
- Huertos que se encuentran en plena producción y sobre todo con un alto potencial productivo, deben ser apoyados con la incorporación de agentes que fomenten la recuperación de raíces para obtener un potencial productivo óptimo en la próxima temporada.
Durante la formación de reservas nutricionales en la etapa de poscosecha de cerezos (aproximadamente 100 a 140 días después de plena flor), la aplicación al suelo de productos basados en auxinas promueve satisfactoriamente el desarrollo de raíces, según diferentes estudios realizados por Avium. Sin embargo, su utilización en primavera no logra un efecto tan marcado.
Al medir las reservas en raíces, en términos de concentración, no se observan notorias diferencias con o sin tratamiento, lo que sí se puede apreciar es que al aplicar enraizantes, se encontrarán una mayor cantidad de raíces, lo que infiere una mayor cantidad de reservas totales.
¿Cómo incide todo esto al momento de la cosecha? Los análisis para medir el impacto del uso de sistemas de protección contra el sol y enraizantes, éstos no entregan diferencias significativas en producción, pero sí revelan un incremento relevante del porcentaje de la fruta con calibres sobre 28 mm (56% sin los tratamientos, versus 68% con ellos).
“Es importante reconocer dos “flush” de crecimientos de raíces en la especie, el primero a inicios de temporada en donde por acción de la temperatura de suelo se inicia el desarrollo de raíces, “flanqueado” si por el inicio de desarrollo de brotes y la etapa I del desarrollo de fruto, razón por el cual esta primera etapa tuene una duración aproximada de 30 días en la medida que se desaten otros crecimientos en función de la fenología de la especie. Una vez terminada el desarrollo de fruto comienza el gran y más importante “flush” de desarrollo que va aproximadamente entre 100 y 170 DDPF, en donde se reconoce al menos un 70% de la recuperación anual de raíces.
Es en esta etapa en donde se hace imprescindible enfrentar una correcta implementación de un programa nutricional de recuperación, establecer de mejor forma la estrategia de riego y porque no, considerar algunos tratamientos que fomenten “hormonalmente” el crecimiento y desarrollo del sistema radical” señaló Carlos Tapia, Director ejecutivo Avium.
Cuando se trata de huertos en plena producción y sobre todo con un alto potencial productivo reconocido en la temporada, este proceso necesariamente debe ser apoyado con la incorporación de agentes que incrementen la recuperación de la raíz, ya que será el soporte de gran parte de las reservas carbonadas y nitrogenadas del inicio de la temporada, ya que en primavera se reconoce desarrollo inicial de raíces no antes de 25-30 DDPF, respondiendo generalmente cuando la temperatura de suelo supere los 15ºC.
Los agentes específicos que ayudan en este proceso puntual se reconocen como enraizantes; que necesariamente en su composición deben contener reguladores de crecimientos, principalmente auxinas (Ácido indolbutírico) quienes proporcionan una señal directa para fomentar aún más la creación de nuevas raíces y del desarrollo sostenido de éstas.
En investigaciones realizadas en Chile en las últimas temporadas se reconoce que la utilización de este tipo de compuestos en esta época potencia el desarrollo de las raíces y generación de nuevos puntos de crecimiento. Si bien la acumulación de reservas carbonadas (almidón) y nitrogenadas no siempre representa un cambio en su concentración, ya con tener mayor desarrollo del sistema radical, medido en peso, si se puede afirmar que existe una mayor cantidad de este tipo de reservas en las plantas. De todas maneras, cabe recordar que todos estos procesos, no solo la recuperación del sistema de raíces, sino también de la estabilidad en cuanto a flujo hídrico y la prevención de estrés, están fuertemente ligados a la administración y programación del riego en esta etapa del desarrollo del cultivo.