Hace más de 15 años nació la bioquímica española Tavan, en respuesta a un mercado agrícola cada vez más exigente, tanto en calidad como en el cuidado del medio ambiente.
En 2005 la firma aterrizó en Chile, formándose un equipo de profesionales en terreno en 2016. Desde entonces, Tavan busca aportar a una agricultura sostenible, utilizando la biotecnología para mejorar especies frutales de un alto valor económico para el país, entre ellas el cerezo.
“En Tavan nos tomamos muy en serio el desarrollo constante de nuestros productos, siempre innovando para buscar las mejores soluciones sostenibles y teniendo en cuenta la protección de los ecosistemas”, señala Francisco Ariztía, gerente general de Tavan Chile-Perú.
Así, Tavan cuenta con una amplia gama de tratamientos orgánicos validados científicamente, enfocados en diversos cultivos, entre ellos el cerezo.
El posicionamiento que ha tenido este cultivo en los últimos años plantea escenarios cada vez más desafiantes, donde la innovación y las nuevas tecnologías son clave. En Tavan han querido marcar la diferencia a través de la biotecnología aplicada en la agricultura, con soluciones efectivas que hacen de este cultivo un negocio más sostenible.
Cáncer bacterial
Sabemos que una de las enfermedades más problemáticas para los cereceros es el cáncer bacterial, provocado por la bacteria Pseudomonas syringae. En la actualidad, lo más utilizado para manejar esta enfermedad es el cobre, que es efectivo, pero tiene efectos secundarios porque es un método que altera el equilibrio de los cultivos.
Tavan creó WERT® un tratamiento que puede reemplazar el uso de los cobres hasta en un 100% para un manejo integral de esta enfermedad.
WERT® es una tecnología que se basa en la aplicación de biotoxinas extraídas de más de seis microorganismos diferentes que son estabilizadas en laboratorio biológico. “Al no ser organismos vivos, no necesitan condiciones favorables para desarrollarse en la planta, es decir, vienen listos para actuar.
“Año a año, hemos visto cómo los árboles están más sanos, con un follaje más verde y que llegan al otoño mucho menos estresados”, destaca Antonio Bunster, productor de la Sociedad Agrícola Porvenir.
Una ventaja considerable es que requiere menos aplicaciones que los cobres. Mientras un tratamiento convencional con cobres puede superar las 10 aplicaciones en otoño-invierno, el tratamiento Tavan considera de 2 a 3 aplicaciones de WERT® en este período, las cuales se complementan con 1 a 2 de BACTOFUS® más V-6® en primavera.
Hernán Caroca, de la Agrícola Tundra ubicada en San Fernando, resalta que gracias al tratamiento “la sanidad fue siempre mejorando. Ahora usamos el tratamiento Tavan en todos los huertos de cerezos. Poder manejar la sanidad en tan solo cuatro aplicaciones ayuda mucho”, sostiene.
Otra ventaja es que WERT® es de acción sistémica y de prologado efecto residual, por lo que no da espacio a ventanas y ahorra la necesidad de repetir en caso de lluvias post-aplicación, brindando protección cuando el árbol puede quedar descubierto ante un ataque.