El cambio climático ha generado que cada día sea más impredecible el comportamiento del clima, hecho que ha afectado gravemente a la agricultura. Los cobertores VOEN, ofrecen una solución moderna, eficaz y con menor impacto al medio ambiente.
Si bien Voen Covering Systems está presente a nivel mundial desde el año 2002, a nuestro país llegó el año pasado, obteniendo de inmediato excelentes resultados.
“Comenzamos tibiamente por el año 2008-2009, pero por una razón estratégica la compañía decidió salir del mercado para enfocarse más en Australia, Nueva Zelanda y también porque hubo una inversión fuerte en lo que es la planta en Alemania; ahora que ya tiene capacidad de producción están volviendo a Sudamérica y específicamente aquí en Chile empezamos el año pasado en septiembre”, detalla Roberto Johow, Representante de la marca para Sudamérica.
Sus cobertores autoventilados, poseen una moderna tecnología que ha permitido proteger a los cultivos de lluvias, granizos, heladas, pero también de cierto tipo de plagas.
“Estos cobertores son los únicos que logran regular la temperatura interior del huerto por medio del uso de las corrientes de aire y eso se logra con unos “flaps” que son unos cobertores impermeables que van tejidos en su parte superior y cuando hay una corriente de aire estos cobertores se levantan y permiten la entrada del aire hacia el huerto”, detalla Johow.
De un tiempo a esta parte, el cambio climático ha generado diversas complicaciones para poder tener un pronóstico certero del clima, como también ha provocado episodios meteorológicos extremos, como intensas lluvias en verano o sequías, muy perjudiciales
para los cultivos.
“Este terreno desconocido significa que de un momento a otro puedes tener una condición totalmente diferente a la que tuviste hace uno o dos días atrás, incluso con situaciones más drásticas como lo que ocurrió el año pasado a fines de enero, donde tuvimos un río de
lluvia que entró fuertemente generando precipitaciones prácticamente en todo el centro de Chile y, por lo mismo, muchos problemas y pérdidas de cultivos próximos a cosecha”, explican desde VOEN.
Cobertores autoventilados
Durante los últimos 8-10 años se ha producido un desarrollo bastante interesante de sistemas de cobertores de cultivos, entre ellos el de cerezos. En este contexto VOEN pone a disposición de la industria cobertores autoventilados, cuya duración es de ocho a diez años, bastante más en comparación a los 5 que duran los tradicionales.
“Con el uso de cobertores se logra el principal objetivo que es resistir, lograr que la fruta no se parta por la lluvia o el granizo y eso ha funcionado bastante bien con los cobertores tradicionales que hay hoy, sin embargo, muchos productores se dieron cuenta que la manipulación de esos plásticos requiere una fuerte gasto en mano de obra, entonces tiende a ser bastante complicado el manejo del cobertor tradicional; esto ha significado en algunos casos, incluso este último año donde hubo una escasez de mano de obra, productores que básicamente ni siquiera extendieron los cobertores”, señala Roberto Johow, Representante de VOEN para Sudamérica.
Los cobertores autoventilados, son amigables con el medio ambiente, requieren menos mano de obra y su uso es mucho más fácil: “Nuestros sistemas tienen la posibilidad de extenderlos solo una vez, pues como son autoventilados no hay necesidad de abrir y cerrar dependiendo de las temperaturas, sino que se abre el cobertor y se mantiene así hasta después de la cosecha y el proceso de apertura y cierre, gracias a un sistema innovador que tenemos que es el uso de cremalleras y un sistema permanente de hibernación, se logra con muy poca mano de obra y eso es lo que les ha gustado a la mayoría de los productores”, explican desde VOEN.
Estudios realizados en Europa avalan la capacidad de los cobertores de aumentar la temperatura en el interior respecto de los huertos que no están cubiertos; dicha aumento puede ser ajustado según el propósito de cada productor: “Esto requiere de un manejo específico, sin embargo como nuestros cobertores son autoventilados, dependiendo del objetivo del agricultor, podemos hacerlos menos o más ventilados, porque estos flaps son
varias capas, como escamas de peces y vamos cerrando algunas y abriendo otras, dependiendo del tipo de clima y del objetivo que busque el agricultor”, indica Roberto
Johow.
Si bien el uso de cobertores está definido para protección de eventos climáticos y generar ciertas condiciones que permitan, por ejemplo, adelantar la cosecha, dichas estructuras están siendo muy utilizadas para el control de Drosophila suzukii, pues los cobertores VOEN se pueden cerrar totalmente y hacer una barrera física para la entrada de la plaga.