Crisis logística en las cerezas: Aprendemos de nuestros aciertos y enfrentamos nuestros errores

Crisis logística en las cerezas: Aprendemos de nuestros aciertos y enfrentamos nuestros errores

La temporada 21-22 fue, en una palabra, convulsionada. La pandemia y la crisis logística han sido la tónica por su impacto en las cifras de término de temporada y en todas las vallas que la industria ha debido sortear. No obstante, se espera que en los próximos cinco años la producción del fruto crezca al doble de las 356 toneladas que hoy se exportan, lo que hará pequeños los desafíos de hoy y gigantes los que están por venir.

En cifras, la cereza es hoy el frutal más importante en cuanto a valor exportado. La temporada pasada alcanzó los 1900 millones de dólares destronando (hace ya algunos años) a la uva de mesa, lo que la tiene en el podio de los principales exportadores del hemisferio sur con una participación del 96,2%, y con 356 mil toneladas del fruto rojo exportado. 

Cifras impactantes que quizás no alcanzan a reflejar el encomiable trabajo que hay detrás de todo el engranaje que se mueve para que este milagro ocurra. Hay múltiples actores que deben funcionar, lo que no resultó tan simple durante esta temporada.

Factores que desafiaron al sector exportador

Durante la temporada anterior hubo atrasos en distintos ámbitos como la coordinación de los materiales de cosecha, de embalaje para su distribución, la recepción de cargas en los puertos nacionales, el tránsito navío, el aumento del precio del petróleo y los fletes, y la falta de barcos, todos aspectos que fueron manejados con eficiencia.

Otro escollo fue la falta de mano de obra, con un grupo humano mucho más demandante lo que trajo como consecuencia la concentración de las cosechas y que parte de la producción sobremadurara y fuera reclamada por China, principal consumidor del fruto con un 86% del total de las exportaciones chilenas. 

La falta de contenedores y los mayores tiempos de tránsito también fueron parte de esta cadena, y si bien constituyeron una piedra en el camino, al igual que las consecuencias del bloqueo en el canal de Suez el 2021, no fueron determinantes gracias a la gestión del Comité de Cerezas de ASOEX y de los principales exportadores para disponer de estos, y a los barcos rápidos que se desplegaron.

El punto negro de esta cadena lo constituyó, sin dudas, el retraso en el desaduanaje de las frutas en los puertos de destino. En el caso de China, los mayores requerimientos de muestreo para los virus vegetales y la menor cantidad de personal trabajando producto del Cero Covid que llevó a cerrar puertos como el de Shanghai, retrasaron el ingreso de la especie a los mercados cuando Chile los requería, impactando también en el centro de acopio recibidor y despacho a venta final.

El impacto sobre los ingresos

Isabel Quiroz, Socia fundadora de Iqonsulting, a través del Anuario 2022, hizo una estimación conservadora de los ingresos que Chile dejó de percibir por temas de logística. “Este año tenemos un estimado de 2.187 millones de dólares de ingresos por el ejercicio de la industria total. Sin los problemas logísticos y en un escenario conservador, estos habrían sido 2.500 millones de dólares. Por lo tanto, la estimación de la pérdida son 317 millones de dólares”.

Los tiempos VICA, término acuñado a fines de los 80 en EEUU que hace referencia a tiempos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos, definen con precisión el estado actual de la industria. La reconfiguración post pandemia o nueva normalidad que afecta a aspectos como la comunicación o la alimentación, según Isabel Quiroz, no debe considerar esta crisis logística. “Yo no le diría nueva normalidad sino una secuela de la crisis, por lo tanto debemos saber cómo enfrentarla y unirnos como industria para poder avanzar. Tenemos que aprender de nuestros aciertos y también enfrentar los errores”.

La próxima temporada será igual o más desafiante por el adelanto del Año Nuevo Chino para el 22 de enero y por las secuelas de los problemas en la cadena logística que están lejos de desaparecer. “Tenemos que prepararnos más que nunca para una temporada que va a estar con al menos un 30% más de producción. Tuvimos 15 años para llegar a las 356 mil toneladas de volumen y en cinco años lo vamos a doblar así que el desafío es muy grande. Debemos ir a otros mercados, seguir creciendo en EEUU, en Europa, en otros países de Asia, apuntar a producir de jumbo para arriba, hacer la mejor fruta y consolidarnos como los principales en el mundo”.

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