoy fundamentalmente la idea es cuantificar si hay tizón de flor como punto crítico, estimar proporción de flores afectadas versus sanas; en este sentido y como número muy general, si existe más de un 10% de flores sintomáticas se deben tomar medidas especiales, porque indicaría una alta presencia de inóculo que se podría proyectar más tarde como cancros.
Debemos entender el tizón de la flor como el síntoma agudo de la enfermedad, son ataques más bien localizados; si se presentan en bajas frecuencias, hasta nos puede servir como un raleador biológico en una temporada de mucha fruta como la actual y esta infección quedaría en ese nivel; sin embargo, luego puede suceder la aparición de cancros y esta sería la versión crónica de la enfermedad, que requiere más cuidados de largo plazo, continuas aplicaciones de control biológico y químico, limpieza de tejidos infectados, con el fin de mantener una producción sustentable en el largo plazo.
Si debemos tomar medidas por ataques severos, se abre la opción de uso de antibióticos. Considerando análisis tipo antibiograma sobre poblaciones de Pseudomonas de cerezo locales, sugiero la mezcla gentamicina&oxitetraciclina y/o estreptomicina&oxitetraciclina. Alternar entre ambos productos en mezcla si se realiza más de una aplicación para casos muy complejos, por ejemplo: alta frecuencia de tizón más detección de cancros. 15 días después de la ultima aplicación con antibióticos, continuar con aplicaciones de Bacillus, al menos dos, separadas 10-15 días, y evaluar in-situ la aparición de cancros para continuar con más aplicaciones en lo que resta de primavera; debemos procurar ir a “molestar” a las poblaciones de Pseudomonas presentes en los huertos y eso se consigue con varias aplicaciones en la temporada de bio-controladores como Bacillus.
Entonces, el consejo es estar muy atentos a proteger el huerto, las medidas preventivas acompañadas de monitoreo son aquellas que nos permitirán mantener nuestros huertos en equilibrio y sanos, permitiendo una producción de calidad en el largo plazo.