La agroecología es un sistema agrario cuyo objetivo es obtener alimentos de máxima calidad, con respeto por el medio ambiente y cuidando, entre otros, la fertilidad de la tierra mediante la optimización máxima de los recursos naturales. Gonzalo Formas, Director Técnico I+D+I de Ecofos, tiene vasta experiencia en el tema y explica cómo podemos utilizar este concepto en la agricultura convencional.
La práctica de principios ecológicos en la agricultura busca el equilibrio entre todos los sistemas que la componen y que son necesarios para sobrevivir y funcionar correctamente. La homeostasis, como se conoce este equilibrio, es única para cada situación productiva y depende del tipo de suelo, la condición climática, el tipo de agua, la variedad, el patrón y, lo más importante, la gestión predial sobre el cultivo.
En esta línea, Gonzalo Formas, Director Comercial e I+D de Ecofos, detalla que la agricultura ecológica, en general, tiene un mejor funcionamiento en suelos con mayores contenidos de materia orgánica. “En este tipo de suelos la factibilidad de que esa materia esté activa y haga simbiosis con la planta es mucho mayor, por tanto, las probabilidades de tener mejores resultados son muy superiores. La planta le entrega fotoasimilado el carbono de alta disolubilidad, o carbono orgánico total, y a su vez los microorganismos le entregan a la planta nutrientes, agua, antibióticos, precursores de fitohormonas y una serie de otros elementos que son esenciales y que nosotros hemos ido copiando”.
Contrario a lo que se podría pensar, Formas no elimina la aplicación de productos químicos por considerarlos “un complemento que permite que la producción sea más sostenible, más sustentable y que podamos llegar con el fruto libre de cualquier molécula que pueda generar algún daño en los humanos”.
En el caso de Chile, la agricultura ecológica tiene dos realidades muy distintas. Hay una gran proporción que es la agricultura familiar campesina y, por otro lado, están las grandes corporaciones que desarrollan la agricultura orgánica y que aún están en expansión. “La FAO señala que la agricultura orgánica o ecológica no debería superar el 2% de la superficie agrícola de un país y nosotros en Chile estamos hoy día en el 0,6% aproximado bajo certificación. Por lo tanto, es factible seguir creciendo pero eso está directamente asociado a los mercados de destino de las especies que se quieren producir bajo agroecología”, explica Gonzalo.
Como ejemplo destaca que por años la producción de arándanos orgánicos fue enorme, pero la competencia con países como Perú, México y Marruecos hicieron que fuera costoso comparativamente lo que impulsó la depresión de ese nicho. Hay otros cultivos que están creciendo como las almendras y nogales, no obstante, en el caso del cerezo la producción que está bajo certificación es muy baja aún. “Son menos de 10 predios a nivel nacional y menos de 400 hectáreas pero, como buen nicho, no estamos pensando en China sino en mercados del hemisferio norte, tanto Canadá como Europa”, sostiene Gonzalo Formas, Director Comercial e I+D de Ecofos.
Hoy la crisis del Covid, los fletes marítimos, los costos del petróleo y la guerra Rusia-Ucrania, han impulsado grandes avances en el uso de técnicas productivas más naturales y de bioinsumos en la producción convencional, acelerando la adopción de, principalmente, biofertilizantes y bioplaguicidas. Un ejemplo es la enorme cantidad de hectáreas que están trabajando con biosolubilizadores y fijadores de nutrientes como el nitrógeno o fósforo, con costos diez veces más bajos que la aplicación de la misma cantidad de unidades de nitrógeno o fósforo que se pueden fijar o solubilizar, respectivamente.
Para los cultivos de cereza en particular, Gonzalo destaca que “en Ecofos tenemos una propuesta de bioestimulantes de crecimiento radicular donde combinamos extractos naturales vegetales con elementos que generan un crecimiento radicular más acelerado, en conjunto con microorganismos; bioestimulación para mejorar el porcentaje de cuaja o de floral y, lo más importante, hemos desarrollado una metodología científica que nos permite medir cuándo una planta, un cerezo, está estresado, para lo cual el bioestimulante natural Súper Grow es perfecto pues permite desestresar la planta, por ejemplo en condiciones de heladas,para que ésta produzca de manera óptima y entre en una postcosecha mejor”.
Todas estás biosoluciones están disponibles en el minisitio de Ecofos en nuestra plataforma.