La fenología de las especies frutales, tanto caducas como persistentes, confirma que el crecimiento de las diversas partes de la planta sigue un modelo que se ajusta a los requerimientos de la especie; es así como el desarrollo vegetativo es activo al iniciar la primavera, la floración y la cuaja de frutos es previa, el crecimiento de los frutos tiende a coincidir con el desarrollo de los brotes, mientras que las raíces evidencian normalmente dos períodos de máxima expansión, uno durante la primavera y el segundo de dos a tres meses después; estos momentos, conocidos como “peaks” de crecimiento, son períodos en los que la planta dirige sus provisiones para favorecer tanto la ramificación como la exploración del sistema radical; esto no implica que durante el resto de la temporada el desarrollo se detenga, sólo que es menor respecto del foco que la planta pone sobre cada uno de sus órganos.
Aprovechar estos períodos para incorporar manejos dirigidos a favorecer este mayor desarrollo radical, sin duda, resultará en un mejor manejo, con resultados potenciales superiores y un mayor beneficio al huerto en general. La raíz es la base de todo, principalmente de la productividad, por lo que una buena condición de ésta debiese ser un objetivo primario de cualquier gestión agrícola, no obstante, pensar en mejorar la raíz siempre debiese ir de la mano con la condición del suelo. No importa qué manejos se incorporen, si el suelo no está ofreciendo un entorno adecuado al desarrollo del órgano subterráneo de las plantas, no será posible lograr el objetivo.
El suelo puede limitar el desarrollo radical por varias razones: problemas de compactación, falta o mala calidad en la estructura, pobreza en actividad microbiológica, alteraciones en los contenidos de nutrientes, mal drenaje, materia orgánica escasa o de mala calidad. Casi todos estos problemas suelen aparecer en forma simultánea, ya que son consecuencia unos de otros: una mala y pobre materia orgánica afecta tanta la estructura del suelo como el potencial nutricional, la habilidad para sostener vida microbiana, favorece la compactación y limita el drenaje y retención de agua.
La aplicación de materia orgánica es uno de los manejos más reconocidos respecto de la gestión del suelo, no obstante, es importante recordar que existen diferencias entre las fuentes disponibles y que por lo tanto el resultado final en campo nunca será igual. Lo más conocido y masivo implica el uso de guano, el que se aplica sobre el suelo muchas veces sin incorporación; esta práctica, muy extendida y popular, no suele ser la mejor decisión, sobre todo cuando se utiliza guano fresco o sin el adecuado proceso de bioestabilización.
En muchos casos aplicar guano resulta sólo en añadir nutrientes al suelo (bien podría ser considerado un fertilizante), muchas sales, metales pesados y bacterias, pero dado que la materia orgánica que realmente mejora la estructura y aireación del suelo es aquella transformada (o humificada), y estabilizada, es poco lo que se podría esperar, al menos en el mediano plazo del uso de guano (que es un material no humificado), sin mencionar las complicaciones logísticas y ambientales que muchas veces su uso acarrea.
Hoy por hoy existen alternativas mucho más eficientes y efectivas, gracias a las cuales es posible aplicar la materia orgánica estabilizada y de alta calidad a través del riego; sí es necesario mencionar que algunos de estos productos no son simples de diluir, por el mismo hecho de ser materia orgánica pura, principalmente aquellos que vienen formulados como polvos, lo que muchas veces genera resistencia en los aplicadores por el tiempo que requieren para diluir e inyectar el producto sin afectar el sistema de riego.
TAVAN® ofrece una alternativa que entrega al productor todas las ventajas de usar materia orgánica al riego sin los problemas de dilución ni de compatibilidad en mezclas tan comunes en otras formulaciones. Se trata de OXI ROOTS®, formulado líquido de materia orgánica de alta calidad, rico en sustancias húmicas y nutrientes, así como vitaminas y otros compuestos con la capacidad de bioestimular activamente tanto a la raíz como a los microorganismos de suelo.
El factor diferenciador de OXI ROOTS® respecto de otros productos similares es precisamente la capacidad de mejorar de forma simultánea la condición del suelo, incrementar la actividad microbiológica y estimular la función radical, todo lo cual permite un rápido efecto y un resultado integral. La excelente formulación de OXI ROOTS® permite su uso en conjunto con productos como TAVAN ROOTS®, producto orgánico especialmente diseñado para aumentar y mejorar el desarrollo de la raíz, lo que permite obtener un crecimiento equilibrado tanto en elongación como en ramificación. Este es un aspecto clave, ya que muchos enraizantes (sobre todo los hormonales), lo que hacen es promover raíces más largas, pero no estimulan ramificación lateral.
OXI ROOTS® destaca por su rápida acción, la que puede ser vista en el siguiente gráfico.
Luego de 32 días desde la aplicación, se observa como disminuye la compactación de un suelo arcilloso respecto del testigo, manteniendo una mayor cantidad de puntos bajo las 200 psi (evaluación realizada con penetrómetro en 15 profundidades y en 10 plantas), valor al cual se considera como el más adecuado para la adecuada y máxima expansión radical. El tratamiento con OXI ROOTS® logró disminuir la compactación en la zona de máximo crecimiento de raíces en un 30% promedio.
La efectividad de OXI ROOTS® ha sido comprobada en suelos tanto de Chile, España y Perú, destacándose sobre todo la rapidez de acción y el efecto simultáneo sobre la raíz y el suelo mismo; es un producto amigable para el operario y que no afecta los filtros ni las bombas de riego. Para más información sobre OXI ROOTS® y TAVAN ROOTS®, además de otros productos complementarios y programas de uso, visítenos en www.tavan.cl, y solicite la visita de uno de nuestros zonales técnicos.