El suelo en su constante dinamismo requiere condiciones que permitan realizar múltiples procesos, que sucediendo simultáneamente, otorgan el ambiente adecuado para el desarrollo del huerto, por lo tanto, dejarlo abandonado cuando termina la cosecha impedirá su recuperación y optimizar la preparación para un nuevo ciclo de cultivo.
El acondicionamiento del suelo en postcosecha de huertos de cerezo permite:
- Mayor bioactividad del suelo (estructura, CIC, drenaje)
- Mayor capacidad de retención de agua (riego o lluvias)
- Eliminación de sellos superficiales
- Favorecer el desplazamiento y lavado de sales durante el invierno
- Optimizar la condición térmica del suelo otorgando un mejor ambiente a raíces y microorganismos.
- Mejores condiciones para la brotación y crecimiento vegetativo
- Desconcentrar las aplicaciones durante todo el ciclo de cultivo.
El suelo es el recurso más importante en la agricultura dada la multiplicidad de funciones que cumple, entre las cuales se destacan, ser sostén de las plantas, contener e intercambiar con el cultivo los nutrientes que éste necesita y ser el reservorio de agua desde el cual las plantas obtienen sus requerimientos hídricos. En cerezos, acondicionar el suelo durante la postcosecha y/o receso invernal, permite corregir los factores limitantes de la expresión productiva del huerto a nivel físico, químico y biológico.
Una de las prácticas más efectivas y sustentables para mejorar el suelo es la aplicación periódica de sustancias húmicas de alta calidad, pues sus positivos efectos han sido demostrados consistentemente en el tiempo. Desde el punto de vista de las propiedades hidráulicas del suelo, la materia orgánica impacta directamente en la porosidad, en la retención de humedad y en la capacidad de aireación, siendo este último factor clave para lograr un buen crecimiento de raíces. La materia orgánica en el suelo actúa como un pegamento o agente cementante, que permite unir y mantener la unión de las diferentes partículas minerales que componen el suelo como la arcilla, arena y el limo; estas uniones conforman agregados de partículas y los espacios que se forman entre estos no son otra cosa que los poros del suelo, a través de los cuales fluyen el agua y el aire. Estos poros constituyen una red de canales de distinto tamaño y capacidades, gracias los cuales es posible lograr la circulación del agua y aire, y también permiten la retención de agua en el tiempo, asegurando un reservorio que puede estar disponible para las plantas; igualmente este volumen de poros facilita la exploración y crecimiento de las raíces, mantienen al suelo esponjoso y favorecen el intercambio gaseoso. El resultado de esta modificación fisicoquímica realizada con anticipación al perfil asegura al huerto de cerezos un despertar en primavera bajo condiciones óptimas para expresar su potencial y por ende obtener mayores rendimientos.
Desde una mirada del uso eficiente del agua, su disponibilidad para riego es siempre escasa y crítica, por lo que el acondicionamiento en postcosecha del suelo también debe ser parte fundamental de cualquier estrategia en productores de cerezo que tenga como fin mejorar su gestión. En este sentido, la incorporación periódica de materia orgánica debe ser considerado como un manejo clave de cualquier sistema productivo.
Otra limitante en algunos huertos de cerezo es la formación de sellos superficiales del suelo que impiden la infiltración de agua provocando episodios de escurrimiento ya sea por lluvia o riego. La incorporación de sustancias húmicas de calidad ayuda a mejorar la velocidad de infiltración del suelo evitando el escurrimiento superficial.
Es por todo lo mencionado que el acondicionamiento temprano de suelos debe siempre ser considerado cuando pensamos en establecer sistemas productivos sustentables.
AM Ecological es líder en Chile en el desarrollo y uso de productos en base a sustancias húmicas, gracias a la estrecha colaboración con la empresa Humintech, la cual explota los yacimientos de Leonardita ubicados en Alemania; este material exhibe los mayores niveles de oxidación medidos y bioactividad en el suelo comparado con otras fuentes, lo que ha transformado a estos productos en referentes en sus segmentos de uso.
Los beneficios de usar herramientas como Pow Humus® para acondicionar suelos en plantaciones ya establecidas, o bien Perl Humus® como alternativa de largo plazo para perpetuar y mejorar las condiciones de un suelo recién plantado (aplicado en el hoyo de plantación), han sido probados y comprobados en múltiples experiencias de campo y tratamientos comerciales desarrollados en Chile y otros países, incluso durante varias temporadas de crecimiento. A estos se suman herramientas como Biohealth®BS, producto que suma la potencia indiscutible del extracto húmico alemán con la actividad bioestimulante del extracto de algas de Ascophyllum nodosum, más la acción protectora de raíces que brinda el microorganismo Bacillus subtilis, siendo insuperable el efecto que se puede lograr con esta triple acción en suelos pobres, de baja fertilidad natural o con historial de patógenos.
Considerar este tipo de enmiendas en la agricultura moderna no sólo traerá beneficios en el corto plazo, medidos como productividad o calidad de producto final, sino que además permitirá conservar y potenciar las cualidades de los suelos que hoy se destinan a producción, hecho que se debe tener presente cuando comprendemos que se trata de un recurso finito y cada vez más escaso.